En: http://www.lapatilla.com/site/2014/09/02/crisis-politicas-erraticas-medidas-polemicas-la-popularidad-de-maduro-se-tambalea/
La profundización de la crisis económica, titubeos en políticas
públicas y varias iniciativas polémicas hicieron perder en pocos meses
más de 15 puntos de popularidad al presidente venezolano Nicolás Maduro,
quien dilapidó el capital logrado en las municipales de diciembre,
ganadas con rebajas compulsivas de precios.
Una encuesta de Datanálisis muestra que 80% de la población considera
que la situación del país es negativa y que la popularidad del heredero
del fallecido Hugo Chávez cayó a 35%, mientras que Hinterlaces, una
encuestadora considerada afín al chavismo, afirma que ha perdido 18
puntos en nueve meses.
“Hay una correlación directa entre la percepción de crisis económica y
la caída en la popularidad de Maduro, no solo por lo que ha hecho, sino
por lo que no ha hecho, resolver la escasez y la inflación. Y por lo
que ha dicho que va a hacer y no hace. La percepción de la gente es que
el gobierno está perdido”, explicó a la AFP Luis Vicente León,
presidente de Datanalisis.
Aunque no existen cifras oficiales actuales, el deterioro de la
calidad de vida es evidente: salvo los productos de precios controlados,
todo cuesta más que ayer pero menos que mañana, y es frecuente ver en
supermercados estantes vacíos o no encontrar durante meses productos
como café, azúcar o papel higiénico.
En el último índice divulgado en mayo por el gobierno, la inflación
anualizada rozó el 61%, la mayor del hemisferio americano, mientras que
en marzo el Banco Central registraba 19 rubros de consumo básico con
“serios problemas de abastecimiento”.
La patronal Fedecámaras estima que “probablemente el año terminará con una caída del 4% al 5%” del PIB.
Al gobierno le llueven además las críticas -últimamente también desde
dentro del chavismo- por el colapso del sistema hospitalario, el
aislamiento aéreo debido a una millonaria deuda con las compañías
internacionales, o la corrupción incrementada por el estricto sistema de
control de cambio y asignación de petrodólares.
El hecho de que esta situación se verifique en el país que cuenta con
las mayores reservas mundiales de petróleo es para muchos indignante.
Analistas nacionales e internacionales recomiendan una serie de
medidas “impostergables” ante la gravedad de la crisis, entre ellas
unificar los tres tipos de cambio existentes, flexibilizar los precios
de algunos productos controlados (como el de la gasolina, la más barata
del mundo), reducir el gasto público o frenar la expansión de la
liquidez monetaria, causantes de la inflación, la escasez y el
contrabando.
- Esperando “el sacudón” -
Pero Maduro, un exsindicalista que creció políticamente a la sombra
de Chávez, ha respondido con titubeos, anunciando en los últimos meses
acciones en ese sentido, pero sin concretarlas, también debido a las
posturas enfrentadas entre las distintas facciones del chavismo.
Hace casi tres meses, viene anunciando un “sacudón revolucionario”,
una reestructuración del gobierno que ha aplazado en varias ocasiones.
“Hay un tema de verosimilitud. Anuncia acciones, anuncia medidas,
esas medidas no llegan, cuando dice que va hacer una cosa recula, hecha
para atrás, como con (un aumento en los precios de) la gasolina”, opina
Oswaldo Ramírez, director de ORC Consultores.
A ello se agrega la polémica suscitada por otras medidas tomadas por
Maduro, a pesar de que una de ellas le ayudó a ganar las municipales de
diciembre: la rebaja forzosa de precios en los comercios -custodiados
por militares- para combatir la inflación.
Otras, en cambio, contribuyeron a la sensación de que, para evitar
costos políticos, está atacando más las consecuencias que las causas de
la crisis, como los cierres nocturnos de la frontera con Colombia -por
donde se escapan miles de litros de gasolina y toneladas de alimentos
subsidiados- o instalar un sistema de lectores de huellas dactilares en
los supermercados para limitar la venta de productos.
Pero según los analistas la pérdida de popularidad de Maduro,
encarnada por chavistas desencantados y “ni-ni” (ni chavistas ni
opositores) y en un contexto de debilidad en la oposición tras meses de
violentas protestas, no representa una amenaza a corto plazo para la
estabilidad de su gobierno, sobre todo si se compara con la baja
aceptación de otros presidentes de la región, como la del estadounidense
Barack Obama (38%) o el peruano Ollanta Humala (32%).
“Lo que diferencia a su gobierno es la percepción de crisis (…) Un
35% (como índice de popularidad) no da para que te saquen por la mecha
pero, sin apenas margen de maniobra, tampoco da para ganar una
elección”, advierte Luis Vicente León, en referencia a las elecciones
legislativas previstas para fines de 2015.
AFP
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