En: http://www.lapatilla.com/site/2014/10/02/ante-la-escasez-de-divisas-y-la-inflacion-el-ron-le-gana-terreno-al-whisky/
El ron, producido en Venezuela pero marginado durante décadas por los
consumidores, le está ganando terreno al omnipresente whisky importado,
símbolo de estatus y del derroche petrolero cuyo precio se ha vuelto
inalcanzable para muchos bolsillos ante la escasez de divisas y la
inflación, reseña AFP.
Según datos de la consultora International Wine and Spirit Research
(IWSR), con sede en Londres, las ventas del destilado de caña de azúcar
en el país caribeño crecieron un 22,6% en 2013 en relación al año
anterior, mientras que la ventas de whisky cayeron un 29%.
Por otro lado, la producción de ron saltó de 15,8 millones de litros
en 2012 a 21,8 millones de litros en 2013, según el ente de
administración aduanera y tributaria local.
“El descenso de las ventas de whisky es por la escasez de divisas
para importar. No hay dólares para traerlo y entonces tienen que traerlo
a dólar libre -casi 15 veces más caro- y el precio ha subido mucho”,
explica a la AFP el crítico gastronómico Miro Popic.
“Eso, sumado al hecho de que la destilación de ron ha mejorado mucho
en los últimos años, ha hecho que mucha gente opte por el ron, más
barato”, agrega Popic, editor de la “Guía Gastronómica de Caracas”.
En los estantes de una licorería del este de Caracas, las botellas de
los importados Old Parr, Buchanan’s, Chivas Regal o Johnnie Walker, que
hacen de Venezuela el segundo mayor consumidor per cápita de whisky del
continente después del Uruguay, compiten con rones nacionales como
Pampero, Santa Teresa, Cacique o Ocumare.
Pero en el contexto actual de alta inflación, escasez de divisas
subsidiadas y caída de las importaciones en este país petrolero que
depende en gran parte de las compras en el exterior, el precio de un
buen whisky duplica o triplica el de un buen ron, algo que hace decidir a
muchos.
“Muchas personas han migrado a vodka o a cerveza, pero el ron ha sido
el más fuerte”, explica el gerente de la licorería, Fernando Barreto.
– Whisky, ron, petróleo –
El whisky en Venezuela está muy asociado al auge petrolero. Su
consumo se disparó con la llegada de las grandes transnacionales
anglosajonas a Maracaibo (oeste) y a medida que el precio del barril iba
subiendo los destilados de Escocia o Irlanda se convirtieron en un
símbolo de estatus y quedaron incorporados como bebida infaltable en
grandes celebraciones.
Tanto permeó en la cultura venezolana, que es frecuente ver en los
restaurantes a gente comiendo una parrilla de carne acompañada con una
botella de whisky en la mesa, un hábito único en el mundo.
Y se dice que los venezolanos son fácilmente reconocibles por la
forma como remueven el hielo en un vaso de whisky con el dedo índice.
Por su parte el ron, producido en Venezuela desde la época colonial
pero tradicionalmente percibido como bebida de calidad inferior, tiene
un destino también marcado por el petróleo: cuando caían los ingresos
por crudo, la moneda local se debilitaba, los productos importados se
encarecían y el destilado de caña de azúcar progresaba entre los
consumidores.
Pero cuando regresaba la bonanza, el whisky volvía a inundar el mercado y el ron retrocedía.
Sin embargo, esta vez es distinto: inspiradas en el café de Colombia y
el tequila de México, las grandes roneras del país, algunas de ellas
centenarias, crearon en 2003 la denominación de origen controlada “Rones
de Venezuela”, que entre otras normas de calidad exige un mínimo de dos
años de añejamiento en barricas de roble antes de ser procesado.
El resultado fue la salida al mercado de botellas “premium” y
ultrapremium”, algunas de ellas reconocidas en concursos
internacionales, que conquistaron refinados paladares dentro y fuera de
Venezuela.
“Tener este ciclo a favor es una oportunidad que en ocasiones
anteriores no aprovechamos. Se convirtió en una guerra de precios a ver
quién tenía mayor participación a nivel local y no se construyó valor
para exportar más”, explica a la AFP Alberto Vollmer, presidente de Ron
Santa Teresa.
Por Jordi MIRO/ AFP
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