Friday, December 3, 2010

Artículo de la mañana: La Hayaca de Uslar Pietri...

Nota del Blog: Gracias al envío que nos hiciera su autor, Enrique Viloria Vera, reproducimos su artículo sobre la Hayaca de Uslar Pietri. Espero les resulta interesante, en una época en que los venezolanos nos encontramos en la faena de adquirir los ingredientes para preparar las hayacas que nos comeremos durante las festividades de Navidad y recibimiento del Año 2011.




LA HAYACA DE USLAR PIETRI
                                                                         Enrique Viloria Vera

Con particular agudeza Uslar Pietri afirma que “ese significado histórico de lo que se come no ha
desaparecido  de nuestras modernas cocinas: Junto a los relucientes aparatos andan los invisibles
ángeles del pasado. En la comida de un día en cualquier casa de Caracas es posible hallar
concentrada la historia de varios siglos. ” En efecto, para el escritor, una de las mejores formas de
apreciar el mestizaje cultural es nuestra comida, esa gastronomía híbrida, esos platillos que surgieron
del cruce de ingredientes, sazones, aromas, sabores, en los que se mezcló “la expansión del Islam,
la romanización de Europa, el descubrimiento de América”.

La sorpresa de los españoles al toparse fortuitamente con el Nuevo Mundo se manifestó de maneras
diversas, pero en especial, se expresó en el verdadero descubrimiento de inusitados tubérculos, de
desconocidos frutos, de inéditos ingredientes, de insospechados animales, utilizados por nuestros
indígenas para satisfacer sus necesidades alimenticias, y que distaban mucho de parecerse a  aquellos
que le daban forma y definición a las viandas y platos que los españoles estaban acostumbrados
a degustar.

Para esos españoles del descubrimiento, asombrados, desconcertados, estupefactos ante el
hallazgo de este Nuevo  Mundo, como bien lo expresa Uslar: “la sensibilidad para lo americano, acaso,
empezó a hacerse por la boca”.

Los tradicionales cocidos, el cordero asado, las costillas de cerdo, la gallina guisada, los filetes de
ternera, el besugo,  las judías, el pan de trigo, se ven ahora, acompañados, cuando no sustituidos, por
el casabe, la arepa,  la papa, la batata, el chocolate, el tomate, por los, como ratones, conejos americanos,
por peces de inédito sabor y desconocido nombre: lisa, pargo, jurel. Pero muy pronto, lo que fue suma,
 añadido, sustitución, incorporación, importación, se mezcló, se hibridizó para dar origen a platillos que ya
 no son más de uno y otro gusto y sabor, sino de uno específicamente americano.

Uslar Pietri sostiene que para cualquier arqueólogo que quiera redescubrir la realidad americana,
la cocina, la gastronomía, lo que se servía en las mesas, puede ser tan útil y relevante como una medalla
enterrada o el fragmento de fuste de una columna. Y para ilustrar lo que, en su criterio, considera el
epítome del pasado híbrido americano, pone como ejemplo dicente y sintetizador a la hayaca:
“En su cubierta está la hoja del plátano. El plátano africano y americano en que el negro y el indio parecen
abrir el cortejo de sabores. Luego está la luciente masa de maíz. El maíz del tamal, de la tortilla y de la chicha,
que es tal vez la más americana de las plantas…En la carne de gallina, las aceitunas y las pasas está España
con su historia ibérica, romana, griega y cartaginesa…Toda la tremenda empresa de la conquista está como
sintetizada en la reunión, por medio de sus frutos, de las gentes del maíz con las de la viña y los olivos.
 Pero también en el azafrán que colorea la masa y en las almendras que adornan el guiso están l
os siete siglos de invasión musulmana… Y la larga búsqueda de las rutas de las caravanas de la Europa
medieval hacia el oriente fabuloso de riquezas y refinamientos está en la punzante y concentrada brevedad
del clavo de olor.”

A la hayaca navideña podemos sumar también nuestros tradicionales hervidos de todos los días que
combinan, de muy variadas maneras, las verduras y las raíces alimenticias originarias del Nuevo Mundo
con otras verduras, animales y condimentos traídos por los españoles. Hayaca y hervidos son fiel reflejo,
original producto del mestizaje americano. En fin, “…preparaciones culinarias localistas; condumios
que vienen de la colonia; viandas de procedencia exótica que se aclimataron en el medio; extrañas 
confecciones fogoneras de estirpe indígena y otras cuyos heterogéneos
componentes demuestran, con rústica ingenuidad, los diferentes factores raciales que integran
el pueblo de Venezuela… son platos mestizos.”

En fin, siempre con Uslar Pietri, hay muchas maneras de estudiar la historia, la comida, la
gastronomía es una de ellas: “en lo que el hombre come, y en la sazón en que lo come, está la obra de
los siglos en un compendio que sabe despertar lo mismo el gusto por la carne que el gusto del espíritu:”

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