Thursday, December 18, 2014

Medios en mutación

En: http://www.eluniversal.com/opinion/141218/medios-en-mutacion

RICARDO ESCALANTE |  EL UNIVERSAL
jueves 18 de diciembre de 2014  12:00 AM

Puede un medio de comunicación impreso transformarse sin consecuencias? La respuesta pudiera ser sí o no, según el medio de que se trate, de las nuevas perspectivas y también de las expectativas de los anunciantes y los lectores.

Ese enorme portaaviones del periodismo mundial que es The Washington Post es buen ejemplo de cambios diseñados por especialistas con visión de futuro y, por supuesto, su propietario, Jeff Bezos, también hace una contribución para que el periódico impreso se mantenga hasta donde sea posible. Por el contrario, un signo deplorable es el de The New Republic, una revista cuyo éxito legendario nunca se debió a elevadas cifras de circulación, sino a lectores de alto nivel intelectual y a su habilidad para ejercer influencia en la compleja sociedad norteamericana.

El cementerio de periódicos y revistas que trajo Internet es grande y variado, aunque a estas alturas todavía hay quienes sostienen que los medios impresos de calidad siempre tendrán un mercado. Con menos lectores y menos publicidad, pero con una misión firme. En el caso de las revistas especializadas y los libros ocurre lo mismo. El Kindle abarató el precio de los libros y ahora cualquiera puede transportar casi una biblioteca en el pequeño aparato, a pesar de lo cual las bondades y hasta el olor del papel no han fenecido.

En una sociedad de consumo como la de Estados Unidos el poder de la publicidad es inclemente con las publicaciones que reducen su tiraje, pero, al mismo tiempo, es ahí donde comienza la habilidad y el caudal económico de los dueños para desarrollar nuevas fuentes de ingresos, tal como ahora hacen The Washington Post, The New York Times y otros. La supervivencia de los medios es un desafío en toda sociedad.

The New Republic es un caso especial por la naturaleza de su contenido. Su historia de análisis y opinión con énfasis político progresista está a punto de ser rota por el propietario, uno de esos jóvenes fundadores del Facebook con inmensa fortuna, mientras el ahora director tacha de equivocados a quienes piensan que la revista debe seguir siendo exclusiva para minorías. Cree que destronará a The New Yorker, pero en su reciente carta a los lectores se percibía, además de vanidad y arrogancia, un cierto aroma de mal agüero.

@opinionricardo

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