En: http://www.lapatilla.com/site/2014/09/01/alexander-guerrero-e-biometrica-de-la-escasez-racionamiento-y-control-de-la-dieta/
Alexander Guerrero E.
Un par de conceptos, las instituciones que explican la naturaleza,
acción humana, catalaxia: precios y mercado, los fundamentos de la
propiedad privada y la libertad. Al restringir su comportamiento
administrativamente desde el gobierno, con leyes, decretos o manu
militari, se provoca la insurgencia de montones de distorsiones que
impactan severamente sobre los grupos de menores recursos, terminado
eventualmente en la cuerda de la servidumbre del Estado benefactor.
La historia nos muestra uno interesantes ejemplo. El primero en
hacerlo, tenemos en el mundo clásico, llegando triunfante de las Galias,
Julio Cesar. Quien hizo algo similar con los precios y los impuestos, y
danos a la propiedad privada. El l impacto fiscal por control de
precios y expansión del gasto fue letal, Cicerón lo advirtió en aquellos
días, “el presupuesto debe ser balanceado,…..la deuda publica debe
reducirse, la inflación combatirse. La arrogancia del gobierno deben
atemperarse y controlarse, así como eliminar las asistencias financieras
a tierras extrañas, de otra manera aceremos en bancarrota…”- Cicero, 63
B.C. Las Catilinarias.
Pero es lo contrario a lo que actualmente hace el gobierno
venezolano. En aquellos tiempos, un testigo de excepción, Cicerón desde
las tribunas del senado fue un crítico tenaz predeciría el caos fiscal,
social y militar. En tiempos modernos, socialismo, fascismo y nazismo
hicieron lo mismo, ya sabemos que ocurrió: escasez, hambre y miseria,
colas y servidumbre y empobrecimiento.
No hay precios justos, los precios no son como deben ser, no
contienen juicio de valor, son objetivos y su validez es universal. A
través de ellos la sociedad distribuye costos y beneficios, y mientras
más libre sea el mecanismo de formación de precios, más racional y
equitativo es el intercambio. La costura institucional fusiona derechos
de propiedad, mercado y precios, la indivisibilidad es total, el precio
es objetivos de todos, y no confisca de nadie, si es alto o bajo vendrá
definido por las preferencias de los consumidores. Por ello el 98% de la
humanidad forma precios libremente, aquel país que rompe esta lógica
natural y social, levanta un hervidero de distorsiones, entre ellas la
escasez y la inflación.
No hay ingenuidad en los controles, hay asimetría de información y
conocimiento, también ignorancia y voluntarismo, propósitos políticos,
se busca el control de la gente y ello se logra administrando la escasez
que el control de precios produce; es lo que hoy nos ocurre con los
controles de precio y de cambio, y somos testigos que esos controles no
alcanzan objetivos sociales de ningún modo, el bolívar compra un dólar a
razón de 90 Bs, uy la inflación de los alimentos terminara en 120% en
el 2º14. El termino de esa coyuntura, nadie se beneficia, las
desproporciones sociales y políticas se quiebran con los conocidos
efectos perversos de miseria y hambre. Los controles quedan entonces
para reprimir la respuesta social y política de la gente que ve su
calidad de vida empeorar a gran velocidad, como ocurre hoy en Venezuela.
Mientras tanto, los gobiernos a través del monopolio en los mecanismos
de coerción, represión, y el peso de las leyes cuando el sistema no
tiene contrapesos institucionales, el Estado de derecho, porque esta es
parte del esquema de no controlabilidad y equilibrio institucional.
