Eddie A. Ramírez
30 Diciembre, 2014
Un nuevo año es propicio para analizar los logros y desaciertos de estos 15 años y diseñar la estrategia para los próximos tres lustros. El principal error que cometimos al inicio del período rojo fue no caracterizar correctamente al gobierno que se iniciaba y a sus principales actores. Quizá no se produjo la “traición de los mejores” a la que se refiere don Mario Briceño Iragorry para calificar el colaboracionismo de grandes personalidades en época de Gómez, pero sin duda gran parte de la dirigencia y de los venezolanos pecamos por acción o por omisión. Quienes tengan dudas pueden consultar el libro “Apaciguamiento” de Martínez Meucci y se percatarán de que se dejó correr al pollino rojo, pensando que solo había cierta “escasez de democracia”. Pareciera que para muchos no eran graves las violaciones a la Constitución inventariadas con detalle por Asdrúbal Aguiar en “Historia inconstitucional de Venezuela”, prevaleciendo la falsa premisa de que solo se debe actuar cuando se está seguro del éxito y que lo fundamental era defender espacios.
Este año, que será recordado como el de las violaciones masivas de los derechos humanos, el régimen lo cierra con otras descaradas violaciones a la Constitución designando solo rojos y por simple mayoría, cargos que deben ser ocupados por independientes designados por la Asamblea Nacional por mayoría calificada. El capataz Cabello y sus focas de la Asamblea designaron manu militari a la Fiscal, Contralor y Defensor del Pueblo, así como a los nuevos magistrados del TSJ, incluidos algunos con pésimos antecedentes; la Sala Constitucional se brincó a la torera las atribuciones de la Asamblea para ratificar a dos rojas y elegir a Luis Emilio Rondón en el CNE. Este merece el desprecio de los demócratas por venderse por un cambur, ya que la situación es diferente a cuando fue electo Vicente Díaz, quien cumplió un papel positivo. Felicitamos la firme posición de la MUD. Postularon candidatos, como era de rigor, pero se abstuvieron para no validar la violación a la Constitución y emitieron un excelente comunicado. Ya nadie debería dudar de que tenemos que salir lo antes posible del presidente de facto y de sus palafreneros, utilizando los medios contemplados en la Constitución.
La primera acción es enfrentar unidos las próximas elecciones parlamentarias. ¿El régimen hará trampas y aplicará todo el ventajismo del poder? Claro que sí, caso contrario no sería totalitario. ¿Podremos ganar la mayoría de las curules? Es posible, aunque no es seguro, pero la situación es muy diferente a la del 2005, por lo que las probabilidades están a nuestro favor. ¿Qué debemos hacer? Seleccionar buenos candidatos. ¿Por consenso o por primarias? ¿Candidatos de partidos o independientes? No pretendamos buscar la excelencia sacrificando lo bueno. Entendamos que para fortalecer a los partidos ellos deben colocar a sus militantes. No es lo mismo lanzar candidatos independientes cuando se está en el poder, desde donde se pueden ofrecer otras opciones a los militantes, que cuando se está en la oposición desde hace muchos años. Ojalá por consenso se puedan seleccionar los mejores y no se filtren sabandijas como Heliodoro Quintero, William Ojeda, Ricardo Sánchez o Paraqueima.
Como segundo paso insistimos en que se elabore un pacto de gobernabilidad alrededor de un plan de gobierno que incluya a todos los sectores democráticos. El mismo debe contemplar la amnistía política y, una vez cambiado el gobierno, la realización de una Asamblea Constituyente siguiendo los lineamientos del Movimiento Independiente Democrático del Táchira, así como el compromiso de la no reelección presidencial.
Los próximos 15 años deben ser para corregir los entuertos de los rojos y para diseñar una verdadera democracia. Será una etapa muy dura porque no solo habrá que construir una economía hoy destruida, sino inculcar valores de honestidad, de trabajo, de respeto a las opiniones diferentes y de reducción del presidencialismo a su mínima expresión. El problema de la pobreza tendrá que enfrentarse por vías diferentes al asistencialismo y tendremos que estar conscientes de que al menos en los próximos 15 años el petróleo será el eje alrededor del cual gire nuestra economía y por lo tanto las inversiones tienen que ser hacia ese sector para aumentar la producción con recursos propios y de terceros. Aceptemos que el turismo será durante mucho tiempo solo vapores de la fantasía, que las industrias del hierro y del aluminio están en la carraplana y costará mucho hacerlas competitivas, que la petroquímica quedó rezagada y que no tenemos potencial para ser un país de gran producción agrícola, aunque sí uno que logre una balanza comercial agrícola equilibrada.
El 2015 será complicado y aunque hoy no es fácil ser optimistas, debemos redoblar esfuerzos para sacar a los rojos. Feliz Año.
Como en botica: La historia no perdonará a los diputados y magistrados del TSJ que violaron descaradamente la Constitución. Tampoco a quienes aceptaron los cargos a sabiendas de la inconstitucionalidad de sus designaciones y de su falta de méritos.
¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
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