Por
Juan Antonio Avellaneda. (Londres).-
La semana pasada ocurrieron dos
hechos que me llevaron a reflexionar y precisar algunas cifras. El
primero fue que el 07 de Octubre se cumplieron dos años del triunfo de
Chávez sobre Capriles. El segundo, el fallo sobre la demanda de
ExxonMobil sobre la República. Ambos fueron celebrados por el chavismo
como sendas victorias. Sin embargo, al analizar nos damos cuenta de que
son dos acontecimientos que ilustran el caos económico-social que se
vive en Venezuela.
En el 2012 un Chávez
enfermo se enfrentaba a un joven e enérgico Capriles recorriendo el
país. Entendiendo esa diferencia, el Gobierno decidió gastar a manos
llenas cantidades de bolívares a través de sus instituciones. El mismo
Jorge Giordani, en su famosa carta de despedida, explica que el exceso
de gasto público que llevó ese año a un déficit fiscal de 15.6% del PIB,
había sido solo con propósitos electorales. Irónicamente ese 07 de
Octubre del 2012 era el principio del “chavismo sin Chávez”. Ya sabemos
los hechos subsiguientes luego de esas elecciones.
Para esa fecha, el dólar
paralelo se encontraba en Bs.12 por unidad y el oficial en Bs 4.30; hoy
en día está el oficial en 6.30, SICAD I en 12; SICAD 2 en 50: y el
paralelo entre 90-100 Bs por unidad. En 48 meses se ha vivido la mayor
devaluación de la historia de Venezuela como consecuencia de ese exceso
de gasto publico incontrolable que condujo a que ese déficit de 15% del
PIB del 2012 se repitiera en el 2013 y un poco menos en el 2014. Este
gasto además de ser consecuencia del desorden gubernamental es parte por
el gigantesco Estado que creó el mismísimo Chávez. De allí viene el
segundo hecho de la semana: el fallo de ExxonMobil.
En
el año 2007, el Presidente Chávez comenzó su cruzada por comprar lo que
consideraba empresas emblemáticas y estratégicas. Los mejoradores de la
Faja, CANTV, La Electricidad de Caracas, SIDOR, CEMEX y el Banco de
Venezuela entre otras. Me remito a las cifras oficiales dado que todo lo
mencionado arriba fue ya pagado vía acuerdos o en el caso de CANTV y La
EDC vía OPA. En la Faja del Orinoco, a Total y Statoil se le pagaron
$1.100 millones, Exxon ya sabemos que serán $ 1.600 millones y a Conoco
se le estima, según Barclays, que el fallo será por $ 4.000 millones.
CANTV le costó $ 2.000 millones y La Electricidad de Caracas $ 980
millones. El Banco de Venezuela fue comprado por $ 1.050millones y SIDOR
por $ 2.000 millones. Finalmente a Cemex se le pagaron 600 millones de
dólares.
Por lo tanto la ola
nacionalista que comenzó en el 2007 le ha costado a la Republica (usando
fondos de PDVSA directamente en algunas ocasiones) unos US$ 13.300
millones, sin contar la crisis bancaria de 2009, otras
nacionalizaciones menores y la eliminación de las casas de bolsas que
ocasionó el perverso sistema cambiario del que hablé la semana pasada.
Esta última gracia, palabras del mismo Giordani, le ha costado al país
unos US$ 25.000 millones.
En conclusión, entre el
programa de toma de poder total de Chávez y creación del megaestado –sus
raíces se remontan a 2007- ha costado, como mínimo, unos US$ 40.000
millones de dólares o casi el 25% del PIB de esa época.
Este megaestado se ha
convertido en ineficiencia, desmejora de los servicios, disminución de
la producción petrolera y un gasto publico incontrolable. De hecho el
Wall Street Journal del sábado, analizando la baja de los precios de
petróleo, coloca un gráfico con el precio de referencia que tendría que
registrarse en el mercado para que los países de la OPEP tengan
equilibrio fiscal. El de Venezuela debería ser $121 por barril, solo
superado por Irán que lo necesitaría en $140, siendo el promedio de los
países de la OPEP $ 89 por barril.
El megaestado pasa
factura, la ineficiencias creadas también, y uniendo a esto la falta de
decisiones y desorden gubernamental, no es extraño entonces ver lo que
está sucediendo con la economía venezolana.
El nuevo equipo
económico-petrolero tiene un gran reto. Liderar con lo explicado, un
escenario de caída de los precios petroleros y el legado de Chavez. The
Economist trata este último tema esta semana en un artículo. Explica que
Petrocaribe le cuesta a PDVSA unos $ 2.300 millones de dólares anuales,
el acuerdo con Cuba unos $ 2.800 millones anuales y el subsidio interno
de energía unos $ 28.000 millones anuales. Juntando el megaestado
creado, más el legado de Chávez en este escenario de caída de precios
del petróleo ocurre una especie de “Tormenta Perfecta”. Por lo que me
pregunto, ¿Será capaz Eulogio del Pino de atraer a las trasnacionales
petroleras? Será capaz Asdrúbal Chávez de persuadir a la OPEP para
mejorar los precios del crudo? ¿Será capaz Marco Torres de controlar el
Gasto Publico? Y más aún: ¿será capaz Maduro de liderizar el barco en la
Tormenta Perfecta?

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