En: http://www.lapatilla.com/site/2014/12/30/damaso-jimenez-la-guerra-a-48-dolares-el-barril/
Dámaso Jiménez
Como toda economía los precios oscilan. Hay oferta y demanda. Los
precios de un producto como el petróleo suben y lógicamente bajan para
subir en algún otro momento. La gravedad de nuestra coyuntura es que el
chavismo arrasó con todo en su creencia de que la riqueza mal habida es
para siempre.
Nuestro problema no es el mercado petrolero internacional sino que
unos funcionarios corruptos y un gobierno clientelar acabaron con todas
las reservas del país y para esta hora ya no existe fórmula para
responderle a la economía de un país con un barril que este lunes por la
noche bajó dramáticamente a 48 dólares.
El problema es que los chavistas son pésimos administradores y
gobernantes, entendiendo la acción de gobernar como la lógica de usar
las armas y el poder para arrasar, perseguir, tomar, señalar,
encarcelar, manipular, entrampar, y no para hacer viable la vida y la
convivencia en comunidad tratando sanamente las diferencias. El virus
que arrastramos es que el comunismo como único plan del chavismo siempre
ha sido inviable.
Nicolás Maduro, presidente de la república y torpe gobernante por
naturaleza, no tiene otra metáfora que pasar del fracasado discurso de
la guerra económica al de la guerra petrolera, con esto de la baja de
crudo propuesto por los árabes para acabar con las pretensiones del
mercado norteamericano.
A 48 dólares por barril el lastre nos llegó a todos al cuello y será
difícil abrazarnos el miércoles a la medianoche para desearnos un
próspero año nuevo.
Maduro que no es muy creativo que digamos ni cuenta con buenos
asesores, prefiere seguir culpando a la vaca de todos sus problemas. En
este caso escuchar sus señalamientos hacia los Estados Unidos como único
responsable de la escasez, la inflación, la muerte de más de 25 mil
venezolanos de forma violenta no solo en el 2013 sino también en el
2014, y convertirlos en responsables absolutos no solo de su mala
gestión, sino también de las atorrantes bravuconerías de Cabello, la
falta de dólares y ahora también la falta de algún ahorrito guardado,
una mínima reserva, un billetico protegido, una caleta escondida bajo la
cama para solventar los momentos de colapso y crisis. Eso no existe.
Las palabras de la noche del lunes y las que se esperan para este
martes no parecen buenos argumento del gobierno para salir lisitos al
apocalipsis de enero.
¿Si hubiese una guerra petrolera para que venderle petróleo a Estados
Unidos? Es el único cliente que compra el crudo pesado que producimos y
lo paga de inmediato en efectivo, en divisas, son los únicos dólares
que ingresan. En todo caso yo diría que la guerra ya había sido
declarada por la pléyade de países parásitos del ALBA que aún mantienen
sus fauces sobre Pdvsa y que realmente acabaron con la productividad y
el esfuerzo de vida de todos los venezolanos.
Es tan estúpido el argumento usado para culpar de todas nuestras
desgracias al único “buena paga”, ahora que el precio llega a 48
dólares, como descabellado sería si en su momento lo hubiésemos
felicitado cuando el barril rebasó los 100 dólares por casi 4 años.
Si hubo una “guerra petrolera” esta comenzó cuando Chávez se
aprovechó de un paro propuesto y llevado a cabo por los “próceres” de
una oposición comandada desde Venevisión –confesión de parte de Chávez
en un Aló Presidente-, para apoderarse maquiavélicamente de toda la
industria y financiar así la espada comunista de los Castro que aún
inoculan el hambre por América Latina.
Las palabras de este lunes sonaron a epílogo: “Esto se debe a un plan
de Estados Unidos, es un método de destrucción natural (…) Hay una
guerra del petróleo, que tiene un objetivo: destruir Rusia, colapsar a
Rusia, esta Rusia que se ha levantado como potencia de paz.”, dijo
Maduro a menos de 48 horas de un 2015 con el barril a 48.
Rusia, Rusia y Rusia es lo único que le escuchamos repetir este lunes
a Maduro. Mientras tanto nosotros palo abajo y ante la falta de la
lealtad de Cuba ahora nos quedamos boquiabierto escuchando las súplicas a
Putin mientras nos vamos convirtiendo en cachorros de la chatarra
soviética.
La verdad si existe una guerra y es una guerra cultural, amoral,
oscura, insolidaria, hamponil, corrupta, en la que tiene más merito
tomar lo que no es nuestro que dejar pasar una oportunidad única de
hacerse de unos reales devaluadamente fáciles, o de una lavadora, o un
carro chino con el gobierno para venderlo a precios inflados, antes que
estudiar, trabajar o superarnos.
Esta la guerra inconstitucional en la que un guapetón parlamentario
destroza la letra de nuestra carta magna y coloca los nuevos poderes del
Estado que lo representan a él por encima de los derechos de 30
millones de personas. O la guerra esquizofrénica en la que un pasaje en
un destartalado carrito por puesto de “bellavista” comenzará a costar
20 bolívares por un trayecto desde enero, sin aumento del precio de la
gasolina, ida y vuelta serían 40 bolívares, con los tres ceros de la
conversión económica del exministro Cabezas serían 40 mil bolívares.
El país del hombre nuevo a semejanza del comunismo está allí: más
vale lo que pagan por bachaquear, o raspar, o adular, que lo que devenga
un profesor universitario con maestría y doctorado; si atracan a
alguién en la calle y los maleantes les pegan dos tiros nadie lo
auxilia, cerramos las ventanas y nos hacemos los locos; nadie da paso en
la calle, todos se cuelan, todos se empujan, nadie respeta ni a los
niños ni a los ancianos; si ponen presos a los estudiantes o a las amas
de casa por salir a protestar, no faltará un sapo cooperante que los
denigre por “comecandela” o “terroristas”, al fin y al cabo qué importa
que nos estrellemos si estamos ocupados golpeándonos por un pollo o un
papel higiénico. Nos costará mucho recuperar la cordura.
Al partido atragantado de poder solo le queda el Estado para
arremeter y mentir, es el único plan de la patria, las únicas fichas
visibles para el 2015. Lo único que importará este 31 de diciembre será
abrazarse en familia.
@damasojimenez
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