Nitu Pérez Osuna
El martes 22 de Marzo de 2004, en la Globovisión 24 horas de información, había una promoción al aire que anunciaba que a las ocho de la noche de ese día se transmitiría un “Yo Prometo clandestino”. Así bautizamos cuatro programas que realizáramos a perseguidos políticos. Henrique Capriles era el tercero, antes lo habíamos hecho con Carlos Ortega y Juan Fernández.
A las siete de la noche de ese día de Marzo aparecen en la pantalla
del canal del gobierno (VTV) su presidente, Vladimir Villegas y el
diputado y candidato a la alcaldía Mayor Juan Barreto, presentando y
comentando, en son de burla, la entrevista clandestina a Capriles,
robada y/o comprada a algún infiltrado en Globovision. Villegas dijo
entonces “fue entregada por Juan Barreto y se transmitió porque es un
material informativo y consideramos de interés para los televidentes
transmitirlo”. Villegas admitió además que no consultó al dueño de la
entrevista, Globovisión, antes de proceder a la transmisión adelantada.
El antecedente a este trabajo periodístico lo ubicamos en el hecho
de que el fiscal cuarto de competencia nacional, Danilo Anderson, había
dictado una privativa de libertad contra el entonces alcalde de Baruta y
candidato a la reelección Henrique Capriles Radonski, siendo los
delitos imputados a éste el quebrantamiento de principios
internacionales, violencia privada y abuso de funciones, presuntamente
cometidos cuando Capriles ingresó a la Embajada de Cuba el 12 de abril
del 2002 a petición del propio embajador de la isla. A pesar de ello, se
inició una cacería contra el alcalde con la participación de agentes de
diferentes organismos de seguridad del Estado: Policía Judicial, Disip y
la DIM en todo el país. En los pasillos policiales se decía que más de
cien funcionarios habían sido incorporados a las labores de inteligencia
y búsqueda.
En un país serio y libre, Capriles no hubiese sido
imputado por la invitación del embajador cubano a entrar a su sede y, la
justicia, hubiera actuado ante el robo de un material periodístico.
Porque fue eso, un vulgar robo del cual se mofaron, Barreto y Villegas
(Vladimir) haciéndolo público y como autores intelectuales y cómplices
deberían haber sido sancionados por ello… pero no fue así. Este episodio
terminó en una demanda del canal de información que no prosperó, en un
comentario ligero que “era una malandrería más del gobierno” y que el
protagonista no estaba clandestino sino “resguardado” según las
declaraciones del propio Capriles.
Hoy, a más de 10 años de este hecho aparece en la
redes sociales la posibilidad real que, Vladimir Villegas, sea nombrado
rector del Consejo Nacional Electoral y por consenso, presidente del
mismo.
Pero como estamos en un ex pais donde además tenemos
memoria corta, muy corta, ahora sectores políticos de uno y otro lado,
parece que premiarán a quien, sin duda alguna, no exhibe trasparencia.
Es bueno recordar que Villegas (Vladimir) viene de trabajar
directamente con el gobierno desde la presidencia del canal 8, pasando
por Cancillería, y en medios comprados por afectos al régimen.
¿Este es el candidato del consenso? ¿Los sectores de
oposición confían en su imparcialidad? ¿Puede este ciudadano ser garante
de su voto, amigo lector?
¿Vladimir Villegas garantiza el clamor nacional de contar los votos UNO a UNO ?
¿Por qué no se presentó como testigo ante el Tribunal
Supremo de Justicia para el caso de la partida de nacimiento de Nicolás
Maduro?
Sin duda, Vladimir representa el consenso de los enchufados.
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