Thursday, December 18, 2014

Cuba, EEUU y Venezuela: Una lectura de los eventos recientes

En: http://prodavinci.com/blogs/cuba-ee-uu-y-venezuela-una-lectura-de-los-eventos-recientes-por-angel-alayon/

Angel Alayón

Los anuncios fueron simultáneos. Obama no podía escuchar lo que decía Raúl Castro ni Castro lo que decía Obama. Una coreografía que sólo fue posible luego de dieciocho meses de conversaciones secretas en la que se construyó algún grado de confianza entre antiguos enemigos.

La libertad y el intercambio de prisioneros fueron los gestos concretos que inauguraron una nueva etapa en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. Luego vinieron los discursos, preparados con la certeza de que cada palabra pesa y que cualquier reconstrucción siempre comienza con lo que se dice.

Nadie dijo imperio, nadie fue antiimperialista. Y, aunque se reivindicaron victorias simbólicas, nadie se declaró ganador.

Buena parte del discurso de la izquierda de América Latina durante la segunda mitad del siglo XX se ancló en la esperanza de la Revolución Cubana y en el Embargo de Estados Unidos a Cuba como la máxima prueba del desprecio del llamado Imperio del Norte a la soberanía de los pueblos y a la idea del progreso.

Hugo Chávez visitó Cuba por primera vez en 1994 luego de salir de la cárcel. Allá dijo: “En sueños a Cuba vinimos infinidad de veces, los soldados bolivarianos del Ejército venezolano, que desde hace años decidimos entregarle la vida a un proyecto revolucionario, a un proyecto transformador”. Después de la caída del muro de Berlín y del desmembramiento del proyecto soviético, Chávez mantuvo viva a Cuba como referencia política y ejemplo de resistencia antiimperialista. Y, una vez alcanzado el poder, convirtió esos sueños en una alianza con beneficios políticos y económicos para ambas partes.

Nicolás Maduro, el heredero político de Hugo Chávez, ha mantenido la alianza con Cuba y las referencias discursivas en su accionar político. De hecho, muchos analistas justificaron la decisión de Hugo Chávez de nombrarlo heredero por sus buenas relaciones con Cuba. Y el discurso de Maduro así lo reflejaba. Apenas hace cuatro días lideró una marcha que tenía como motivo el rechazo al imperialismo estadounidense, un eco indudable a las grandes marchas en La Habana, otrora encabezada por los hermanos Castro. Pero los anuncios de ayer descolocan el discurso político chavista.

Hay una pérdida simbólica-discursiva que se agrava con el hecho de que el gobierno venezolano ha lucido sorprendido por la negociación entre cubanos y estadounidenses. ¿Por qué no se avisó a Venezuela de estas negociaciones? ¿Se podrá mantener con la misma eficacia el discurso antiimperialista en Venezuela luego del discurso de Raúl Castro? ¿O lo que muchos han llamado el verdadero fin de la Guerra Fría obligará al gobierno venezolano a buscar un discurso que se ubique en una nueva “tercera vía”?

Hasta ahora, el gobierno venezolano muestra el desconcierto del soldado que sigue apuntando a un objetivo que, de pronto, ya no es el mismo. Lo que hasta hace horas fue, ya no es.

Llama la atención que Raúl Castro haya mencionado las reformas económicas que están asumiendo en Cuba apenas en el segundo párrafo del discurso de ayer. Dijo textualmente: “Ahora llevamos adelante pese a las dificultades la actualización de nuestro modelo económico, para construir un socialismo próspero y sostenible”. Es una declaración de que el modelo establecido en Cuba está vencido y que la prosperidad sólo podrá ser alcanzada bajo nuevos esquemas. Y, luego de esa frase, Castro pasó a hablar de inmediato de su conversación con Barack Obama.

La Unión Soviética subsidió a Cuba durante buena parte del siglo XX. Las finanzas cubanas eran sostenidas por la Guerra Fría, pero la caída de la URSS hundió a la isla en el llamado “período especial”, un tiempo de horrores económicos y sociales, en el que se profundizó la escasez y el racionamiento.

La llegada de Hugo Chávez al poder fue una bendición para Cuba. Los intercambios con Venezuela sustituyeron a los soviéticos y aliviaron las duras cuentas de la isla. Pero la capacidad de Venezuela para sostener intercambios económicos y apoyos a terceros países ha mermado dramáticamente en los últimos dos años. El crecimiento del gasto público, los compromisos de deudas internacionales y locales, los programas internacionales de apoyo a otros países y la caía de la producción petrolera han lastimado con fuerza el margen de maniobra económico y financiero de Venezuela en medio de una alta inflación y escasez. Y, como si fuera poco, la dramática caída de los precios del petróleo de los últimos meses reduce la expectativa de ingresos en dólares de Venezuela, un país que depende cada vez más del petróleo. De mantenerse precios actuales durante el 2015, Venezuela dejaría de recibir unos 25.000 millones de dólares, en contraste con los números de 2014.

Cuba ya no puede contar con Venezuela como lo hacía en el pasado. Es la RealPolitik. Es justo mencionar que las negociaciones entre Cuba y Estados Unidos empezaron cuando el petróleo todavía estaba sobre los cien dólares, pero ya los problemas económicos en Venezuela eran evidentes.

Las relaciones de Estados Unidos y Cuba avanzarán, aunque no sin tropiezos. Ambos países tienen fuerzas internas que no están interesadas en que la situación cambie, pero el camino hacia la normalización parece inevitable.

Queda la sensación de que lo mostrado ayer sólo fue la punta del iceberg. Debajo de la superficie debe haber muchos otros temas negociados, incluyendo aquellos que conciernen directamente a Venezuela, un actor fundamental para la región y para el mundo por su petróleo. Quizás más adelante nos enteremos. Quizás ver si en la Casa Blanca se firman o no las sanciones a funcionarios venezolanos nos ofrezca una clave. Quizás el reconocimiento de Castro sobre la necesaria revisión del modelo económico cubano sea un aliciente para que Venezuela acepte que debe revisar el suyo.

Quizás, para algunos, Cuba dejó de ser el ejemplo que alguna vez fue. No se le debe dejar todo a las utopías.

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ADDENDA: Seis horas después de publicado este texto, las agencias AP y EFE reportan que Obama firmó las sanciones en contra de algunos funcionarios del gobierno de Venezuela. De ser esto así, ya sabemos algo: la negociación con Cuba no incluyó la protección de quienes serán afectados por esta decisión. Ahora queda esperar las reacciones del Ejecutivo Nacional y, no menos importante para armar el rompecabeza, las respuestas del gobierno cubano si acaso las hay.

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