Sunday, December 22, 2013

Venezuela: en busca de un nuevo liderazgo

En: http://www.eluniversal.com/opinion/131222/venezuela-en-busca-de-un-nuevo-liderazgo

MAURICIO DE VENGOECHEA| EL UNIVERSAL
domingo 22 de diciembre de 2013 12:00 AM
Los resultados electorales son definitivamente un tema de percepciones y las gana no necesariamente quien tenga un mejor desempeño en las urnas, sino quien tenga la capacidad de manejar el discurso desde el propio día de la contienda y con ello generar un estado de ánimo entre la población.

Fue esto precisamente lo que ocurrió el pasado 8 de diciembre en Venezuela donde ayudado por las primeras declaraciones de la rectora del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, el presidente Nicolás Maduro, quien ciertamente no logró como lo aseguró en su discurso salir ampliamente victorioso, si consiguió dejar en la mente de los electores la percepción de que la oposición no logró derrotarlo. Tampoco como muchos esperaban, que se diera un voto de castigo en su contra, con lo cual mantuvo en el imaginario colectivo e incluso en los medios de comunicación nacionales e internacionales, la idea de que el oficialismo chavista sigue siendo fuerte.

Era previsible, además, en un país que continúa completamente polarizado como lo demostraron los resultados, que Henrique Capriles hubiese salido como lo hizo a reclamar la necesidad de un diálogo nacional, posición que terminó por ayudar sin él quererlo al discurso del presidente Maduro. La pregunta es hoy: ¿era esto lo que correspondía hacer? Por supuesto que no, visto desde una perspectiva de lucha política por el poder.

Si somos pragmáticos, nunca antes un gobierno chavista había sido tan frágil. Pasadas las elecciones que etiquetó el presidente Maduro al decir que había sido un error de la oposición convertirlas en un plebiscito en contra suya, es a él y a nadie más a quien corresponde ahora como presidente sacar a Venezuela adelante, comenzando por superar la mayor inflación del mundo (cerca del 50 por ciento anual, lo que significa un impuesto adicional, al que ya tienen que pagar por ley los venezolanos). Es él quien tiene la responsabilidad de generar políticas públicas para superar la terrible inseguridad que padecen los cada vez más atemorizados ciudadanos. Es Maduro quien tiene que superar los cortes eléctricos que ocurren casi a diario, por cuenta de la ineficiencia oficial. Y él y nadie más que él quien tiene la responsabilidad de generar políticas efectivas para acabar con el desabastecimiento de productos alimenticios y de primera necesidad que hoy afecta al pueblo venezolano, principalmente a los sectores más vulnerables de la población, que fueron los principales aliados de su comandante.

Maduro es, por lo tanto, para cualquier líder de oposición que desee emerger no un aliado con el que hay que llegar a un acuerdo, sino un adversario que brinda la oportunidad para un contrario de construir un liderazgo alternativo confiable; pues si nos vamos a los hechos, el bajo desempeño demostrado por Maduro como presidente lo llevarán irremediablemente en los próximos meses a una situación de mayor debilitamiento, lo que resultará conveniente no solo a la oposición, sino incluso a sectores oficialistas que pusieron en manos de Maduro la responsabilidad de generar soluciones concretas a los problemas de hoy, cuando le otorgaron poderes absolutos mediante una Ley Habilitante.

Ahora bien, lo cierto es que las cosas tampoco están claramente definidas del lado de la oposición, pues si bien se logró una votación importante que permitió conquistar las ciudades más representativas y pobladas del país, el peor desempeño lo tuvo el propio Henrique Capriles, quien perdió quince de los veintiún municipios del estado Miranda que él gobierna, mientras que otros miembros de la Mesa de la Unidad que ahora comenzarán a disputarle su liderazgo, consiguieron importantes victorias.

Leopoldo López, por ejemplo, consiguió que su partido Voluntad Popular alcanzara cerca de una tercera parte de las municipalidades ganadas por la oposición, al triunfar sus candidatos en dieciocho de las 76 alcaldías, arrebatándole al oficialismo 16 de ellas.

En el Táchira, la oposición arrasó en los comicios ganando 17 de las 29 alcaldías de ese estado. Y se ganaron también la capital de Venezuela, Caracas y otras capitales importantes, entre ellas Maracaibo, Sucre, Barinas, Valencia, San Cristóbal y Mérida, entre otras.

¿Qué le sucedió a Capriles entonces? Desperdició un tiempo precioso reclamando la existencia de un fraude electoral en las elecciones presidenciales de 14 de abril que según él le arrebató su triunfo, algo que pasados los comicios presidenciales, de poco o nada le servía a quienes hubieran preferido verlo empleando su liderazgo en exigir al presidente Maduro, que como tal tenía la obligación de gobernar no solo para sus electores chavistas, sino para todos los venezolanos.

Comienza, por lo tanto, una nueva etapa en la que seguramente surgirá un nuevo líder, capaz de demostrar que tiene el talante suficiente para debilitar al gobierno actual y presentar al mismo tiempo una propuesta alternativa que beneficie no a una persona ni a un solo grupo, sino a la mayoría de los venezolanos que hoy viven una situación más que precaria.

Managing Partner de Newlink

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