Nitu Pérez Osuna
Vi de nuevo el video que no es un filme de ficción, es la actualidad venezolana cargada de abuso de poder. Un centenar de hombres de “seguridad” trajeados para combatir en una guerra, encapuchados y armados, pateando puertas, tirándolas a golpe. El objetivo: secuestrar al Alcalde Metropolitano, Antonio Ledezma, la autoridad civil electa con el voto popular más importante, después del presidente.
De eso se cumplió ya el tercer mes este martes 19. Su delito, según quien se sienta ahora en Miraflores, sede del ejecutivo del país suramericano, ha sido “atentar contra la paz de Venezuela”.
Pasadas la cuatro de la tarde del 19 de Febrero, Ledezma fue sacado a empujones de su oficina, no sin antes informar por su cuenta en Twitter, que la policía la estaría allanando. La noticia corrió como pólvora en las redes sociales y los caraqueños comenzaron a agolparse en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN), ubicada en un sector de la capital que lleva por nombre Plaza Venezuela, exigiendo información sobre el paradero del funcionario. La esposa Mitzy, trabajadores de la alcaldía, miembros de partidos políticos, diputados, alcaldes, gobernadores, deportistas y comunicadores no obtenían respuesta alguna del régimen.
Ya en la madrugada del 20 y luego que se controlará una protesta en la cárcel de Ramo Verde contra la detención y traslado de quien ha sido electo y reelecto, los caraqueños confirmamos a través de vídeos subidos a redes sociales y páginas web, que Antonio Ledezma se encontraba en esa prisión ubicada en el estado Miranda.
Como un delincuente de alto calibre, terrorista o narcotraficante, esposado y custodiado con una inmensa caravana de patrullas y motorizados, rodeado de robocops con armas largas y cortas, fue trasladado Ledezma en medio de la oscuridad de la noche. Es así como siempre actúa la tiranía.
De inmediato organizaciones y personalidades internacionales solicitaron la liberación del Alcalde Metropolitano de Caracas. La organización Human Rights Watch (HRW) calificó su detención como “arbitraria” señalando que en Venezuela no hay independencia judicial. Freedom House también exigió la inmediata liberación por ilegal ya que “se actuó sin una orden emanada por un tribunal para el arresto y sin evidencia de haber cometido ninguna falta”, lo que a juicio de Robert Herman, vice presidente para programas regionales de la organización, constituye una clara violación a sus derechos constitucionales.
El ex presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, tras conocerse la detención del alcalde de Caracas escribió en Twitter: “Leopoldo López y los presos políticos en Venezuela deben ser liberados sin demora”. El ex presidente chileno Sebastián Piñera, por su parte, repudió la “brutal” detención de Ledezma y pidió al gobierno de la presidenta Michelle Bachelet que “levante la voz” en defensa de las libertades y los derechos humanos en ese país. El Twitter del senador Álvaro Uribe se hizo sentir: “Los jefes de Estado demócratas del Continente deberían parar los abusos de la dictadura de Venezuela”. El también colombiano y actual presidente, Juan Manuel Santos, aseguró que “hemos manifestado –en privado y en público– nuestro deseo de que a los opositores se les respeten sus derechos”.
Ex presidentes pertenecientes al llamado Club de Madrid se unieron al reclamo y exigieron, en un extenso documento presentado en ocasión de la Cumbre de las Américas en Panamá, “la libertad de todas las personas encarceladas por supuestos delitos de opinión y de aquellos líderes políticos de la oposición que, por el hecho de serlo, siguen viéndose privados de dicha libertad. …que se liberen todos aquellos que, como Antonio Ledezma, Leopoldo López, Daniel Ceballos y otros, permanecen en prisión o están arrestados”.
Son 31 los ex mandatarios firmantes. Nombremos solo algunos por razones de espacio: Oscar Arias, Costa Rica, Felipe Calderón, México, Micheline Calmy-Rey, Suiza, Fernando Henrique Cardoso, Brasil, Philip Dimitrov, Bulgaria, Vicente Fox, México, Eduardo Frei, Chile, Felipe González, España, Osvaldo Hurtado, Ecuador, Chandrika Kumaratunga, Sri Lanka, Aleksander Kwasniewski, Polonia, Luis Alberto Lacalle, Uruguay, Ricardo Lagos, Chile, Zatko Lagumdzija, Bosnia y Herzegovina, Yves Leterme, Bélgica, Ruud Lubbers, Holanda, Andres Pastrana, Colombia, Sebastián Piñera,Chile, Julio Maria Sanguinetti, Uruguay, Vaira Vike-Freiberga, Letonia, entre otros.
Al clamor de libertad y democracia se han unido también los dos mayores partidos ibéricos y los alcaldes de las ciudades de Atenas y Tesalónica quienes afirmaron que “no podemos permanecer indiferentes ante este hecho. Por ello, unimos nuestras voces a las que desaprueban este tipo de acciones, como la que ha sido ejecutada contra Antonio Ledezma, porque atentan directamente contra los derechos humanos y civiles, la libertad de tener una opinión diferente y la independencia del Poder Judicial”. El Parlamento europeo por su parte, ha pedido la liberación inmediata de López, Ledezma, Ceballos y manifestantes pacíficos detenidos por régimen de Maduro.
Igualmente Diputados de Nicaragua, El Salvador y Guatemala emitieron una proclama en la que instan al gobierno de Venezuela a liberar al dirigente opositor Leopoldo López, al alcalde Antonio Ledezma y a todos los presos políticos encarcelados en el gobierno de Nicolás Maduro.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se unió al coro de voces internacionales reclamantes y expresó su deseo de que “el gobierno venezolano libere a los opositores presos”.
El régimen de Maduro no midió el impacto que tendría en el mundo esta nueva arbitrariedad. Si para algo ha servido este secuestro del Alcalde Mayor, es para mostrarle a los pueblos y gobiernos del planeta que en Venezuela hay una dictadura.
Mi pluma se suma a la de tantos otros por la libertad de todos los presos cuya única culpa es soñar con la reconquista de la democracia y la justicia en Venezuela. Elevo mis oraciones por la pronta recuperación de la salud física del Alcalde Ledezma. Su salud espiritual se que se mantiene intacta y acerada.
@NituPerez
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