En: http://www.lapatilla.com/site/2011/11/28/alexander-guerrero-e-el-show-del-oro-repatriado/
Alexander Guerrero E.
El traslado al BCV del oro monetario, – reservas internacionales- se convirtió en un acto populista de los narrados por F. Baum en El Maravilloso Mago de Oz, historieta juvenil americana que relata el populismo en USA a finales del siglo XIX. El Presidente volvió esta vez “con el oro del pueblo” y que el maneja a su antojo como si fuese suyo y sin control de “ese pueblo” en un show decadente en montaje propagandístico comunista a la cubana.
Cualquier desprevenido, y hay muchos en todos los sectores, más allá del nivel de información que posea, no tienen por qué conocer cómo opera el registro, certificación y custodia de las reservas internacionales, incluido el oro monetario, pensarían, que el “show rescatista” del oro lo liberaba de una especie de secuestro por parte de la banca imperialista. De hecho, se presentó el traslado del oro como “repatriación” de la soberanía perdida, casi en una acción tipo comando. El oro no ha sido repatriado, porque no estaba expatriado.
El show “repatriacionista” del oro fue un montaje publicitario dirigido a manipular aquellos sectores humildes convertidos a la servidumbre socialista, que de acuerdo al tenor populista-demagógico de estos días, montado sobre reparto de dinero – madres con tres hijos y madres adolescentes- el oro ahora en manos del BCV constituiría fuente de recursos a repartir acorde al tenor del populismo electoralista: el Mago de Oz en el salón de los espejos con el pueblo esperando el milagro del oro.
El Presidente lucha con fuerza para convencer que tiene fondos –esta buchón- para atender las necesidades extremas -causadas por su revolución- de los sectores humildes. Hasta empresas encuestadoras le han creído, -caramelitos de miel- expresando pereza sin igual, para indagar la data fiscal y parafiscal y aprender que el gobierno vive un seria crisis de flujo de caja, a la fecha la mitad de los empleados públicos no ha cobrado aguinaldos.
Oímos al gobierno, a agitadores políticos y hasta al Presidente del BCV, pronunciar una conjunto de imprecisiones y mentiras de grado protuberante respecto de las razones por las cuales Venezuela traslada el oro monetario al BCV, ignorando crasamente las razones por las cuales el oro monetario se certifica y custodia en el mercado internacional, además de los acuerdos con las organizaciones multilaterales (FMI/BIS) para el manejo del oro monetario.
En resumen, el traslado del oro es costoso en transporte y seguros -no se informó su costo- y no trae ningún beneficio al país, por el contrario, eleva el nivel de riesgo por tenencia de ese oro en un ambiente revolucionario y de violencia e inseguridad que conforma hoy Venezuela, muy similar al de la caída de la Republica Española a finales de los treinta.
Es responsabilidad como economista explicarle a quien quiera leer que el oro monetario se trasfiere al mercado internacional por dos razones fundamentales. La primera, el mercado mundial del oro funciona bajo algunas reglas monetarias y financieras muy precisas, de certificación y custodia, para nombrar las dos más importantes. La certificación es esencial y es un mandato de las instituciones monetarias y financieras internacionales, del BIS (Banco Pagos Internacionales) y del FMI, de los cuales Venezuela es firmante y miembro, solo reconocen como oro monetario, al oro certificado, con el objetivo de regular el mercado del oro como reserva por parte de los bancos centrales, en beneficio de la estabilidad financiera y monetaria.
Entre el FMI y sus países miembros (Venezuela, uno de ellos) existen acuerdos financieros y monetarios cuyo cumplimiento se hace en oro monetario. De esta manera, el primer paso de un Banco Central para monetizar oro comprado en el mercado del oro, en nuestro caso, local, es certificarlo, que expresa que el oro forma parte de las reservas monetarias y que ello se efectúa a través de los esquemas monetarios que fundan la constitución de un banco central, de acuerdo con las normas monetarias básicas, dado que se corre el riesgo que trucos contables y monetarios adulteren la liquidez monetaria. Por ello, el oro monetario solo puede transarse entre bancos centrales miembros del FMI, que regula el proceso de monetización del oro (minero) en oro monetario, así como su desmonetización. El oro monetario debe ser de una pureza 995/1000.
Esa es la razón por la cual se traslada el oro físicamente a los centros de certificación. El segundo paso, es su custodia, lo cual requiere traslado físico a las instituciones monetarias autorizadas, bancos centrales y privados de reputación en Alemania, Inglaterra, USA, Francia. Estas operaciones de certificación y custodia constituyen una regulación monetaria internacional y es ejecutada por cada país. Venezuela lo ha estado haciendo desde 1948, incluyendo los 13 años de gobierno del Presidente Chávez. El traslado del oro al BCV, una operación logística innecesaria y costosa, impediría o encarecería la venta del oro, si fuese necesario, recordemos que los países firmantes de los acuerdos con el FMI y el BIS solo pueden vender el oro monetario a bancos centrales, ningún banco central compraría oro monetario al BCV dado que este no tiene calificación de custodia.
Desde luego, la operación del traslado del oro, podría asimilarse a aquella decisión que produjo la salida de PDVSA del SEC (Comisión de Valores de New York) con el objetivo de evitar las obligaciones que tienen las empresas listeadas en el SEC de presentar balances trimestralmente, con una eventual salida de Venezuela del FMI, algo que considero casi imposible, pero debo aceptar que muchas decisiones en materia económica del gobierno no han tenido ni patas ni cabeza. Otro elemento a considerar es un infundado temor a un embargo, aunque se sabe que las reservas internacionales –incluido el oro monetario- no son embargables, nadie puede asegurar que motivos políticos de alguna dimensión puedan explicar el traslado del oro al BCV. Otra posibilidad es que China exija alguna garantía adicional para el cumplimiento de los acuerdos del crédito chino, se sabe que las condiciones son duras, después de todo los chinos tienen 3000 años comerciando por el mundo, pero un gobierno como el venezolano sediento de efectivo por razones fiscales y capaz de pagar un elevado costo por ese efectivo, pudiera verse en apuros de cumplir esos convenios económicos.
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