LUIS OLIVEROS B.| EL UNIVERSAL
lunes 2 de diciembre de 2013 12:00 AM
Para nadie es un secreto que Venezuela va rumbo al comunismo. Las últimas medidas económicas, desesperadas y equivocadas, despejan toda la duda de hacia dónde pretenden llevar el país quienes ostentan el poder. Lo sorprendente es que nuestro país está encaminado a una fuerte recesión, a pesar de que en este año 2013, Venezuela cerrará por tercer año consecutivo con un promedio en su cesta petrolera superior a $100/b.
El analizar las cifras del tercer trimestre del PIB y la balanza de pagos, además de ser un ejercicio para confirmar la manía estatal por interponerse en la economía, es comprobar que las luces de la recesión están prendidas y hacia allá vamos.
Números como que el sector manufactura sigue sin levantar cabeza, que el sector petrolero representa apenas el 11% del PIB (cuando en 1998 representó más del 18%), que las importaciones caen 18%, mientras las importaciones públicas se ubican en un 43% sobre las totales (la mayor cantidad de nuestra historia) y que las exportaciones petroleras llegan al 96,5% son pruebas de lo enferma que está nuestra economía.
Los números del PIB son tan interesantes, que adicionalmente nos dan luces sobre la famosa guerra económica y quien la origina: el sector construcción sigue cayendo por problemas de orden laboral (Lottt) la falta de cabillas y cemento, estas últimas industrias estatizadas.
Nuestro país terminará el 2013 con crecimiento de 1,5-1,7%, número que es realmente mediocre cuando nos comparamos con los países de la región y los miembros de la OPEP. Más de 4% crecerán, en promedio, tanto nuestros vecinos como nuestros pares petroleros. ¿Por qué todos esos países crecen y no tienen problemas inflacionarios (solo Argentina e Irán los tienen pero ni cerca a los nuestros), mientras nosotros estamos estancados y ahogados en inflación? Estamos haciendo las cosas mal, y lo vamos a pagar caro.
Ciertamente nuestro caso muy pronto pasará a "engalanar" libros de texto en economía. Seremos estudiados (además de ser nuevamente el hazmerreír mundial) por la forma en la cual un país dependiente de una materia prima, dilapidó en 14 años casi toda la renta que ese recurso le generó. Con fervor se analizará como en pleno boom, esa economía cayó en una fuerte crisis cambiaria, en una recesión y por si fuera poco, pasó a exhibir la inflación más alta del mundo.
Comunismo, inseguridad (tanto personal como jurídica) y recesión, sin duda razones suficientes para que la fuga de cerebros siga rompiendo récords y nuestro país entrampado en la miseria.
El analizar las cifras del tercer trimestre del PIB y la balanza de pagos, además de ser un ejercicio para confirmar la manía estatal por interponerse en la economía, es comprobar que las luces de la recesión están prendidas y hacia allá vamos.
Números como que el sector manufactura sigue sin levantar cabeza, que el sector petrolero representa apenas el 11% del PIB (cuando en 1998 representó más del 18%), que las importaciones caen 18%, mientras las importaciones públicas se ubican en un 43% sobre las totales (la mayor cantidad de nuestra historia) y que las exportaciones petroleras llegan al 96,5% son pruebas de lo enferma que está nuestra economía.
Los números del PIB son tan interesantes, que adicionalmente nos dan luces sobre la famosa guerra económica y quien la origina: el sector construcción sigue cayendo por problemas de orden laboral (Lottt) la falta de cabillas y cemento, estas últimas industrias estatizadas.
Nuestro país terminará el 2013 con crecimiento de 1,5-1,7%, número que es realmente mediocre cuando nos comparamos con los países de la región y los miembros de la OPEP. Más de 4% crecerán, en promedio, tanto nuestros vecinos como nuestros pares petroleros. ¿Por qué todos esos países crecen y no tienen problemas inflacionarios (solo Argentina e Irán los tienen pero ni cerca a los nuestros), mientras nosotros estamos estancados y ahogados en inflación? Estamos haciendo las cosas mal, y lo vamos a pagar caro.
Ciertamente nuestro caso muy pronto pasará a "engalanar" libros de texto en economía. Seremos estudiados (además de ser nuevamente el hazmerreír mundial) por la forma en la cual un país dependiente de una materia prima, dilapidó en 14 años casi toda la renta que ese recurso le generó. Con fervor se analizará como en pleno boom, esa economía cayó en una fuerte crisis cambiaria, en una recesión y por si fuera poco, pasó a exhibir la inflación más alta del mundo.
Comunismo, inseguridad (tanto personal como jurídica) y recesión, sin duda razones suficientes para que la fuga de cerebros siga rompiendo récords y nuestro país entrampado en la miseria.
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