ELIDES J. ROJAS L. | EL UNIVERSAL
miércoles 2 de noviembre de 2011 12:00 AM
Casi 13 años tiene Chávez montado en el coroto. Más que ningún otro mandatario regional, excepto los hermanitos criminales cubanos que como son un combo se cuentan igual, por pareja. Apenas los superan los tiranos de África y el Medio Oriente, aunque hay que aclarar que a algunos les cortaron el cambur entre protestas y plomo.
Pero no es un problema solamente de tiempo, pues al final, aunque se diga que hubo fraude o trampa o lo que sea, micomandantepresidente ha ganado todas las elecciones salvo las más recientes donde efectivamente el trampeo legislativo le ha dado la ventaja independientemente de que se las eche de ganador eterno. En la última le empujaron un montón de votos por encima y obtiene más diputados solamente por obra y gracia de una ley que le aprobaron en bandeja las focas legislativas anteriores.
Es su estilo. Ventajismo y abuso para seguir montado en esa silla que les garantiza el bienestar, comodidades, fincas, camionetotas, viajes, espec- táculos carísimos, dólares sin pasar por Cadivi, casotas y apartamentotes nuevos, empresas, negocios, platica, fortuna y poder, mucho poder, a varias grupos en sucesión: el clan familiar del jefe, los amigotes que se alzaron en armas para ordeñar al Estado. Luego vienen los civiles recogiditos de los militares de la cúpula. Deben aprovechar, pues sean banqueros, empresarios, políticos o dueños de medios para los militares del 4F no son legítimos. Ellos arriesgaron carreras y vidas y ejercieron la traición nocturnal no para que vengan unos civiles a llevarse los cheques.
Más atrás vienen los amigotes, tipo Cuba, Nicaragua, Ecuador, Bolivia, Irán y en alguna medida China, aunque esto es otra cosa. Los chinos saben que estos revolucionarios de pacotilla tienen petróleo y que están dispuestos a entregarlo por los dólares que necesitan para seguir con la fiesta de Blas. Y los aprovechan. Pero los otros son unos vividores descarados. El jefe necesita la muralla internacional que lo defienda de sus abusos y autoritarismos y los vividores necesitan los reales. Negocio hecho.
Después están los contratistas, sindicalistas, periodistas, médicos, empresarios, tirapiedras, terroristas de esquina, motorizados armados, encuestadores, organizadores de viajes para marchas, intelectuales, criadores de cochinos, importadores, intermediarios, empresas de maletín, petardistas varios. En este grupo se ubica todo aquel que le quiera meter la mano al saco de dólares que maneja personalmente el líder intergaláctico. Basta jalar, ir a VTV o a RNV, crear grupitos mercenarios que digan que defienden la verdad o que termine en socialista de Venezuela y listo.
A pasar por caja.
Pero no es un problema solamente de tiempo, pues al final, aunque se diga que hubo fraude o trampa o lo que sea, micomandantepresidente ha ganado todas las elecciones salvo las más recientes donde efectivamente el trampeo legislativo le ha dado la ventaja independientemente de que se las eche de ganador eterno. En la última le empujaron un montón de votos por encima y obtiene más diputados solamente por obra y gracia de una ley que le aprobaron en bandeja las focas legislativas anteriores.
Es su estilo. Ventajismo y abuso para seguir montado en esa silla que les garantiza el bienestar, comodidades, fincas, camionetotas, viajes, espec- táculos carísimos, dólares sin pasar por Cadivi, casotas y apartamentotes nuevos, empresas, negocios, platica, fortuna y poder, mucho poder, a varias grupos en sucesión: el clan familiar del jefe, los amigotes que se alzaron en armas para ordeñar al Estado. Luego vienen los civiles recogiditos de los militares de la cúpula. Deben aprovechar, pues sean banqueros, empresarios, políticos o dueños de medios para los militares del 4F no son legítimos. Ellos arriesgaron carreras y vidas y ejercieron la traición nocturnal no para que vengan unos civiles a llevarse los cheques.
Más atrás vienen los amigotes, tipo Cuba, Nicaragua, Ecuador, Bolivia, Irán y en alguna medida China, aunque esto es otra cosa. Los chinos saben que estos revolucionarios de pacotilla tienen petróleo y que están dispuestos a entregarlo por los dólares que necesitan para seguir con la fiesta de Blas. Y los aprovechan. Pero los otros son unos vividores descarados. El jefe necesita la muralla internacional que lo defienda de sus abusos y autoritarismos y los vividores necesitan los reales. Negocio hecho.
Después están los contratistas, sindicalistas, periodistas, médicos, empresarios, tirapiedras, terroristas de esquina, motorizados armados, encuestadores, organizadores de viajes para marchas, intelectuales, criadores de cochinos, importadores, intermediarios, empresas de maletín, petardistas varios. En este grupo se ubica todo aquel que le quiera meter la mano al saco de dólares que maneja personalmente el líder intergaláctico. Basta jalar, ir a VTV o a RNV, crear grupitos mercenarios que digan que defienden la verdad o que termine en socialista de Venezuela y listo.
A pasar por caja.
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