Marianela Salazar
Las diferencias entre Fidel y Rául Castro siempre fueron muy notables.
Ahora que por razones biológicas el máximo líder de la revolución está fuera de
circulación, que han desaparecido las humillaciones y el sometimiento a su
hermano, Raúl se desquita a sus anchas. Para muestra, ¡lo impensable!: en la
foto del apretón de mano, vemos a Raúl inclinarse ante Barack Obama, además de
calificarlo de honesto y de tener la más firme disposición a normalizar las
relaciones, logrará la flexibilización del embargo y, por si fuera poco,
consiguió que sacaran a Cuba de la lista de Estados que protegen el terrorismo.
Según nuestras fuentes, Raúl Castro aprovechará la cobarde masacre de los once
militares colombianos a manos de la narcoguerrilla de las FARC para deslindarse
de ella. Sabe que las negociaciones de paz están en pico de zamuro y la
permanencia de los jefes guerrilleros, impartiendo órdenes desde La Habana,
compromete el nuevo estatus como Estado libre de cualquier complicidad con el
narcoterrorismo.
El bloqueo de dinero en un banco de Andorra ha sido la excusa perfecta
para que los negociadores de las FARC no paguen sus gastos. Si hay algo que
saben hacer muy bien los cubanos es cobrar facturas y con intereses. Raúl se
está hartando de esa presencia, prefiere que regresen a Venezuela, para no perturbar
las relaciones con “su nuevo mejor amigo”, Barack Obama.
En cuanto a Nicolás Maduro, se da el lujo de “baypasearlo” como le da la
gana, no quiso reunirse con él en el marco de la Cumbre de Panamá, lo mandó a
La Habana a perder el tiempo con Fidel, lo recibió por cinco minutos y de
inmediato le echó ese embarque al vicepresidente del Consejo de Estado y del
Consejo de Ministros, Ramiro Valdés, para que le diera instrucciones. Según la
fuente, Maduro pidió interceder con el papa Francisco –uno de los artífices del
acercamiento Cuba-Estados Unidos– para que incluyera a Venezuela en la gira que
hará en julio por tres países suramericanos, pero Valdés le dijo que hablara
con Rafael Correa y con Evo Morales para que le buscaran una audiencia con el
pontífice.
Los cubanos están ocupados haciendo lobby para que Francisco haga un
toque técnico en Cuba y, de darse, no permitirán que Maduro se acerque, así
como se lo impidieron a Hugo Chávez, que le rogó a Raúl para ver a Benedicto
XVI, a pesar de que estaba moribundo, tratándose en la isla.
Raúl es más frío y astuto que su hermano, puede convertirse en el
operador de los 700.000 barriles diarios que exportamos a Estados Unidos, si es
que Venezuela rompe relaciones con el imperio y ocupemos la vacante que dejó Cuba,
en la lista negra de países patrocinantes del terrorismo. Raúl que maneja todo
en Venezuela, incluida la política exterior, les garantizará el suministro de
petróleo venezolano a los norteamericanos y seguirá sacando las mejores
ganancias.
Tic Tac
1-. Según fuentes militares, Ramiro Valdés estuvo recientemente en
Venezuela –por unos cuatro días– con la excusa de que estaba un alto militar
chino, pero su misión fue evaluar los altos mandos militares de la Fuerza
Armada Bolivariana en caso de una invasión militar estadounidense.
2-. A los militares y a sus familiares no se les suspenderán sus dólares
viajeros si van a Cuba, para que puedan raspar su cupo. Las restricciones
impuestas por el Cencoex han tenido su impacto en el flujo de “turistas” hacia
La Habana y los aviones de Cubana no salen full como antes.
3-. La próxima semana
estaré atendiendo invitación de la Cámara de Economía Venezolana-Israelí para
visitar ese país y asistir a la Feria Mundial, Agritech, que muestra la alta
tecnología de Israel. La columna regresará el miércoles 6 de mayo.
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