El gobierno hace 11 años impuso controles en precios y producción, se
sirvió de ellos ello para monopolizar las divisas, en ese periodo el
gobierno ejecuta y realiza el 72% de las importaciones, y sin embargo
declaro una guerra por la escasez, en un entorno de racionamiento de
divisas, vía CADIVI y SICAD’s, mientras los flujos de renta petrolera
caerían en medio de una severa caída de la producción, descapitalización
y elevados costos financieros de PDVSA< una empresa catalogada en
los mercados de alto riesgo, por ello no ha podido en tres años colocar
un bono de deuda en dólares en los mercados, ello elevo su riesgo. EN
conjunto todo ello, y bajo la conocida ineficiencia sin mercado, las
divisas vendidas por el gobierno caerían con ellas las reservas
internacionales; el resultado neto escasez de divisas, caída de las
importaciones y devaluaciones, con una tensa entre hiperinflación y
escasez templo trajo las colas para comprar cualquier cosa. Ante ese
caos sin solución, el gobierno busco en los “colistas” al culpable, es
obvio que el gobierno debe saber que es su culpa, pretende tomar la
huella para que las colas se vayan a la tarjeta electrónica, pero con
las malas noticias que ninguno de esos artilugios electrónicos, o
perdigones y gas lacrimógeno, traerá los bienes al mercado. El
desconocimiento de las cosas de la economía en el gobierno es para lo
menos patética, sus soluciones causan mayor impacto y perversión.
El racionamiento operado dentro del sistema en todos los sectores de
producción, importación, se hizo global, la escasez en los anaqueles que
atienden la demanda del consumidor, muestra la verruga de la
intervención, PDVSA convertida en operadora fiscal era más útil en
reparto, que en su actividad medular, hoy es un conglomerado que hace
todo, a doble costo. El control de volúmenes y precios del dólar, hizo
que en el mercado los dólares fueran petrodólares, los que p provienen
de las exportaciones del petróleo. Así, la crisis balanza de pagos y
crisis fiscal que son las causas económicas de la escasez y
racionamiento, explota al bolívar, lo vuelve añicos, el gobierno se
nutre así del impuesto inflacionario, de la inflación que el mismo
imprime.
El gobierno resiste al remedio, desmontaje de los controles, por el
contrario su respuesta a la escasez, inflación y mercados negros por el
mismo creado, es más controle, decreto leyes para los precios, que
torpeza, falta de conocimiento nos metió en la trampa de la
hiperinflación y la escasez; se reactiva la represión, exacerbando “más
escasez y más inflación; la actividad económica sucumbe, en el 1er
Semestre de este ano, la contracción económica se sitúa entre (-5%) y
(-7%,). Los números muestran la escasez, el BCV la estima sobre 30%, que
explica que de cada 10 bienes que se demandan, solo se consiguen 3 pero
después de tres viajes al mercado. La perversión ya es parte del
sistema Y como es endógena al sistema, las colas expresan miedo al
hambre, la hiperinflación y escasez. La pérdida de tiempo por colas
desbarata la actividad económica en 12% en términos de PIB, la
contracción es severa e inédita en la historia económica venezolana,
mayor que cuando el paro petrolero.
El gobierno fracasa políticamente, su fracaso económico lo vivimos a
diario. Los gobernantes sienten miedo, no publican índices
inflacionarios, pensando que la inflación solo se lee y no se siente,
error; y apela sin vergüenza al racionamiento, y lo busca a través del
mecanismo más complejo, la biométrica capta huella y a la base de datos
de los consumidores, misión imposible, convierte al mecanismo en un
objetivo para la violencia, una tarjeta de racionamiento electrónica,
presente en la base datos. Cambia el racionamiento por colas, visible,
tumultuoso y socialmente costoso
De esta manera, el gobierno emite una señal peligrosa, la escasez, la
hiperinflación, estarán para un largo plazo; eso lo sabemos, porque
estudiamos las causas de fenómeno, son políticas y económicas; la gente
de a pie no lo sabe pero lo siente, no lo racionaliza, el temor por el
hambre aparece en la respuesta social y en el gobierno las asimetrías de
información y conocimiento solo piensan en la violencia institucional
del Estado, en la represión, ahora con capta huella, conseguirá lo mismo
que no tiene.
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