En: http://www.lapatilla.com/site/2014/10/16/antonio-de-la-cruz-la-guerra-de-precios-petrolera/
Antonio De La Cruz
La caída de los precios del crudo en los mercados internacionales
durante los últimos cuatro meses generaría un impacto en los ingresos de
divisas a la economía venezolana y un desequilibrio fiscal en las
cuentas del Gobierno de Nicolás Maduro del cuarto trimestre de este año y
en el próximo 2015.
Los precios del crudo marcador mundial Brent y de los Estados
Unidos, West Texas Intermediate (WTI), cerraron en $83,32 y $80.74 el
barril en las transacciones de ayer en Londres y New York. El precio más
bajo desde el 2012. Si el mercado continúa a la baja (bear market) el
WTI podría alcanzar un valor por debajo de los $75 en el último
trimestre del 2015, de acuerdo al análisis de confianza de crudo a
futuros NYMEX.
La demanda mundial de crudos y productos ha venido desacelerando fundamentalmente por el “mediocre crecimiento económico global” (Christine Lagarde). “La economía mundial es hoy más débil que hace seis meses y el panorama no parece alentador”, afirmó
la directora del Fondo Monetario Internacional(FMI) en la reunión anual
del FMI y Banco Mundial (BM) que finalizó el pasado domingo. La Agencia
Internacional de Energía (AIE) con sede en París, antier, redujo su
pronóstico de crecimiento de la demanda petrolera para este año en 22%.
Ahora proyecta que la demanda en el 2014 subirá apenas 700 mil barriles
por día (kbd), 200 kbd por debajo de lo previsto inicialmente.
En cuanto a la oferta, el crecimiento de la producción mundial de
petróleo es liderada por los Estados Unidos. La extracción de petróleo
de esquisto alcanza 4 millones de barriles diarios (mbd) desde el 2010.
Y, la producción de crudo promedio total incrementa 1,1 millones
barriles día adicionales al 2013, para ubicarse en 8,54 millones
barriles día este año. Cabe resaltar que después de una década, el
pasado 27 de septiembre ConocoPhillips envío el primer cargamento de
crudo a Corea del Sur desde Alaska.
En los países integrantes de la Organización de Países Exportadores
de Petróleo (OPEP), la producción alcanzó en septiembre su punto más
alto en más de un año: 30,474 millones barriles día. En el que Irak
agregó 134 mil barriles día y Libia 250 mil barriles día. Asimismo,
Arabia Saudita ha incrementado su producción promedio este año en 107
mil barriles día para un total de 9,7 millones barriles día.
Adicionalmente, Libia está bombeando actualmente 925 mil barriles día,
la producción más alta en los últimos 14 meses.
Por lo tanto, hoy en el mercado existe un excedente alrededor de 700 mil barriles día.
Una situación (equilibrio de la oferta-demanda) que la OPEP ha
manejado primordialmente a través del recorte de producción de Arabia
Saudita. Sin embargo, en la nueva geopolítica de la energía los países
árabes del golfo pérsico han decidido asegurar los mercados del lejano
oriente e India. Y, demostrar que dominan el negocio petrolero a través
de mejores precio por los crudos livianos y medianos arábigos, desatando
una guerra de precios.
Arabia Saudita (Saudi Aramco) la semana antepasada disminuyó en $1
el precio de su barril de petróleo para los asiáticos y 40 centavos de
dólar al mercado americano. Lo que obligó a la compañía nacional de
petróleo iraní a igualar el precio saudita, que anteriormente Irán ya
había rebajado para los compradores orientales. Asimismo, los kuwaitíes
ofrecerían descuentos en contratos de 10 años con la empresa china
Sinopec y amarrarían ventas para el 2015 con la refinería filipina
Petron. Iraq, también, rebajó por debajo del precio del mediano árabe su
crudo el basra liviano para sus clientes asiáticos ante el riesgo de
suministros por el conflicto con los insurgentes del Estado Islámico
(ISIS). Pareciera que en estos momentos los orientales tienen las
ofertas de fin de verano.
Por ello, las declaraciones del ministro de petróleo kuwaití Ali
al-Omair que el mercado sabría vivir con precios de $80 el barril, y que
podrían estabilizarse entre $76-77, el costo de producción de un barril
en Estados Unidos y Rusia. La señal fue muy clara.
Lo que ha venido ocurriendo es que la revolución de los hidrocarburos
de esquisto ha desplazado en los mercados parte de la producción de
petróleo convencional, por lo que los países del golfo ven una gran
amenaza. Un ejemplo es los Estados Unidos, el suministro de crudo de
Arabia Saudita ha caído en un promedio año 369 mil barriles día (2014),
llegando a colocar 947 mil barriles día la semana del 3 de octubre.
Sin embargo, el resultado en esta guerra de precios para
asegurar los mercados de China, Japón, Corea del Sur e India crea
desequilibrios en las fianzas de las economías de los países miembros de
la OPEP. El Wall Street Journal publicó la semana pasada un estudio que
indicaba el precio del barril del crudo de cada país para balancear los
presupuestos respectivos.
De allí, que el pasado 11 de octubre Venezuela hiciera una llamada
urgente a los países miembros de la OPEP a una reunión adelantada a la
pautada el 27 de noviembre para tratar la crisis de los precios. Lo que
no tuvo acogida.
Los grandes actores del mundo petrolero se enfrentan a los
insurgentes -productores de esquisto y arenas bituminosas- para asegurar
los mercados que antes consideraban seguros. El precio es el arma que
utilizan para detenerlos. Podrían lograrlo, sin embargo como en toda guerra
habrá bajas y ojalá no sean los países que dependen más de los ingresos
petroleros como Irán y Venezuela. Sin descartar a Rusia que la crisis
de precios de 1985 contribuyó al colapso de la Unión Soviética.
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