JOSÉ G. MÁRQUEZ
"Cuando hablaban de este mal / creí que era exageración / que una
gripe te dejaba fuera de circulación", se escucha al inicio de la canción
antes de llegar al contagioso coro: "Chi-kun-gun-ya azotando mi nación /
Ni médico o brujo quita si el zancudo te picó".
La epidemia que causó en el país el "mosquito tigre" (de la familia Aedes albopictus) sirvió de inspiración para una gaita que se esparció, como la propia enfermedad, rápidamente entre los internautas durante el inicio de la temporada decembrina de este año, en el cual el género será declarado Patrimonio Cultural de la Nación por la Asamblea Nacional.
La gaita de la chikungunya, de Ludving Salazar para el conjunto El reencuentro, no se escucha en las radios venezolanas por su contenido. Lo mismo ocurre con Bachaqueando de Rincón Morales, que se pasea por la crítica social y el humor: "Caminé 30 farmacias buscando una medicina/ y no me lo van a creer/ no conseguí ni aspirina".
Al parecer de Neguito Borjas, la gaita de protesta -o de alerta, como prefiere llamarla- "tiene una prohibición silente, porque nadie la quiere poner", por lo que los exponentes del género han concentrado sus esfuerzos de promoción en las redes sociales, "en donde hay cierta libertad", dice.
"Para mí, Bachaqueando es buen tema. Me gustó mucho. El zuliano juega mucho con las carencias, con el alto costo de la vida", indica el artista.
El grupo de Borjas, Gran Coquivacoa, lanzó este mes el promocional No quiero ser la mitad. "El tema habla de la polarización que nos ha dividido como país, que no permite vemos como compañeros, como una hermosa familia". El tema, que sí ha sido radiado, cuenta con las colaboraciones de los músicos Iván Pérez Rossi y Francisco Pacheco.
De encontrarse en otro momento del país en donde el contenido no fuese tan regulado, Álvaro Cuchillo, del treintañero grupo Melody Gaita, retrataría dos situaciones peculiares del país al ritmo de la gaita: a las fuerzas de choque del gobierno llamados "colectivos" y a los "raspacupos". "Sería un tiro al piso", considera.
"La gaita protesta mermó sobremanera porque no se puede difundir en la radio. Los grupos se han dedicado a resaltar valores venezolanos, temas románticos, a pesar de que ahorita hay bastante tela que cortar", precisa el músico que, de agosto a diciembre, conduce el afamado programa Viva la gaita en radio (96.9 FM) y televisión (Canal I).
Alejandro Silva, de Barrio Obrero (único conjunto gaitero con 59 años de trayectoria), refiere que su agrupación no ha dejado de hacer gaita de protesta, como las dos que presentan en esta temporada: La revolución, "que, en tono jocoso, dice que la revolución es sabrosa para el que está arriba, pero el de abajo la pasa mal"; y Uno por uno, que aboga por el reencuentro de los venezolanos.
La epidemia que causó en el país el "mosquito tigre" (de la familia Aedes albopictus) sirvió de inspiración para una gaita que se esparció, como la propia enfermedad, rápidamente entre los internautas durante el inicio de la temporada decembrina de este año, en el cual el género será declarado Patrimonio Cultural de la Nación por la Asamblea Nacional.
La gaita de la chikungunya, de Ludving Salazar para el conjunto El reencuentro, no se escucha en las radios venezolanas por su contenido. Lo mismo ocurre con Bachaqueando de Rincón Morales, que se pasea por la crítica social y el humor: "Caminé 30 farmacias buscando una medicina/ y no me lo van a creer/ no conseguí ni aspirina".
Al parecer de Neguito Borjas, la gaita de protesta -o de alerta, como prefiere llamarla- "tiene una prohibición silente, porque nadie la quiere poner", por lo que los exponentes del género han concentrado sus esfuerzos de promoción en las redes sociales, "en donde hay cierta libertad", dice.
"Para mí, Bachaqueando es buen tema. Me gustó mucho. El zuliano juega mucho con las carencias, con el alto costo de la vida", indica el artista.
El grupo de Borjas, Gran Coquivacoa, lanzó este mes el promocional No quiero ser la mitad. "El tema habla de la polarización que nos ha dividido como país, que no permite vemos como compañeros, como una hermosa familia". El tema, que sí ha sido radiado, cuenta con las colaboraciones de los músicos Iván Pérez Rossi y Francisco Pacheco.
De encontrarse en otro momento del país en donde el contenido no fuese tan regulado, Álvaro Cuchillo, del treintañero grupo Melody Gaita, retrataría dos situaciones peculiares del país al ritmo de la gaita: a las fuerzas de choque del gobierno llamados "colectivos" y a los "raspacupos". "Sería un tiro al piso", considera.
"La gaita protesta mermó sobremanera porque no se puede difundir en la radio. Los grupos se han dedicado a resaltar valores venezolanos, temas románticos, a pesar de que ahorita hay bastante tela que cortar", precisa el músico que, de agosto a diciembre, conduce el afamado programa Viva la gaita en radio (96.9 FM) y televisión (Canal I).
Alejandro Silva, de Barrio Obrero (único conjunto gaitero con 59 años de trayectoria), refiere que su agrupación no ha dejado de hacer gaita de protesta, como las dos que presentan en esta temporada: La revolución, "que, en tono jocoso, dice que la revolución es sabrosa para el que está arriba, pero el de abajo la pasa mal"; y Uno por uno, que aboga por el reencuentro de los venezolanos.
Vía El Universal
No comments:
Post a Comment