Por Redacción.- El plan de fortalecer las reservas internacionales sigue adelante. Pero no todo lo que brilla es oro, pues el Fondo Chino tiene sus reglas.
Por Redacción.- Primero fueron 750 millones de dólares, anunciados la semana pasada por Nicolás Maduro, luego del reacomodo interno del gobierno. Los mercados no han hecho una lectura positiva de los anuncios burocráticos y menos del plan: mejor dicho, de la falta de un plan económico. Los 750 millones de dólares salieron del fondo de pensiones de PDVSA y se supone que fortalecerán, en una cuenta especial, las menguadas reservas internacionales del país. Esta semana, el gobierno pretende anunciar el traspaso de 4.000 millones de dólares del Fondo Chino. Como se recordará, dentro del plan de Rafael Ramírez se contemplaba el traspaso de todos los recursos de la nación dispersos en distintos fondos a las reservas internacionales. Si bien, Ramírez no será el ejecutor de las medidas, al menos, en este punto se le escuchó. A medias. Pues, el programa original era que los fondos alimentarían las reservas y no irían a una cuenta especial. Ahora, ya el hecho de que el gobierno haya entendido de que un nivel reforzado de reservas envía señales positivas a los agentes económicos nacionales e internacionales, es positivo. Lo que pasa es que el Fondo Chino tiene sus propias reglas. Ya de por sí la cuenta especial no significa recursos líquidos para las reservas. Tampoco la plata del Fondo Chino, que es un convenio diseñado para obras concretas y cuyos desembolsos se procesan en la medida de la ejecución de los programas. Así que ni por cuenta especial ni por Fondo Chino, los 4.000 millones se traducen en liquidez para las reservas. Sin embargo, aportan el perfil de lo que desea el gobierno de Maduro. Plantarle cara a quienes se apuran en hablar de incumplimiento de pago de los compromisos de deuda. Tanto Maduro como antes Ramírez, han repetido que Venezuela nunca ha dejado de pagar la deuda, y la seguirá honrando. El segundo aspecto es que una vez apurado el traspaso del dinero del Fondo Chino, vendrá el traspaso, se supone, de otros 4.000 millones de dólares del Fonden. Cuando se concreten los anuncios, la primera respuesta la ofrecerán los mercados. Los bonos han venido bajando. Los analistas suponían que con el reacomodo ministerial y burocrático, las medidas venían en paralelo. Ramírez calculaba que aún antes de los anuncios, se fortalecieran las reservas. De ese modo la lectura hubiera sido otra. En todo caso, se sigue un guión. Letras más o letras menos.
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