Xabier Coscojuela
Nicolás Maduro le tumbó el buen récord a Hugo
Chávez. La gestión del hijo heredero del difundo presidente ha hecho caer todos
los niveles de aceptación de que gozaba el oficialismo, de acuerdo a una
evaluación que hizo la encuestadora Varianzas. Comparados ambas dirigentes, en
27 puntos ha bajado la percepción de los ciudadanos sobre el buen camino del
gobierno. Sólo se salva en la precipitada caída la posición política chavista,
que pese a la aguda situación económica, apenas ha descendido en 5%. Rafael
Delgado Osuna, presidente de la firma consultora, explica por qué los sectores
simpatizantes de la revolución todavía no terminan de ser captados por el
bloque opositor.
¿Por qué, pese a la pérdida de credibilidad de la política económica del gobierno, así como en la diferencia de simpatía entre Chávez y Maduro, el oficialismo apenas pierde apoyo en la identificación política? Voy a tratar de dar dos explicaciones al hecho de que la autopercepción política del chavismo no haya caído estrepitosamente hasta ahora. La primera explicación sería que, aunque las variables agrado de Maduro, percepción positiva de la situación económica y la buena gestión del gobierno hayan caído significativamente, está se verá afectada fuertemente cuando aparezca en el clima político una opción real y contundente por parte de la oposición. Y esta opción de la oposición tiene que representar en el imaginario colectivo una dirección hacia donde debería ir el país, una protección a los sectores populares y un orden donde se perciba que con la oposición el país no va a entrar en un caos. Para el bien de la sociedad venezolana es importante que aparezca con fuerza esa opción de cambio, y sería absurdo borrarla o eliminarla. Las sociedades tienden a no suicidarse. La segunda argumentación que existe para explicar por qué la autopercepción política chavista no ha caído estrepitosamente como otras variables políticas vinculadas al Presidente, es que la autopercepción se ha ido convirtiendo en "una creencia", por lo tanto, es más difícil de cambiar. Es lo último que muta. El intento de 16 años de convertir la autopercepción política chavista en una creencia política, ha tenido dos reforzadores anti-democráticos: la hegemonía comunicacional y la polarización radical (Patriotas vs Antipatriotas), son dos elementos que favorecen esta tesis.
En otros países la marcha de la economía decide, de manera importante, el devenir político. ¿Venezuela es una excepción o también se ha cumplido esa regla? El deterioro de la economía está erosionando las bases de apoyo al gobierno de Maduro y a la imagen de éste, la mayoría de las encuestadoras lo recogen. En 16 años de modelo chavista se ha invertido en "lo social" cuantiosos ingresos, que a pesar de la crisis económica, hasta ahora, no lo ha desmontado o desbaratado en su totalidad. En otras palabras, que a pesar de la crisis económica se mantienen en parte los programas sociales.
-A pesar de que la diferencia entre la simpatía hacia Chávez y la que se tiene hacia Maduro es importante, ¿cómo se explica que Maduro mantenga un 30% de simpatía? Las lealtades políticas, como venimos mencionando, es lo último que se pierde. El modelo rentístico hace que el paternalismo y clientelismo sigan funcionando por un tiempo extra. Ese 30% de agrado de Maduro es inestable, tiende a bajar. La composición política del actual agrado de Maduro es del chavismo en su totalidad, ya que al sector independiente en su mayoría le desagrada.
¿Qué tendría que hacer la MUD para penetrar la posición chavista de 41%? Diría que si ese 41% de autopercepción chavista se mantiene para unas elecciones parlamentarias y a una parte de la oposición le da por no ir a votar, se puede traducir ese 41% en más de 100 diputados para el PSUV.
El sistema político electoral parlamentario construido en estos 16 años, es para favorecer a la primera mayoría, generando una sobrerrepresentación política, que es una especie de patología y la sociedad es la afectada. Es un sistema mayoritario en detrimento de la proporcionalidad.
