EL UNIVERSAL
domingo 22 de enero de 2012 07:11 AM
Columbia, EEUU.- El triunfo inesperado del expresidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich el sábado en la primaria republicana para las presidenciales en Carolina del Sur convierte ahora a Florida en un duro campo de batalla para los aspirantes a la Casa Blanca.
El conservador Gingrich venció al moderado Mitt Romney con comodidad, 40% a 27% con el 95% de las mesas escrutadas, ambos seguidos por el ultraconservador Rick Santorum (17%) y el libertario Ron Paul (13%), según datos oficiales, indicó AFP.
Durante su discurso triunfal, el vencedor retomó el tono populista que le ha dado frutos durante su campaña, atacando a la élite, los medios y al presidente demócrata Barack Obama, a quien acusa de haber provocado "una catástrofe" en el país.
Su victoria en Carolina del Sur, dijo, es la de los estadounidenses "que piensan que las élites de Washington y Nueva York no los comprenden, no se preocupan de ellos, no son dignos de confianza y, a fin de cuentas, no los representan en los absoluto".
Mitt Romney, que contaba con el triunfo en Carolina del Sur para dejar hasta aquí la primaria, reconoció su derrota estimando que la carrera sería "larga" y "aún más interesante".
El exgobernador de Massachusetts, que encarna esas élites del noreste estadounidense repudiadas por Gingrich, se declaró convencido de que terminará siendo el elegido para afrontar a Barack Obama en las elecciones presidenciales del 6 de noviembre.
Romney, hasta hace dos días el favorito indiscutible de los republicanos, deberá recuperarse en las primarias de Florida el 31 de enero si todavía quiere desafiar a Barack Obama en noviembre.
El triunfo de Newt Gingrich en Carolina del Sur convierte las próximas primarias en algo "crítico" y "hace de Florida el epicentro de este proceso de investidura", estimó Susan MacManus, profesora de ciencias políticas de la Universidad del Sur de Florida.
"Los republicanos saben bien -y no solo los republicanos de Florida-, que si un candidato no puede ganar Florida, sin duda no ganará la carrera a la Casa Blanca", agregó.
El triunfo de Gingrich sobre Romney resucita las dudas sobre la capacidad del ex gobernador de Massachusetts -un mulmillonario inversionista que aparece como el más moderado de los precandidatos republicanos- de unir al sector más conservador de su partido, donde es visto con recelo.
A pesar de su organización y sus medios financieros, Romney fue víctima en los últimos días de una recia campaña comandada por Gingrich en debates televisivos y de una controversia sobre su declaración de impuestos, que finalmente se comprometió a publicar pero en abril próximo.
John Silvers, un sexagenario consultado en la sede de campaña de Newt Gingrich en Columbia, capital del estado, explicó que se animó a votar por el candidato más conservador luego de ver cómo criticó a la izquierda y a los medios en la televisión.
"Se defendió realmente bien en los debates y nos hace falta alguien que se defienda bien debatiendo contra Obama", destacó el votante.
Ahora todas las miradas están sobre Florida, donde se realizará el 31 de enero la próxima etapa de las primarias, en un partido más dividido que nunca.
Intenso debateHasta el momento, el precandidato ultraconservador Rick Santorum ganó a principios de enero por estrecho margen la primaria Iowa (centro), Mitt Romney triunfó en New Hampshire (noreste) y Newt Gingrich en Carolina del Sur.
Gingrich, de 68 años, espera por su lado juntar el voto conservador luego de haber obtenido el jueves el apoyo de Rick Perry, el gobernador de Texas que abandonó la primaria.
El jueves también supo defenderse en un debate televisado de las preguntas sobre las aseveraciones de una de sus ex esposas, Marianne, que mencionó en una entrevista las infidelidades de Gingrich, un tema embarazoso para el electorado evangélico.
Gingrich rechazó de plano las acusaciones y acusó a "los medios elitistas que protegen a Barack Obama de atacar a los republicanos".
El conservador Gingrich venció al moderado Mitt Romney con comodidad, 40% a 27% con el 95% de las mesas escrutadas, ambos seguidos por el ultraconservador Rick Santorum (17%) y el libertario Ron Paul (13%), según datos oficiales, indicó AFP.
Durante su discurso triunfal, el vencedor retomó el tono populista que le ha dado frutos durante su campaña, atacando a la élite, los medios y al presidente demócrata Barack Obama, a quien acusa de haber provocado "una catástrofe" en el país.
Su victoria en Carolina del Sur, dijo, es la de los estadounidenses "que piensan que las élites de Washington y Nueva York no los comprenden, no se preocupan de ellos, no son dignos de confianza y, a fin de cuentas, no los representan en los absoluto".
Mitt Romney, que contaba con el triunfo en Carolina del Sur para dejar hasta aquí la primaria, reconoció su derrota estimando que la carrera sería "larga" y "aún más interesante".
El exgobernador de Massachusetts, que encarna esas élites del noreste estadounidense repudiadas por Gingrich, se declaró convencido de que terminará siendo el elegido para afrontar a Barack Obama en las elecciones presidenciales del 6 de noviembre.
Romney, hasta hace dos días el favorito indiscutible de los republicanos, deberá recuperarse en las primarias de Florida el 31 de enero si todavía quiere desafiar a Barack Obama en noviembre.
El triunfo de Newt Gingrich en Carolina del Sur convierte las próximas primarias en algo "crítico" y "hace de Florida el epicentro de este proceso de investidura", estimó Susan MacManus, profesora de ciencias políticas de la Universidad del Sur de Florida.
"Los republicanos saben bien -y no solo los republicanos de Florida-, que si un candidato no puede ganar Florida, sin duda no ganará la carrera a la Casa Blanca", agregó.
El triunfo de Gingrich sobre Romney resucita las dudas sobre la capacidad del ex gobernador de Massachusetts -un mulmillonario inversionista que aparece como el más moderado de los precandidatos republicanos- de unir al sector más conservador de su partido, donde es visto con recelo.
A pesar de su organización y sus medios financieros, Romney fue víctima en los últimos días de una recia campaña comandada por Gingrich en debates televisivos y de una controversia sobre su declaración de impuestos, que finalmente se comprometió a publicar pero en abril próximo.
John Silvers, un sexagenario consultado en la sede de campaña de Newt Gingrich en Columbia, capital del estado, explicó que se animó a votar por el candidato más conservador luego de ver cómo criticó a la izquierda y a los medios en la televisión.
"Se defendió realmente bien en los debates y nos hace falta alguien que se defienda bien debatiendo contra Obama", destacó el votante.
Ahora todas las miradas están sobre Florida, donde se realizará el 31 de enero la próxima etapa de las primarias, en un partido más dividido que nunca.
Intenso debateHasta el momento, el precandidato ultraconservador Rick Santorum ganó a principios de enero por estrecho margen la primaria Iowa (centro), Mitt Romney triunfó en New Hampshire (noreste) y Newt Gingrich en Carolina del Sur.
Gingrich, de 68 años, espera por su lado juntar el voto conservador luego de haber obtenido el jueves el apoyo de Rick Perry, el gobernador de Texas que abandonó la primaria.
El jueves también supo defenderse en un debate televisado de las preguntas sobre las aseveraciones de una de sus ex esposas, Marianne, que mencionó en una entrevista las infidelidades de Gingrich, un tema embarazoso para el electorado evangélico.
Gingrich rechazó de plano las acusaciones y acusó a "los medios elitistas que protegen a Barack Obama de atacar a los republicanos".
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