Friday, November 4, 2011

Definitivamente "alguien nos está mintiendo con la enfermedad de Chávez"

En: http://www.noticierodigital.com/forum/viewtopic.php?t=814970

Miguel Salazar

ND.- En su columna de este viernes en Las Verdades de Miguel, el editor Miguel Salazar plantea varias interrogantes acerca de la enfermedad del presidente Chávez, afirmando que "definitivamente, alguien nos está mintiendo". Sus enigmas son "¿Se trata de una enfermedad mucho más grave?; ¿estamos ante un buen montaje con base a una enfermedad que no existe, pero que se simula farmacológicamente para hacer creer que Chávez vence el cáncer, burla la muerte; todo con el fin de convertirse en una leyenda y ganar popularidad justo antes de las elecciones?".

A continuación lea la columna completa:

De enfermedades presidenciales y otros males. La falta de información veraz y oportuna acerca de la salud de Chávez conlleva a armar el rompecabezas echando mano a opiniones personales sobre lo que se ha convertido en un tema delicado. No se incurre en delito alguno leyendo o escuchando puntos de vista con información médico oncológica, general y básica.

Quienes la aportan tratan de evitar especulaciones y, sobre todo, piden guardar la fuente temiendo amenazas de los radicales. Los comprendo, porque por más oncólogo que sea, no hay quien se atreva a emitir públicamente criterios sobre el asunto y más conociendo la suerte del doctor Navarrete, a quien condenan por haber dado una opinión sin que se tratase de una fuente oficial o que en algún momento hubiera evaluado al paciente-Presidente, ni mucho menos revisado algún material o historia médica clasificada como top secret; sin embargo, releer a Navarrete así como a otros especialistas que nos hacen llegar sus opiniones, es encontrar puro razonamiento médico apoyado en la información que el propio Chávez ha facilitado.

Ahora bien, a falta de ella uno se siente atraído por simples ejercicios mentales cimentados en las herramientas estándares y universales con las que cuentan los especialistas para hacer diagnósticos. La mayoría de los consultados expresa su preocupación alegando que, definitivamente, alguien nos está mintiendo. Comparto la inquietud provocada por el hermetismo con el cual se maneja la información sobre el tema.

Estimo que la manera de darlo a conocer sólo ha servido de estímulo a la industria del rumor, pues falta que Chávez deje de aparecer en público un par de días para que el país sea el más grande recipiente de los murmullos. Llueven las controversias, unas más otras menos científicas.

Nos inclinamos por dos de las primeras: ¿Cierto o falso que el primer paso que se lleva a cabo cuando se está frente a un paciente con sospechas de cáncer, es hacer una biopsia para conocer el tipo de tumor a enfrentar? ¿Cierto o falso que dicho procedimiento va desde la punción con aguja fina, pasando por la aguja gruesa, biopsia operatoria y en casos extremos y desafortunados por una cirugía de emergencia la cual se considera un mal pronóstico? Chávez informó que le extrajeron un tumor del tamaño de una pelota de beisbol.

Son muchas las consideraciones acerca del cáncer diagnosticado en La Habana. Hasta ahora se desconoce una respuesta a la interrogante más importante en su caso: ¿Cuál es el tipo histológico del tumor extraído al Presidente? Ese ha resultado el gran misterio informativo para los consultados, la gran incógnita.

Les llama la atención y les crea dudas que Chávez haya dicho que se trataba de un tumor encapsulado cuando antes declaró que fue operado de emergencia, incluso con hospitalización en terapia intensiva por un tumor que se abscedó. Les plantea dudas que no diga con exactitud el tipo de tumor que tiene, con nombre y apellido (lo cual percibo no es una curiosidad morbosa, sino el derecho de todos los venezolanos a conocer la salud de quien rige sus destinos).

Es motivo de suspicacia para quienes conocen del tema que diga que, con sólo cuatro ciclos de quimioterapia ya está milagrosamente curado. En el caso clínico del Presidente no debe haber medias tintas, si es verdad que realmente está enfermo de cáncer (que según las normas básicas de estadificación clínica debe estarlo), sería un caso único si después de su gravedad el capítulo está cerrado y que en un tiempo más o menos corto no deben esperarse nuevas complicaciones.

No me queda sino hacer las preguntas de rigor: ¿Existe o no todo un ambiente desinformativo alrededor de su enfermedad? ¿Mueve o no a la desconfianza que finalmente se haya realizado casi todo el tratamiento en Cuba? ¿Qué se oculta? Las interrogantes pueden molestar en su entorno, pero, en la calle es la comidilla del día.

En virtud del celo de Miraflores sobre la salud del jefe del Estado, nos sentimos con el derecho a plantearnos dos enigmas: 1) ¿Se trata de una enfermedad mucho más grave de lo que quieren hacer ver? 2) ¿Estamos ante un buen montaje con base a una enfermedad que no existe, pero que se simula farmacológicamente para de tal manera hacer creer que Chávez vence el cáncer, burla la muerte; todo con el fin de convertirse en una leyenda y ganar popularidad justo antes de las elecciones? Todo es posible en el mundo de la dimensión desconocida que nos proporciona la desinformación.

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