Wednesday, December 4, 2013

Voto duro

En: http://www.noticierodigital.com/2013/12/voto-duro/

Charito Rojas

4 Diciembre, 2013
“La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida.” Miguel de Cervantes y Saavedra (1547- 1616) soldado, novelista, poeta y dramaturgo español, autor de “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha”, considerada la mejor y más universal obra de la literatura hispana.
El daño ya está hecho: el heredero ha colapsado la economía privada que sostenía al país pese a los disparates de ese pasticho socialista-chavista-comunista-no se sabe qué. Las medidas “maduristas” no son más que una seguidilla de errores que han despojado a la economía nacional de su único eje sensato y viable que era la producción y el comercio privados.
 

Con grave torpeza, el heredero hizo lo que el finado no se atrevió: devaluar en 47% una moneda que sufre diez años de rígido control cambiario. Como el consumidor no entendía por qué un producto que costaba 400 bolívares pasó a costar 800, pues el gobierno le dio la explicación que más le convenía políticamente: que eran los burgueses, pelucones, apátridas, parásitos, usureros, corruptos, especuladores, que lo estaban robando y que allí estaba su gobierno bolivariano para protegerlo. Es decir, ratón cuidando queso.
A un gobierno interesado solamente en imponer el comunismo en Venezuela, cuando le explotan los conflictos en la cara se voltea y echa la culpa a quienes quiere eliminar del panorama nacional. Así ha ido fracturando a todos los factores institucionales, debilitando los poderes autónomos, universidades, academias, colegios profesionales, gremios y sindicatos, cámaras de producción, medios de comunicación.
La oposición ha sido carajeada, acogotada, difamada, insultada, disminuida, por un régimen canalla que gobierna sólo para sus intereses, mientras hace creer que es el Robin Hood de los pobres, robando (porque expropiar sin indemnizar es robar) lo que debe respetar como propiedad privada, perjudicando así lo más preciado de un país próspero: la confianza en sus leyes, en su gobierno, en las inversiones, en el futuro.
Las últimas acciones de un gobierno irrespetuoso y arbitrario ordenando a sus seguidores limpiar los anaqueles de las tiendas; lanzar a todo el gobierno a perseguir y tachar de especulador a los comerciantes venezolanos, es además de una injusticia, un terrorífico panorama de un gobierno implacable con sus gobernados, un gobierno al que no le tiembla la mano para destruir comercios levantados en muchos años de trabajo.
La generalización ha sido el pecado mortal del chavismo y ahora del madurismo (si es que eso existe como tal), porque han legislado para las excepciones, pero con el fin de castigar a todo el mundo como infractor. La descalificación pública en un país donde abundan los fanáticos que repiten las idioteces que dicen sus líderes sin digerirlas ni medir las consecuencias, ha provocado una sociedad terrible de acusadores y acusados, de víctimas y victimarios. Y desde hace mucho tiempo venimos advirtiendo que esta satanización que hace el gobierno de quienes no lo apoyan, está provocando odios irreconciliables de imprevisibles consecuencias, que de no detenerse en seco ya, va a terminar en un enfrentamiento letal entre hermanos.
Con seguridad la mayoría de los venezolanos no quiere vivir en un país donde no sabe si se va a regresar vivo a casa; donde el carro está destrozado por los huecos, policías acostados y vías imposibles; donde hacer cualquier diligencia de papeleo público o privado cuesta tiempo y dinero irrecuperables; donde hay que hacer excursiones por varios mercados para conseguir los productos básicos; donde las ya diarias colas de todo tipo hacen perder tiempo valioso; donde el abuso y la arbitrariedad impera en las calles, siguiendo el ejemplo que el gobierno da; donde un grupo de facinerosos tiene más poder que los ciudadanos decentes del país; donde cualquier improvisado (pero eso sí con una fidelidad forrada en dólares) es ministro; donde los profesionales venezolanos son desplazados por arribistas rojos, cubanos, chinos, iraníes, bielorrusos o bolivianos; donde los apagones son siempre culpa de sabotajes, de iguanas, de rayos, de redes y nunca de un gobierno que honestamente reconozca su responsabilidad de gobernante.
Quiero, como quieren muchos compatriotas, vivir en una Venezuela donde se reconozcan los méritos y la academia, donde haya seguridad en las calles, donde la propiedad privada sea respetada y estimulada, donde se valoren los derechos de expresión, información y las libertades personales, donde haya instituciones independientes y confiables, donde se cumpla la ley.
Para ello tenemos que comenzar por reordenar la casa y nada mejor que contar con un buen conserje: que se ocupe de que tengamos agua, luz, que nos recojan la basura, de tener limpias las propiedades, de actuar como intermediario del armónico devenir de los vecinos, que haga grato el entorno e imponga el respeto en todas las interacciones, además de administrar correctamente el condominio. Esos son nuestros alcaldes y concejales, “ninguneados” como elecciones sin importancia, pero que en estos momentos cuando se quiere imponer por encima de la constitución un estado comunal, son indispensables para mantener el núcleo geopolítico municipal establecido en la carta magna.
