Víctor Salmerón
1. ¿A cuánto ascenderá la inflación en el 2015? El
vicepresidente para el Área Económica y ministro de Finanzas, Rodolfo
Marco Torres, presentó ante la Asamblea Nacional un presupuesto para
2015 que contempla mejoras sustanciales respecto a lo que ha sido este
año, al considerar que la economía crecerá 3% a la par de que la
inflación, que en los últimos doce meses registra un salto de 63,4%,
perderá fuerza hasta ubicarse en el rango de entre 25-30%.
Esta visión optimista difiere por
completo de la mayoría de las firmas especializadas y entidades
financieras, que no creen posible que la economía venezolana deje atrás
la estanflación, es decir, la enfermedad que se caracteriza por dos
espasmos simultáneos: estancamiento o mínimo crecimiento y elevada
inflación.
Si no hay crecimiento las ventas caen,
las empresas no necesitan contratar nuevo personal y no hay ganancias
para ajustar adecuadamente los salarios, mientras que los precios se
incrementan cada mes golpeando la capacidad de compra y el bienestar de
las familias.
El informe elaborado por Latin Focus al
cierre de septiembre, es decir, antes de que se acentuara el descenso de
los precios del petróleo, indica que las proyecciones de entidades
financieras como Deutsche Bank, JP Morgan, Goldman Sachs y firmas como
Ecoanalítica, apuntaban a que en 2015 la economía tendría un ínfimo
crecimiento de 0,7% que sería acompañado por una inflación de 60%.
Asdrúbal Oliveros, director de
Ecoanalítica, indica que “ese estimado de crecimiento e inflación que
presentó el ministro Rodolfo Marco Torres está muy lejos de la realidad”
y explica que el Gobierno tiene un gasto que supera por mucho al
ingreso y en buena parte lo cubre con billetes que imprime el Banco
Central y aceleran la inflación.
“Este año la inflación va a cerrar sobre
60% y para que baje a entre 25-30% el año que viene tendría que haber
un recorte de gasto bastante fuerte que es inviable en un año
electoral”, dice Asdrúbal Oliveros.
2. La honestidad de los datos.
El informe que el Gobierno entregó a la Comisión de Valores de Estados
Unidos (SEC por sus siglas en inglés) registra que en 2013 con un precio
promedio de la cesta petrolera venezolana de 98 dólares el barril el
gasto del Gobierno, incluyendo todas las empresas públicas, superó en
16,9% del PIB al ingreso y este año Ecoanalítica calcula que la brecha
es de 22% del PIB.
Estos números indican que en un
escenario en el que el precio del petróleo no se recupera tras la caída
sufrida en los últimos cuatro meses, el Gobierno tendría que imprimir
aún más bolívares para mantener el gasto algo que inevitablemente se
traduciría en aceleración de la inflación.
La cesta petrolera venezolana cerró la
semana pasada en 77,65 dólares el barril y el presupuesto elaborado por
el Gobierno contempla que en 2015 se mantenga en 60 dólares, pero el
problema es que este gasto dista mucho de ser el real, porque
sistemáticamente los desembolsos son muy superiores a lo que se estima
inicialmente.
Síntesis Financiera estima que este año,
sin tomar en cuenta los pagos de deuda, el gasto del Gobierno superará
en 76% a lo contemplado en el presupuesto 2014.
Otro factor a tomar en cuenta es que a
fin de evitar que la escasez siga en alza el Gobierno tendría que
permitir nuevos incrementos en artículos con precios regulados,
imprimiéndole un impulso extra a la inflación.
3. Sin gasolina. Si
bien el Banco Central oculta las cifras es evidente que la producción de
las empresas en áreas clave ha caído y José Guerra, profesor de la
Universidad Central de Venezuela, considera que no hay cómo salir del
clima recesivo en el corto plazo y lograr que la economía crezca en
2015.
“De la última recesión que sufrió
Venezuela, la que tuvimos en 2009-2010 se salió con una tremenda
expansión del gasto público que generó una demanda que tuvo respuesta
adecuada del lado de la oferta porque había suficientes dólares para
importar, gracias a las reservas que tenía el Banco Central y la
capacidad de endeudamiento, condiciones que ya no están presentes”.
Las reservas internacionales, el tanque
que permite cancelar deuda externa e importaciones, registra un descenso
importante y al cierre del 17 de octubre se ubican en 19 mil 946
millones de dólares, de los cuales, solo 500 millones están en efectivo y
el resto corresponde principalmente a barras de oro.
Al cierre de 2008, cuando comenzó a
gestarse el clima de la última recesión, el país contaba con reservas
por el orden de 42 mil 299 millones de dólares que permitían cubrir
todos los requerimientos de divisas para impulsar el crecimiento con una
estrategia de expansión del gasto público.
Asdrúbal Oliveros coincide con esta
visión e indica que “nosotros estimamos que este año la economía se
contraerá 4% por la restricción de divisas y no vemos mejoría en este
aspecto para el año entrante sobre todo en un entorno de debilitamiento
de los precios del petróleo”.
4. ¿Y los dólares del petróleo?
El petróleo provee 96 de cada 100 dólares que ingresan a Venezuela. En
su último informe, fechado el 20 de octubre, el analista de Bank of
America, Francisco Rodríguez, prevé que si el precio del petróleo se
mantiene a 80 dólares el barril el Gobierno tendría necesidades de
financiamiento por el orden de 13 mil millones de dólares en momentos en
que la República tendría que pagar una elevada tasa de interés para
obtener financiamiento en vista de la elevada percepción de riesgo que
tiene el mercado.
La señal de que el mercado observa con preocupación a Venezuela proviene de los Credit Default Swap
(CDS), el instrumento que utilizan los inversionistas para asegurarse
de un posible incumplimiento en el pago que debe hacer el Gobierno al
vencimiento de los bonos.
Las compañías que venden los CDS le
aseguran a los inversionistas que tienen en sus portafolios bonos
venezolanos que en caso de que la administración de Nicolás Maduro no
les cancele ellas lo harán, a cambio de recibir un pago anual, es decir,
opera como una póliza de seguro contra la eventualidad de un default que es como técnicamente se conoce cuando un país no paga a tiempo sus compromisos.
Mientras mayor es la percepción de que es posible el default
más caro son los CDS y de acuerdo con Deutsche Bank, entre el 13 de
agosto y el 13 de octubre de este año el costo de asegurar los bonos
venezolanos registra un salto de 95%, con lo que la deuda venezolana se
ubica como la segunda más riesgosa del mundo, solo superada por
Argentina.
5. La devaluación. El
presupuesto que presentó el Ejecutivo contempla que se mantenga el tipo
de cambio de 6,30 bolívares por dólar para bienes prioritarios. No
obstante, en un entorno en que este tipo de cambio artificialmente
barato dispara las solicitudes de divisas hasta niveles insostenibles y
el Gobierno va a necesitar obtener más bolívares por cada petrodólar a
fin de disminuir la brecha entre ingresos y gastos, los analistas
esperan una devaluación.
El escenario principal de Ecoanalítica
es que en 2015 el Gobierno eliminará el tipo de cambio de 6,30 bolívares
por dólar y transferirá todo lo que se importa a esta tasa al Sicad I
que se deslizaría hasta 15 bolívares por dólar, mientras que el Sicad II
se mantendría en 50 bolívares por dólar.
Asdrúbal Oliveros indica que
“inevitablemente esta devaluación impulsaría en un primer momento a la
inflación, porque encarecería las importaciones que se están haciendo a
6,30 bolívares y tendría un impacto recesivo al desalentar el consumo”.
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