VALENTÍN ARENAS AMIGÓ
| EL UNIVERSAL
lunes 27 de octubre de 2014 12:00 AM
Cuando en un país el pueblo
ejerce la soberanía se toma en cuenta su voluntad a través de
elecciones limpias dejando que se exprese con libertad. En Venezuela el
Poder Popular (P.P.) es propaganda y libertad para expresarse no
existe. El P.P. aparece repetido en todo el lenguaje oficial
constantemente para simular que es realidad lo que es solo una ficción o
propaganda.
La voluntad popular en toda democracia se conoce cual es a través de elecciones pulcras lo que no es posible si no se cuenta con un árbitro que sea capaz e imparcial. Con la excepción de la elección celebrada en diciembre de 1998 en las demás hemos tenido un CNE parcializado a favor del gobierno con escasas excepciones. El acto electoral, fundamental para que el pueblo se exprese en una democracia auténtica, ha sido así viciado y utilizado para simular que existía una democracia cuando lo que teníamos era una autocracia. No era el pueblo, el Poder Popular, quien ejercía el poder sino el autócrata que dando órdenes lo decidía todo. La democracia auténtica quedó pintada en la pared para consumo de aquellos ciudadanos y países que se lo creyeron.
La libertad de expresión en toda democracia es una bandera de lucha y lo primero que hizo este régimen fue apropiarse de la casi totalidad de los medios, impresos, radiales y televisivos, para así mantener no solo bajo control la expresión libre sino utilizar también la propaganda para convertir las mentiras en verdades convencido de que los medios constituyen una fuerza enorme para hacer verdades las mentiras repitiéndolas constantemente y si fuera necesario en cadena nacional.
Las instituciones públicas fueron también controladas desde el principio sin destruirlas para dejarlas como "fachada" del gobierno democrático que se proponían sustituir por otra autocrática copia vulgar del cubano. Todas ellas conservan sus nombres constitucionales para mantener esas fachadas ante otras naciones cuando en la práctica legisla el Ejecutivo a través de la Asamblea Nacional, hace justicia el Ejecutivo a través del TSJ, acusa el mismo Ejecutivo a través de la Fiscalía, controla las finanzas él mismo y cuando quiere simular que se respetan los derechos humanos, lo que ocurre pocas veces, acude a la defensora porque el régimen es muy respetuoso de los derechos humanos y por eso no requiere quien las defienda pues todo él es humanista. ¿Qué les parece?
Profesor de Instituciones Políticas de la UCAB
La voluntad popular en toda democracia se conoce cual es a través de elecciones pulcras lo que no es posible si no se cuenta con un árbitro que sea capaz e imparcial. Con la excepción de la elección celebrada en diciembre de 1998 en las demás hemos tenido un CNE parcializado a favor del gobierno con escasas excepciones. El acto electoral, fundamental para que el pueblo se exprese en una democracia auténtica, ha sido así viciado y utilizado para simular que existía una democracia cuando lo que teníamos era una autocracia. No era el pueblo, el Poder Popular, quien ejercía el poder sino el autócrata que dando órdenes lo decidía todo. La democracia auténtica quedó pintada en la pared para consumo de aquellos ciudadanos y países que se lo creyeron.
La libertad de expresión en toda democracia es una bandera de lucha y lo primero que hizo este régimen fue apropiarse de la casi totalidad de los medios, impresos, radiales y televisivos, para así mantener no solo bajo control la expresión libre sino utilizar también la propaganda para convertir las mentiras en verdades convencido de que los medios constituyen una fuerza enorme para hacer verdades las mentiras repitiéndolas constantemente y si fuera necesario en cadena nacional.
Las instituciones públicas fueron también controladas desde el principio sin destruirlas para dejarlas como "fachada" del gobierno democrático que se proponían sustituir por otra autocrática copia vulgar del cubano. Todas ellas conservan sus nombres constitucionales para mantener esas fachadas ante otras naciones cuando en la práctica legisla el Ejecutivo a través de la Asamblea Nacional, hace justicia el Ejecutivo a través del TSJ, acusa el mismo Ejecutivo a través de la Fiscalía, controla las finanzas él mismo y cuando quiere simular que se respetan los derechos humanos, lo que ocurre pocas veces, acude a la defensora porque el régimen es muy respetuoso de los derechos humanos y por eso no requiere quien las defienda pues todo él es humanista. ¿Qué les parece?
Profesor de Instituciones Políticas de la UCAB
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