Como nos han acostumbrado los abusadores, este evento es de claro ventajismo por parte del oficialismo que dispone de los medios públicos, del dinero del estado, del poder gubernamental y hasta de los empleados públicos, para ejecutar una avasalladora campaña. El Presidente haciendo promoción a sus candidatos en cadena nacional sin que el CNE diga pío; decretando el día de las elecciones como “Día de la Lealtad a Chávez”, porque hay suficientes electores pendejos que se acobardarán cuando vean los ojos del finado clavados en el tarjetón; a los candidatos rojos vestidos de azul ( porque ahora les hiede el colorcito chavista), en series de vallas consecutivas, costosísimas, afiches y cuñas televisivas; destruyendo la propaganda de la oposición y bloqueando marchas y mítines con enjambres de motorizados agresivos; tratando de quitar de en medio a los candidatos de la oposición con medidas judiciales, como es el caso de Miguel Cocchiola, a quien le hicieron el grandísimo favor de victimizarlo. Y no es para menos: 45 años vendiendo madera y ahora que es candidato, sus enemigos políticos descubrieron que esa madera tenía polillas. ¡Un poquito de por favor!
Como no puedo agarrar por las mechas y botar a patadas a tanto incapaz insultador y abusivo; como no puedo como demócrata intentar vías no constitucionales para salir del conflicto, he tomado, como siempre, la decisión de votar. No dejo de votar en ninguna elección porque quiero estar allí, presente con mi opinión. Con mi rechazo, con mi poder de ciudadana. No me importa lo que haga el CNE, eso es problema de ellos. El mío es expresarme, que me vean en el centro electoral, hacer presencia en las mesas, decir que quiero una Venezuela mejor votando en contra de esta horda de ineptos.
Voy a votar por todos los que no pueden hacerlo, por mis hermanos exiliados, por mis amigos lejanos, por los perseguidos, por los presos políticos, por Franklin Brito, por Afiuni, por Simonovis, por todos los caídos en la lucha democrática, por la gente del petróleo que me escribe desde los rincones más remotos del planeta donde añoran su país mientras regalan sus conocimientos a la prosperidad de otra tierra. Voy a votar por mis ancestros, que se jorobaron bastante peleando contra especies similares a ésta para darnos un país libre. Se los debo y voy a cumplirles. Voy a votar porque quiero que mis nietos digan que su abuela se fajo a luchar y a votar para que ellos vivieran libres en esta hermosa Venezuela. Voy a votar porque no quiero que el comunismo se termine de apoderar de mi país, porque quiero ejercer mi libertad, porque no me voy a ir para ninguna parte y por lo tanto, tengo que hacer todo lo que esté a mi alcance y más.
Aquí hay gente que sobra y solo saldrá con una manifestación multitudinaria de rechazo y el voto es una de ellas. Como en otras oportunidades, hagamos que el voto masivo obligue a declarar nuestra tendencia irreversible. De cualquier forma, la tendencia irreversible de los hijos de Bolívar será siempre la libertad. Los dictadorzuelos pasan, pero nosotros seguiremos aquí. Palabra de periodista.
Sólo la decisión de millones de venezolanos hará posible que Venezuela amanezca el lunes 9 de diciembre color esperanza.
Charitorojas2010@hotmail.com
Twitter: @charitorojas
Aquí entre nos
* En Valencia la oposición ha ganado numéricamente las cinco últimas elecciones (en promedio, le saca 6 puntos al chavismo), aunque las divisiones le han impedido tomar el poder. Así perdió Miguel Cocchiola, quien ha debido ser alcalde en lugar del hoy encarcelado Edgardo Parra. La persecución desatada contra el industrial maderero, con amenazas de allanamiento de su inmunidad como parlamentario, le han hecho ganar puntos en las encuestas y sobre todo endurecer su discurso, tornándolo más centrado y convincente. Las recientes declaraciones desde el SEBIN del alcalde Parra, afirmando que suministró recursos municipales que le pidieron sus jefes políticos para las campañas presidenciales y de la gobernación de Carabobo, prueba sin ninguna duda la malversación como una práctica habitual del chavismo para financiar al PSUV y sus candidatos.
* El Fondo Monetario Internacional, por voz de su directora Christine Lagarde, vuelve a manifestar preocupación por la economía venezolana, “pues se han utilizado significantes montos de reservas, lo cual puede representar problemas a corto plazo”. El organismo dijo que desde hace tiempo el gobierno de Venezuela no ofrece información actualizada, pero que la inflación anualizada del 53% contra el pronóstico gubernamental de entre 14 y 16%, hablan de graves problemas de diseño en las finanzas nacionales, con un crecimiento de apenas 1%, “increíble en el país con las mayores reservas petroleras del mundo”.
* El malestar en el Táchira está a punto de implosión. El cierre intempestivo de la frontera a 6 días de las elecciones causa pérdidas económicas de unos de 70 millones de dólares diarios. Más de 300.000 personas que hacen de población flotante entre ambos lados han cesado en sus trabajos y actividades diarias y unos 100.000 venezolanos quedaron del lado colombiano cuando se cerraron los dos puentes internacionales. Por supuesto que ellos no podrán votar este domingo. Y lo más grave es que 1.500 pacientes renales que recibían diálisis al otro lado de la frontera por la carencia de este servicio en el Táchira, corren riesgos ciertos. Para el gobierno es más importante ganar esa elección que proteger la vida y los trabajos de miles de venezolanos.
* El “éxito” del gobierno haciendo felices a algunos electores a 2 semanas de las elecciones, con esta “guerra económica” de bajar los precios por decreto, sin estudios de costos y factibilidad, va a tener resultados nefastos en enero de 2014. Esos resultados ya se están viendo en muchas tiendas vaciadas y sin posibilidad de reponer inventario porque fueron obligadas a vender por debajo del costo de reposición. Las dos nuevas leyes decretadas por el habilitado eliminarán el libre mercado en Venezuela y pondrán bajo el control de este ineficiente gobierno todas las importaciones, dejando a la empresa privada como distribuidoras o minoristas. En enero, con el sector privado colapsado, el gobierno aplicará el último paso de un sistema comunista: el racionamiento. Como siempre, los especuladores del mercado negro serán los únicos ganadores. Voten, marchen, resistan, hagan todo porque Venezuela no sea el segundo país comunista de América.
Hasta el próximo miércoles

No comments:

Post a Comment