JORGE LINARES ANGULO | EL UNIVERSAL
martes 24 de enero de 2012 12:00 AM
La presentación de Hugo Chávez el viernes 13/01/12, so pretexto de la "memoria y cuenta" presidencial, se destacó por la breve pero enjundiosa intervención de María Corina Machado, participación que dio sentido a aquella interminable monserga. El Presidente había propiciado la intervención de los diputados. Ella lo hizo, refiriendo, al final de sus dos minutos, el respeto a la empresa privada alegado por el Sr. Chávez: "¿Cómo puede hablar Ud. que respeta al sector privado en Venezuela cuando se ha dedicado a expropiar, que es robar, cuando se ha dedicado a insultar...?". La respuesta del Jefe Único, sorprendido, fue:" ¿robar?". María Corina replicó: "Sí, las propiedades de empresarios, comerciantes, hasta pequeñas posadas a quienes ni siquiera se les ha resarcido su propiedad". Terminada la breve exposición, el Presidente, astutamente, comentó: "O sea, Ud. me está llamando ladrón".
María Corina indicaba un hecho evidente: se ha expropiado sin resarcir, lo cual no puede tener otra significación: expropiar es quitar la propiedad, pero si ésta no se paga, se convierte en robar. Ocurre que el Sr. Chávez es un autócrata, nada se hace sin su anuencia, pero además ha salido a expropiar públicamente (¿se acuerdan de los "exprópiese" y del edificio Francia y otros en el centro de Caracas?). De allí que se haya sentido aludido y que, por tanto, se haya endilgado la palabra que María Corina no pronunció.
De las intervenciones plañideras de los diputados oficialistas suscitadas por el "irrespeto" de María Corina al Presidente, la más aparatosa fue la de la diputada María León. Iracunda, clamó castigo para la diputada opositora: no sólo pidió la acción del procurador y del presidente de la AN, sino que se dio el tupé de decir que María Corina no podía quedar impune pues "la impunidad es una fase de la corrupción", con lo cual nombró la soga en la casa del ahorcado. Remató con una frase insólita: "Presidente Chávez, las mujeres estamos dispuestas a dar la vida por usted y el proyecto que representa".
María León fue -¿lo es todavía?- líder del movimiento feminista en Venezuela. Muchos la recuerdan como una apasionada militante de este movimiento que reivindica, con toda razón, la capacidad de la mujer para el ejercicio pleno de los derechos ciudadanos. ¿Cómo es que una connotada feminista pide sanciones para una mujer que ha ejercido su libre derecho de expresión como diputada y que además enuncia un reclamo que comparte la mayoría de la población venezolana? Quitar la propiedad con violencia (militares de por medio y ocupantes con franela roja), sin resarcir, es un robo, y en esto no caben medias tintas. María Corina sólo dijo una verdad ante un Presidente que precisamente se caracteriza por irrespetar a sus adversarios y a ofender a dignatarios de otros países (¿qué son los insultos a Bush, a Uribe, a Insulza, a Cantor, a Santos antes de la luna de miel, a Fox, a la CIDDH, etc.?
Como feminista María León defraudó en esa sesión de memoria y cuenta transformada en un acto de propaganda que se le fue de las manos al Máximo Líder. Pero no es de extrañar porque la mayor parte de las mujeres hoy militantes del "proceso" lo son -o fueron- también del feminismo venezolano y han terminado olvidando sus banderas. Todas mujeres brillantes que hoy sorprenden cuando, con la Sra. León a la cabeza, exclaman: "Ordene Ud. Comandante". Hicieron silencio ante el caso de Zoila América cuando Daniel Ortega visitó nuestro país y miraron hacia otro lado en los casos de la jueza Afiuni y de Elinor Montes, para sólo citar dos.
Vendrán nuevos tiempos. Pero hoy no quedan dudas: el feminismo en Venezuela se desvanece, está in articulo mortis.
María Corina indicaba un hecho evidente: se ha expropiado sin resarcir, lo cual no puede tener otra significación: expropiar es quitar la propiedad, pero si ésta no se paga, se convierte en robar. Ocurre que el Sr. Chávez es un autócrata, nada se hace sin su anuencia, pero además ha salido a expropiar públicamente (¿se acuerdan de los "exprópiese" y del edificio Francia y otros en el centro de Caracas?). De allí que se haya sentido aludido y que, por tanto, se haya endilgado la palabra que María Corina no pronunció.
De las intervenciones plañideras de los diputados oficialistas suscitadas por el "irrespeto" de María Corina al Presidente, la más aparatosa fue la de la diputada María León. Iracunda, clamó castigo para la diputada opositora: no sólo pidió la acción del procurador y del presidente de la AN, sino que se dio el tupé de decir que María Corina no podía quedar impune pues "la impunidad es una fase de la corrupción", con lo cual nombró la soga en la casa del ahorcado. Remató con una frase insólita: "Presidente Chávez, las mujeres estamos dispuestas a dar la vida por usted y el proyecto que representa".
María León fue -¿lo es todavía?- líder del movimiento feminista en Venezuela. Muchos la recuerdan como una apasionada militante de este movimiento que reivindica, con toda razón, la capacidad de la mujer para el ejercicio pleno de los derechos ciudadanos. ¿Cómo es que una connotada feminista pide sanciones para una mujer que ha ejercido su libre derecho de expresión como diputada y que además enuncia un reclamo que comparte la mayoría de la población venezolana? Quitar la propiedad con violencia (militares de por medio y ocupantes con franela roja), sin resarcir, es un robo, y en esto no caben medias tintas. María Corina sólo dijo una verdad ante un Presidente que precisamente se caracteriza por irrespetar a sus adversarios y a ofender a dignatarios de otros países (¿qué son los insultos a Bush, a Uribe, a Insulza, a Cantor, a Santos antes de la luna de miel, a Fox, a la CIDDH, etc.?
Como feminista María León defraudó en esa sesión de memoria y cuenta transformada en un acto de propaganda que se le fue de las manos al Máximo Líder. Pero no es de extrañar porque la mayor parte de las mujeres hoy militantes del "proceso" lo son -o fueron- también del feminismo venezolano y han terminado olvidando sus banderas. Todas mujeres brillantes que hoy sorprenden cuando, con la Sra. León a la cabeza, exclaman: "Ordene Ud. Comandante". Hicieron silencio ante el caso de Zoila América cuando Daniel Ortega visitó nuestro país y miraron hacia otro lado en los casos de la jueza Afiuni y de Elinor Montes, para sólo citar dos.
Vendrán nuevos tiempos. Pero hoy no quedan dudas: el feminismo en Venezuela se desvanece, está in articulo mortis.
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