TOMAS HORACIO HERNÁNDEZ| EL UNIVERSAL
domingo 1 de diciembre de 2013 12:00 AM
El Gobierno apostó por la estrategia más populista del manual para mejorar su evaluación a tan solo días de las elecciones regionales. Me gustaría decir que la estrategia se basa en pan y circo, pero lamentablemente la escasez del país en más de 20% no me deja, de tal manera que lo correcto es decir que los rojos se refugiaron estrictamente en el circo.
Ofrecer electrodomésticos con un 60% de "descuento" ha desplazado de los titulares de los periódicos las verdaderas carencias de los venezolanos: alimentos, medicinas, materiales de construcción, entre tantos otros.
Ahora bien, pensar que la estrategia se basó simplemente en forzar a los comerciantes a bajar los precios sería pasar o por muy ingenuo o por muy tonto. Lo cierto es que mucho antes de que los rojos anunciaran las inspecciones en los locales y en consecuencia se produjeran las "caídas" de precios, estos ya tenían una masiva importación negociada.
Las medidas en contra de los comerciantes se dieron a conocer hace menos de 2 semanas y ya el Gobierno anunció que vienen en camino más de un millón de electrodomésticos de la marca china Haier, más de 400 mil equipos Samsung y hasta la creación de una empresa mixta con Mabe para la fabricación de miles de neveras, lavadoras y cocinas. Es decir, el régimen jugó posición adelantada con la opinión pública venezolana. Si bien la medida de los precios es entendida por una parte racional de la población como una cortina de humo para ocultar las necesidades del país, otra gran parte celebra en las colas la posibilidad de poder comprar algo que le alcance con unos bolívares devaluados.
Todavía es muy reciente para saber el impacto real que tendrá esta medida en las elecciones del 8 de diciembre. A primera vista el impacto es muy positivo para los rojos, pero ojo, una persona feliz en una cola porque va a comprar un plasma a mitad de precio no se traduce necesariamente en un voto para el PSUV.
La gestión de Maduro se ha criticado porque él como figura no ha tomado las medidas que requiere la economía venezolana para evitar caer en un foso más profundo. Hoy, a más de 7 meses de su elección, sigue sin tomar correcciones y por ello pagaremos las consecuencias todos toditos en el 2014.
Maduro está disfrutando ahorita de una ilusión autoritaria en la cual hasta Diosdado le está cantando villancicos navideños en la televisión. Vamos a ver entonces cómo se termina materializando esta ofensiva roja en las elecciones.
Recordemos algo, la gente no es tonta. Apelar al consumismo para salvar al chavismo socialista revolucionario deja en evidencia que los rojos no están tan fuertes como "parecen".
Ofrecer electrodomésticos con un 60% de "descuento" ha desplazado de los titulares de los periódicos las verdaderas carencias de los venezolanos: alimentos, medicinas, materiales de construcción, entre tantos otros.
Ahora bien, pensar que la estrategia se basó simplemente en forzar a los comerciantes a bajar los precios sería pasar o por muy ingenuo o por muy tonto. Lo cierto es que mucho antes de que los rojos anunciaran las inspecciones en los locales y en consecuencia se produjeran las "caídas" de precios, estos ya tenían una masiva importación negociada.
Las medidas en contra de los comerciantes se dieron a conocer hace menos de 2 semanas y ya el Gobierno anunció que vienen en camino más de un millón de electrodomésticos de la marca china Haier, más de 400 mil equipos Samsung y hasta la creación de una empresa mixta con Mabe para la fabricación de miles de neveras, lavadoras y cocinas. Es decir, el régimen jugó posición adelantada con la opinión pública venezolana. Si bien la medida de los precios es entendida por una parte racional de la población como una cortina de humo para ocultar las necesidades del país, otra gran parte celebra en las colas la posibilidad de poder comprar algo que le alcance con unos bolívares devaluados.
Todavía es muy reciente para saber el impacto real que tendrá esta medida en las elecciones del 8 de diciembre. A primera vista el impacto es muy positivo para los rojos, pero ojo, una persona feliz en una cola porque va a comprar un plasma a mitad de precio no se traduce necesariamente en un voto para el PSUV.
La gestión de Maduro se ha criticado porque él como figura no ha tomado las medidas que requiere la economía venezolana para evitar caer en un foso más profundo. Hoy, a más de 7 meses de su elección, sigue sin tomar correcciones y por ello pagaremos las consecuencias todos toditos en el 2014.
Maduro está disfrutando ahorita de una ilusión autoritaria en la cual hasta Diosdado le está cantando villancicos navideños en la televisión. Vamos a ver entonces cómo se termina materializando esta ofensiva roja en las elecciones.
Recordemos algo, la gente no es tonta. Apelar al consumismo para salvar al chavismo socialista revolucionario deja en evidencia que los rojos no están tan fuertes como "parecen".
No comments:
Post a Comment