LUIS EDUARDO MURO | EL UNIVERSAL
sábado 21 de enero de 2012 12:00 AM
Desde el año 2003 el Gobierno venezolano ha extraído sistemáticamente reservas del Banco Central para financiarse.
El proceso se inició con "un millardito" (1.000 MM$), y eso se ha convertido en 40.000 millones de dólares entre el año 2003 y el 2011. Ahora hay que sumar otros 3.000 MM$ solicitados a principios de enero de 2012.
El Gobierno dice que es suficiente mantener un nivel óptimo de reservas (que no se sabe cómo se calcula), y que los recursos excedentarios deben aprovecharse para promover el desarrollo del país. El problema es cómo se ha ejecutado el uso de los "recursos excedentarios".
El dinero de las reservas internacionales es el respaldo de los bolívares en circulación, es decir, es equivalente al dinero que recibe un banco cuando sus clientes depositan. Por supuesto, un banco puede poner a producir ese dinero prestándolo a otras personas que lo necesiten para financiar proyectos, pero nunca podrá regalarlo, ya que realmente no le pertenece, es dinero de los depositantes.
Lo mismo sucede con el Banco Central. Aunque no es normal que un Banco Central financie al Gobierno, si lo llega a realizar, tiene que ser a través de préstamos, ya que el dinero no es del Central sino de los tenedores del dinero que circula en el país.
Transferir 43.000 MM$ de las reservas para ser gastados, y no repagados al BCV, es quitarnos los depósitos a todos los que tenemos bolívares.
Por esto la pérdida acelerada del valor del bolívar. Hoy las reservas solo respaldan el 29% del dinero en circulación. Con los 40.000 MM$, que ya se sacaron, el respaldo llegaría al 68%.
Hoy, la tasa de cambio implícita, resultante de dividir el dinero circulante entre las reservas, es cercana a los 15 Bs/$, pero con los 40.000 MM$ que deberían permanecer en los balances del Central sería de 6,40 Bs/$.
¡Qué horror!
El proceso se inició con "un millardito" (1.000 MM$), y eso se ha convertido en 40.000 millones de dólares entre el año 2003 y el 2011. Ahora hay que sumar otros 3.000 MM$ solicitados a principios de enero de 2012.
El Gobierno dice que es suficiente mantener un nivel óptimo de reservas (que no se sabe cómo se calcula), y que los recursos excedentarios deben aprovecharse para promover el desarrollo del país. El problema es cómo se ha ejecutado el uso de los "recursos excedentarios".
El dinero de las reservas internacionales es el respaldo de los bolívares en circulación, es decir, es equivalente al dinero que recibe un banco cuando sus clientes depositan. Por supuesto, un banco puede poner a producir ese dinero prestándolo a otras personas que lo necesiten para financiar proyectos, pero nunca podrá regalarlo, ya que realmente no le pertenece, es dinero de los depositantes.
Lo mismo sucede con el Banco Central. Aunque no es normal que un Banco Central financie al Gobierno, si lo llega a realizar, tiene que ser a través de préstamos, ya que el dinero no es del Central sino de los tenedores del dinero que circula en el país.
Transferir 43.000 MM$ de las reservas para ser gastados, y no repagados al BCV, es quitarnos los depósitos a todos los que tenemos bolívares.
Por esto la pérdida acelerada del valor del bolívar. Hoy las reservas solo respaldan el 29% del dinero en circulación. Con los 40.000 MM$, que ya se sacaron, el respaldo llegaría al 68%.
Hoy, la tasa de cambio implícita, resultante de dividir el dinero circulante entre las reservas, es cercana a los 15 Bs/$, pero con los 40.000 MM$ que deberían permanecer en los balances del Central sería de 6,40 Bs/$.
¡Qué horror!
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