¿Por qué la MUD no ha podido hasta ahora capitalizar significativamente el descontento que debe existir entre el chavismo? Un chavista descontento sigue siendo chavista, hasta el momento que su "dolor" por lo que siente que las cosas van muy mal, lo haga cambiar o retirarse a la abstención electoral. La oposición debe prepararse a recibir una migración de electores decepcionados. La oposición tiene entonces que representar en el imaginario colectivo: Dirección (Hacia dónde debe ir Venezuela), Protección (Deben sentir los sectores populares) y Orden (Que el país no entre en un caos).
¿Por qué, pese a la pérdida de credibilidad de la política económica del gobierno, así como en la diferencia de simpatía entre Chávez y Maduro, el oficialismo apenas pierde apoyo en la identificación política? Voy a tratar de dar dos explicaciones al hecho de que la autopercepción política del chavismo no haya caído estrepitosamente hasta ahora. La primera explicación sería que, aunque las variables agrado de Maduro, percepción positiva de la situación económica y la buena gestión del gobierno hayan caído significativamente, está se verá afectada fuertemente cuando aparezca en el clima político una opción real y contundente por parte de la oposición. Y esta opción de la oposición tiene que representar en el imaginario colectivo una dirección hacia donde debería ir el país, una protección a los sectores populares y un orden donde se perciba que con la oposición el país no va a entrar en un caos. Para el bien de la sociedad venezolana es importante que aparezca con fuerza esa opción de cambio, y sería absurdo borrarla o eliminarla. Las sociedades tienden a no suicidarse. La segunda argumentación que existe para explicar por qué la autopercepción política chavista no ha caído estrepitosamente como otras variables políticas vinculadas al Presidente, es que la autopercepción se ha ido convirtiendo en "una creencia", por lo tanto, es más difícil de cambiar. Es lo último que muta. El intento de 16 años de convertir la autopercepción política chavista en una creencia política, ha tenido dos reforzadores anti-democráticos: la hegemonía comunicacional y la polarización radical (Patriotas vs Antipatriotas), son dos elementos que favorecen esta tesis.
En otros países la marcha de la economía decide, de manera importante, el devenir político. ¿Venezuela es una excepción o también se ha cumplido esa regla? El deterioro de la economía está erosionando las bases de apoyo al gobierno de Maduro y a la imagen de éste, la mayoría de las encuestadoras lo recogen. En 16 años de modelo chavista se ha invertido en "lo social" cuantiosos ingresos, que a pesar de la crisis económica, hasta ahora, no lo ha desmontado o desbaratado en su totalidad. En otras palabras, que a pesar de la crisis económica se mantienen en parte los programas sociales.
-A pesar de que la diferencia entre la simpatía hacia Chávez y la que se tiene hacia Maduro es importante, ¿cómo se explica que Maduro mantenga un 30% de simpatía? Las lealtades políticas, como venimos mencionando, es lo último que se pierde. El modelo rentístico hace que el paternalismo y clientelismo sigan funcionando por un tiempo extra. Ese 30% de agrado de Maduro es inestable, tiende a bajar. La composición política del actual agrado de Maduro es del chavismo en su totalidad, ya que al sector independiente en su mayoría le desagrada.
¿Qué tendría que hacer la MUD para penetrar la posición chavista de 41%? Diría que si ese 41% de autopercepción chavista se mantiene para unas elecciones parlamentarias y a una parte de la oposición le da por no ir a votar, se puede traducir ese 41% en más de 100 diputados para el PSUV.
El sistema político electoral parlamentario construido en estos 16 años, es para favorecer a la primera mayoría, generando una sobrerrepresentación política, que es una especie de patología y la sociedad es la afectada. Es un sistema mayoritario en detrimento de la proporcionalidad.
¿Por qué la MUD no ha podido hasta ahora capitalizar significativamente el descontento que debe existir entre el chavismo? Un chavista descontento sigue siendo chavista, hasta el momento que su "dolor" por lo que siente que las cosas van muy mal, lo haga cambiar o retirarse a la abstención electoral. La oposición debe prepararse a recibir una migración de electores decepcionados. La oposición tiene entonces que representar en el imaginario colectivo: Dirección (Hacia dónde debe ir Venezuela), Protección (Deben sentir los sectores populares) y Orden (Que el país no entre en un caos).
Vía Tal Cual
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