En: http://konzapata.com/2014/10/la-triste-historia-de-un-pais-en-el-que-ya-nada-es-noticia-ni-la-esperanza/
Por Elizabeth Fuentes @fuenteseliz.-
Frente al portón principal de
Venalum, bajo el sol inclemente de Guayana, se cocina la cara de la
miseria. Cédula en mano, apretujados, esperando en silencio que aparezca
el rostro del amo y los llame uno a uno por su nombre, se apretujan
cientos de desempleados con la esperanza puesta en el “plan hallaquero”,
que es como las autoridades califican a esa desvergüenza de lanzarle
migajas de trabajo temporal a cientos de padres y madres de familia para
que puedan medio comer en las fechas navideñas. O en las Navidades
Felices, que es otra burla con la que la ironía de estos salvajes han
bautizado al sencillo acto de poder comer hallacas en diciembre.
Navidades Felices que, por cierto, no lo serán para todos los que
piden trabajo en Venalum, porque la Gerencia de Economía Social y
Desarrollo Endógeno elaboró una lista de lo más refinada donde estarán
solo 200 nombres, casualmente los nombres de quienes no protestaron
frente al portón exigiendo su plan hallaquero. Al resto, los lanzarán
directo al hambre, a las navidades infelices.
“Estamos pidiendo a Dios que sea así”, le dice sin embargo Ana
Fuentes a una reportera del Correo del Caroni, agradecida ante la
posibilidad de que ella aparezca en la lista donde le darán un trabajito
a destajo para hacer limpieza. Otra, María Rondón, quien lleva nueve
años de plan hallaquero en su curriculum, está segura de que la volverán
a llamar, a pesar de que Leonardo Bezara, el Gerente de Economía Social
y Desarrollo Endógeno, aseguró que este año no habrá plan hallaquero
porque hay deficit de recursos y “los proyectos que se atienden son los
presentados por consejos comunales y comunas”. Vale decir, los psuvistas
con carnet, los únicos que tienen derechos no digamos ya a la ley, sino
al trabajo, a la comida, a las Navidades Felices.
Al ladito de la noticia del plan hallaquero de Venalum, la sorpresa
sigue intacta: El todavía Ministro de Turismo, Andrés Izarra, aparece en
una foto con aquella cara de preocupación porque la minería ilegal está
destruyendo el Parque Nacional Canaima. Como si su cargo no tuviese
nada que ver en el asunto, Izarra se presenta en el espacio radial del
presidente Maduro para, según la Agencia Venezolana de Noticias, “hacer
una denuncia pública en cuanto a la depredación que existe en todo el
parque, por parte de grupos que se dedican a la explotación minera en
los ríos Carrao y Caroní… Hoy en día, existe una gran amenaza en la
minería ilegal que está haciendo estragos en el Parque Nacional
Canaima”. Y recordó que hace una semana, una comisión por parte del los
ministerios del Poder Popular para el Turismo y el Ambiente, hizo una
inspección por todo el parque en la que se constató “lo que es la
minería ilegal y el impacto que está teniendo sobre ese Patrimonio
Natural de la Humanidad”.
Así, tan tranquilo lo dijo. Constataron los estragos. Como si se
tratase de Andrés Velásquez o María Corina revelando la incapacidad del
gobierno de Maduro, desplegando a voz en cuello y frente a las narices
del Presidente la absoluta inercia del gobierno en proteger el
medioambiente y la salud de los habitantes. Porque Izarra tuvo los
santos ovarios de agregar que el daño “trae muchas consecuencias, sobre
todo para el Embalse del Guri, porque los ríos Caroní y Carrao vierten
sus aguas en este importante embalse, y esos sedimentos afectan las
turbinas que generan la electricidad para el 70% de la población”. A lo
que Maduro respondió, como si fuese un analista de Telesur: “Un monstruo
de mil cabezas que estamos sufriendo allí con la minería. Los planes
hay que ir constantemente revisándolos. Continuar la batalla en contra
de la minería depredadora que destruye este patrimonio nacional”.
Un poquito más abajo, la información sobre el aumento de 97,7 por
ciento en los productos de la cesta básica, el asesinato de otro escolta
de un pez gordo, o que “el gobierno creará un sistema para la venta
legal de productos a Colombia” (asunto que yo juraba que existía y se
llamaba comercio bilateral y es lo que tiene a Santos fascinado con
Maduro porque Venezuela le compra millones de dólares a las empresas
privadas de Colombia), todo eso en un solo periódico, me permitió llegar
a una hipótesis rarísima que ando regando entre mis colegas: En
Venezuela ya nada es noticia, porque entre tanta información
sorprendente, ninguna destaca. En la Venezuela de hoy, los hombres se la
pasan mordiendo a los perros. Y, como bien decía Miguel Otero Silva, la
esperanza es lo primero que se pierde.
No comments:
Post a Comment