■ Solo dejan a su paso en esos pueblos ruina y desaliento.
En nuestro país, ya es tan común que los jerarcas narcorevolucionarios utilicen la estrategia de Goebbels (ministro de Comunicación de Hitler) quien practicó la tesis de que una mentira dicha adecuadamente mil veces se convierte en verdad. Como muestra de eso hay miles de situaciones, ejemplo de ello es un tema recurrente del discurso rojo decir hasta el cansancio que la oposición (guerra económica/derecha/fascista/apátrida/desestabilizadora/magnicida) es la responsable de todo lo que suceda en el país lo que por cierto, habla más bien de su ineficiencia como gerentes públicos.
A pesar de que decimos que ya nada nos asombra de este Clan que conduce a Venezuela al abismo, no deja de lastimar mi ser democrático ver como la mayoría de los voceros de lo que queda de las “Instituciones o Poderes” en mi patria, se pronunciaron con solidaridad automática hacia un capo de alta monta como Diosdado Cabello Rondón, sin decir que abrirían una averiguación, al menos para disimular ante el pueblo digno y decente de nuestra amada patria y quedar bien ante los ojos de la comunidad internacional, lo que les ha dado ciertos resultados en otras oportunidades.
Eso de “parecer” demócratas pulcros ya no es tan fácil sostenerlo pues cada día se les abren más las costuras del comunismo, en esta variedad tropical mezclado con narcotráfico. ¡Vaya mezcolanza!
Todo ese manejo que ellos llaman político y a mi entender es más bien miserable y manipulador, me hace recordar que en mi caso viví directamente las triquiñuelas perversas de los cachorros del finado, cuando en el año 2007 le denuncié a Hugo Chávez sobre grabaciones y atropellos que me hizo el entonces jefe de Dirección de Inteligencia Militar (DIM), Hugo “El pollo” Carvajal Barrios, por orden de Diosdado Cabello, a lo que hizo caso omiso.
Luego, de nuevo Hugo Chávez en el 2010 le pidió a la primera vicepresidenta del PSUV, Cilia Flores, que tratará con el entonces Canciller Nicolás Maduro de silenciarme o exigir que bajara el tono de las denuncias que yo había comenzado a hacer públicas en el programa de radio semanal llamado “Contacto con El Gato”, (al parecer a Nicolás le agradó el nombre de ese programa) lo cierto fue que me convocaron a la cancillería donde fui recibido por Cilia quien me informó que al sitio llegaría Diosdado para reunirnos, inmediatamente le respondí que yo con delincuentes no me reuniría, ya que el apodo con el que lo bauticé de “El pimentón” no es gratis, sino por los múltiples guisos en los que permanece metido, lo cual inmediatamente le reportó a Nicolás en el otro despacho y viendo o dándose por asombrados de la gravedad de mis denuncias, le dijeron al capo que no entrara y de allí me invitaron a la vicepresidencia a encontrarnos con Elías Jaua a quién le ratifique todo lo mencionado a Cilia y a Nicolás.
Recuerdo este episodio pues tiene todo que ver con esta ya invariable táctica silenciadora de denuncias, unida a la estrategia goebbeliana de mentiras sistemáticas, lo que es ya una política de estado y me indica que los representantes de las instituciones, alcahuetes recurrentes de todas las situaciones harto denunciadas de violaciones a la Constitución y los Derechos de los venezolanos, en las que el Poder Ejecutivo y el Legislativo (Léase Diosdado y Nicolás) han sido protagonistas, autores, en lugar de increparlos y llevar a cabo investigaciones y actuar en consecuencia, han vulgarmente encubierto todo lo que El Patrón les ordene, cuidando su bozal de dólares lo cual hace extremadamente obvio su participación en el sucio negocio de la droga.
Si algunos periodistas extranjeros, han osado difundir algo que es producto de investigaciones de varios años y por eso los tildan de farsantes, sería decoroso por decir lo menos, mostrar una intención de revisar por noticia criminis esta situación que ya es vox populi en el mundo. Resulta muy grosero ver que si un tuitero chismea algo en contra del capo, enseguida la Fiscal General en persona se pronuncia y privan de libertad al opinador internauta.
Como se explica que la Fiscal supuestamente no sabe que Diosdado, su hermano José David y Hugo “El Pollo” Carvajal tienen una cantidad de fincas en Monagas, especialmente en los municipios del sur del estado, además de las de los municipios Zamora y Cedeño como la de San José de Areo (bunker principal de “El Pollo” , ya detectado por la DEA), en donde hay subterráneos de 10 metros de largo por 5 de ancho, con anexos tipo cajas fuerte de 3×4 metros con profundidad estructural de metro y medio. ¿Y que me dice la “Madame en Jefe” como la bautizó el amigo @tovarr, de la finca de 20 mil hectáreas que tienen en la población de El Manteco del estado Bolívar? Los pobladores de las zonas cercanas a esos Latifundios, donde estos terratenientes comunistas tienen sus guaridas lo saben, pero si ellos denuncian estas atrocidades, ¿ustedes creen que los disciplinados borregos de los Poderes acusaran y juzgaran a los patrones del Cartel de los Soles? ¿Ya los representantes del poder Moral entrevistaron a los obreros, maestros de obra y albañiles que hicieron todas esas infraestructuras? Justicia a lo revolucionario.
Puedo destacar que, el 90 % de la droga que sale de Colombia pasa por Venezuela, no porque yo lo diga, si no por el seguimiento de organismos internacionales especializados en la materia. El cartel no dejó fuera ningún detalle en el entramado de esta red nefasta para nuestro país y el mundo, y por eso puedo recordarles que José David Cabello Rondón es el Superintendente del Servicio Nacional de Administración Tributaria (SENIAT), jefe de todas las aduanas del país, ubicadas en puertos y aeropuertos, por donde sale la droga. También “El pollo” Carvajal es el jefe de seguridad de PDVSA a nivel nacional, llamado P.C.P lo que les pone en las manos los aviones de la industria, sumados a los del SENIAT.
Quiero destacar, lo que he venido diciendo en mis anteriores columnas: que Diosdado, su hermano y “El Pollo” Carvajal no podrán salir del país por el resto de sus vidas, pues tienen orden de captura internacional por tráfico de drogas. Si llegasen a salir sería a un país aliado del Narcoestado. Mantengo la esperanza de que cuando recobremos la independencia, estos capos serán entregados a la Justicia internacional. Se visualiza que se acerca el final.
No queda ninguna duda de que lo que queda de las instituciones de la provincia de Cuba llamada Venezuela, son instituciones al servicio del narcotráfico. El dolor de muchos venezolanos por el presente y futuro de Venezuela, el daño hecho a nuestros jóvenes arrebatándoles la posibilidad de desarrollo profesional y espiritual en su tierra, debe tener algún doliente en esas instituciones. No todos son peones del patrón de los soles.
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