LUIS OLIVEROS B.| EL UNIVERSAL
lunes 23 de diciembre de 2013 12:00 AM
En Venezuela las modas siempre vuelven. Y mientras el tema sea más simple y fácil, más se complica el tratar de palpar esa "valiente" opinión pública criolla que aún anda cazando ofertas en los centros comerciales y rezándole a San Inventario para que haga sus milagros en las tiendas fiscalizadas. Hoy tenemos nuevamente la novelita del subsidio a la gasolina, tema que vuelve a la palestra pública pero esta vez con mucha fuerza ante el inminente ajuste que realizará el gobierno en los próximos días.
Los números: no los voy a aburrir, hay muchos y todos son muy tristes para el país, solo para que tengan presente la magnitud del "problemita". Mientras el precio de la gasolina ha caído (en dólares) un 89% en el período 1998-2013, los costos han subido un 500%. La inflación acumulada ha sido del 2264%. Solo en el año 2013 la pérdida para Pdvsa (y para la nación) por no cubrir los costos de producción más lo que se ha importado para cubrir la fuerte demanda se sitúa cerca de los $3.000 millones. A ese número debemos agregarle lo que se pierde por costo de oportunidad y que totaliza $11.000 millones. ¿Cómo defender que un precio se haya mantenido fijo por tanto tiempo ante una subida tan alarmante de los costos? Obviamente ese slogan criollo "con mi subsidio no te metas" ha ayudado mucho.
Un subsidio tan regresivo, que beneficia solo a quienes tienen más recursos necesita ser eliminado.
Seamos serios: no podemos andar con el argumento de que porque le regalamos petróleo a Cuba no se puede subir el precio a la gasolina... Siempre pasa esto en Venezuela, solo en este país no podemos atacar dos problemas a la vez, ¿por qué se vende la idea de que si uno se resuelve se puede solucionar el segundo? Para ponerlo en perspectiva: a Cuba se le regalan cerca de 100.000 b/d de petróleo crudo, mientras que en consumo de gasolina regalada se van 300.000 b/d.
Y como lamentable país bipolar, el tema apenas se puso de moda aparecieron un conjunto increíble de "analistas (simples batequebrados)" dando sus nefastas opiniones sobre el tema. Una de las más "gafoides" es la que esgrime un "analista" el cual pide a gritos que se invite a un gentío, desde los gremios, cámaras, universidades, asociaciones (todas: equipos de beisbol, club de fans de artistas, etc.), partidos políticos y casi hasta a la Srta. Diosa Canales, para "discutir sobre si debe darse el aumento en el precio de la gasolina". ¿Se imaginan el nivel de esa "discusión nacional" sobre un tema tan sencillo y de tan poca importancia si fuéramos algo más que un terraplén? Sin duda en este país de millones de "expertos petroleros", hay mucho "huérfano de atención", y la demagogia es parte de sus virtudes.
Lo realmente vital no es solo aumentarle el precio a la gasolina, sino establecer las reglas para que en el futuro la distorsión no se acumule como en estos últimos 17 años. ¿Qué debemos hacer que el precio fluctúe con respecto al índice inflacionario mensual, anual?, ¿Qué debe aumentar conforme varíe el tipo de cambio oficial? ¿Qué su base sea el costo de producción?, ¿la Unidad Tributaria?, etc. Esta SI es la discusión importante, no que unos dinosaurios quieran hablar tonterías en los medios sobre la pertinencia de aumentar el precio o no.
Dejemos de abrazar el subdesarrollo, entendamos que hay que pagar por las cosas, que no podemos seguir desangrando al Estado (por muy malo que sea el Gobierno) si queremos tener un mejor país. Alejémonos de la miseria, pensemos como un país de primer mundo. Obviamente nuestro pueblo tiene que empezar a cambiar para poder ser optimistas sobre nuestro futuro.
Mañana es Navidad, que el Niño Jesús les traiga bendiciones y muchas cosas buenas. Un abrazo amigos.
Los números: no los voy a aburrir, hay muchos y todos son muy tristes para el país, solo para que tengan presente la magnitud del "problemita". Mientras el precio de la gasolina ha caído (en dólares) un 89% en el período 1998-2013, los costos han subido un 500%. La inflación acumulada ha sido del 2264%. Solo en el año 2013 la pérdida para Pdvsa (y para la nación) por no cubrir los costos de producción más lo que se ha importado para cubrir la fuerte demanda se sitúa cerca de los $3.000 millones. A ese número debemos agregarle lo que se pierde por costo de oportunidad y que totaliza $11.000 millones. ¿Cómo defender que un precio se haya mantenido fijo por tanto tiempo ante una subida tan alarmante de los costos? Obviamente ese slogan criollo "con mi subsidio no te metas" ha ayudado mucho.
Un subsidio tan regresivo, que beneficia solo a quienes tienen más recursos necesita ser eliminado.
Seamos serios: no podemos andar con el argumento de que porque le regalamos petróleo a Cuba no se puede subir el precio a la gasolina... Siempre pasa esto en Venezuela, solo en este país no podemos atacar dos problemas a la vez, ¿por qué se vende la idea de que si uno se resuelve se puede solucionar el segundo? Para ponerlo en perspectiva: a Cuba se le regalan cerca de 100.000 b/d de petróleo crudo, mientras que en consumo de gasolina regalada se van 300.000 b/d.
Y como lamentable país bipolar, el tema apenas se puso de moda aparecieron un conjunto increíble de "analistas (simples batequebrados)" dando sus nefastas opiniones sobre el tema. Una de las más "gafoides" es la que esgrime un "analista" el cual pide a gritos que se invite a un gentío, desde los gremios, cámaras, universidades, asociaciones (todas: equipos de beisbol, club de fans de artistas, etc.), partidos políticos y casi hasta a la Srta. Diosa Canales, para "discutir sobre si debe darse el aumento en el precio de la gasolina". ¿Se imaginan el nivel de esa "discusión nacional" sobre un tema tan sencillo y de tan poca importancia si fuéramos algo más que un terraplén? Sin duda en este país de millones de "expertos petroleros", hay mucho "huérfano de atención", y la demagogia es parte de sus virtudes.
Lo realmente vital no es solo aumentarle el precio a la gasolina, sino establecer las reglas para que en el futuro la distorsión no se acumule como en estos últimos 17 años. ¿Qué debemos hacer que el precio fluctúe con respecto al índice inflacionario mensual, anual?, ¿Qué debe aumentar conforme varíe el tipo de cambio oficial? ¿Qué su base sea el costo de producción?, ¿la Unidad Tributaria?, etc. Esta SI es la discusión importante, no que unos dinosaurios quieran hablar tonterías en los medios sobre la pertinencia de aumentar el precio o no.
Dejemos de abrazar el subdesarrollo, entendamos que hay que pagar por las cosas, que no podemos seguir desangrando al Estado (por muy malo que sea el Gobierno) si queremos tener un mejor país. Alejémonos de la miseria, pensemos como un país de primer mundo. Obviamente nuestro pueblo tiene que empezar a cambiar para poder ser optimistas sobre nuestro futuro.
Mañana es Navidad, que el Niño Jesús les traiga bendiciones y muchas cosas buenas. Un abrazo amigos.
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