José Ignacio Hernández
Una de las últimas medidas anunciadas
para “combatir” el contrabando y demás ilícitos económicos es revocarle
la nacionalidad a aquellos extranjeros que incurran en tales delitos en
el comercio informal. Es decir: a los llamados buhoneros. Según la noticia, “la violación de la ley, del ordenamiento jurídico, es causal para perder la nacionalidad”.
1. ¿Cómo se pierde la nacionalidad? De
conformidad con la Ley de Nacionalidad y Ciudadanía, la nacionalidad
por naturalización solamente se pierde mediante proceso judicial y por
las causales expresamente contenidas en la Ley. Esas causales responden a
hechos calificados como muy graves, por ejemplo: actos contrarios a la
soberanía, desconocimiento de las instituciones, violación de la
seguridad de la Nación y desacato a las Leyes, entre algunas otros.
Eventualmente, mediante una Ley o un
Decreto-Ley, podrían agregarse otras causales. Y es aquí donde se ha
propuesto introducir como causal de revocatoria de la nacionalidad la
realización de ilícitos económicos, como el contrabando y la
especulación.
2. ¿Los ilícitos económicos justifican revocar la nacionalidad? La
revocatoria de la nacionalidad adquirida por naturalización sólo se
justifica ante incumplimientos graves a los deberes propios de la
nacionalidad.
Otorgar la nacionalidad venezolana por
naturalización establece un vínculo que sólo ante graves y excepcionales
casos de Ley puede desconocerse. Los ilícitos económicos no son, ni
pueden ser, un supuesto válido para revocar la nacionalidad, pues no se
vinculan con los deberes derivados del otorgamiento de la nacionalidad.
3. ¿Es eficaz esa medida? Como
toda medida represiva, esta idea de revocar la nacionalidad a quienes
incurran en ilícitos económicos debe medirse en función a su eficacia.
¿Contribuiría en algo tal medida a corregir la situación que le dio
origen?
Los ilícitos económicos deben incidir
sobre la conducta que se considera contraria a Derecho. Cuando varias
empresas crean un cartel, por ejemplo, el ilícito se orienta a extinguir
el cartel o evitar que éste se mantenga.
Revocar la nacionalidad por realizar
ilícitos económicos no incide sobre la conducta considerada
antijurídica, con lo cual es una medida poco eficaz. Algo así como la
insistencia por acordar, como sanción, la expropiación.
Reprimir, simplemente por reprimir, nunca ha sido una medida eficaz.
4. ¿La culpa es de los buhoneros? Tras
la medida anunciada hay, además, signos de que los buhoneros han sido
identificados como los (nuevos) “culpables” del desabastecimiento y
escasez. Como ya había sucedido en el pasado, se anunció una regulación que prohibiría a los buhoneros vender productos sujetos a control a precio.
Más que culpables, los buhoneros parecen
ser víctimas de un modelo que imposibilita su acceso a la economía
formal. Así, la economía informal surge allí donde los controles impiden
a la libertad económica desenvolverse dentro de la economía formal.
Algunos estudios revelan que el 42% de la población ocupada está en el sector informal.
Es una cifra demasiado alta y debería convocar al diseño y a la
ejecución de políticas públicas orientadas al fortalecimiento de la
economía formal. Algo que no se logrará con anuncios de revocatoria de
nacionalidad.
Los buhoneros son emprendedores,
ciertamente. Y, como todo emprendedor, los habrá malos y buenos. El
error está en generalizar y entender que más controles y sanciones
cambiarán la situación.
Al final, la situación es paradójica: lo
que está anunciando el Gobierno es su intención de regular a la
economía informal. Un sector que, por definición, está al margen de toda
regulación.
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