Thursday, December 4, 2014

El sonero del mundo

En: Recibido por email


Mario Valdez


El 11 de junio de 1943, Caracas era un valle verde salpicado de techos rojos construidos con tejas y caña brava. En la populosa parroquia de Antimano, ubicada en las faldas de las montañas del Junquito, para la época zona fría del oeste caraqueño, con esas ráfagas de viento que le bajaban del Junquito y del Ávila; nace un niño a quien pusieron por nombre Oscar Emilio León Simoza, sus padres justo León y de Doña Carmen Dionisia Simoza de León; hijo único; su niñez y adolescencia fue como la de todos muchachos que se crían en las barriadas y estudian en escuelas públicas; siempre fue un mozo travieso, jugador de chapitas y pelotica de  gomas; jugaban trompos en semana santa; fue bautizado en la iglesia de Antimano, aún hoy es muy bella y es de inspiración francesa. Desde muchacho mostraba interés por dos pasiones, la admiración por los ídolos del beisbol y por la música caribeña. Vivía escuchando la radio y los discos de las grandes orquestas de la época, La Sonora Matancera, La Billos Caracas Boys, El Trio Matamoros; es un admirador de Benny More y Celia Cruz. Siendo un mozalbete era el promotor con los amigos del barrio para montar “La Conga” en la esquina, cada uno llevaba un instrumento y se armaba la pachanga; le gustaba la calle de La Amargura. Pero es que el Sonero, tenía a quien salir su Mama cantaba la música de entonces y su Padre, la acompañaba en la parranda.

En esta Crónica conoceremos la historia de un venezolano nacido en las entrañas del barrio, la genuina representación de las clases populares; a quien las adversidades, los obstáculos y tropiezos a lo largo del camino nunca lo doblegaron. La persona que con el correr del tiempo por su disciplina, perseverancia, capacidad creativa y talento, se encuentra en la cúspide de la fama y el éxito. Ha sido vitoreado y aplaudido en 174 países de los 5 continentes. Si queda algún rincón en el mundo que no haya bailado su música y que no lo haya aplaudido de pie, por largo rato después de verlo cantar y bailar con su Bajo como un gran showman sobre el escenario, seguro estoy van a verlo porque ahora es que le queda entusiasmo, vida y talento a Oscar De León. Ya la prensa internacional lo bautizo como El Sonero del Mundo.   

Buscando el sueño musical

Oscar Emilio, se gradúa de Topógrafo y no ejerce su profesión, prefiere seguir trabajando de taxista en un malibú que tenía, luego lo cambio por un autobús escolar y trabajaba fijo para un colegio en el día y en las noches ¨mataba sus tigritos¨ en las cervecerías caraqueñas. Un día le chocan el autobús (que mala jugada le da la vida, se queda sin trabajo);  pierde el oficio, chofer sin carro no produce, había que llevar la comida a la casa; lo que le queda es ponerle todo a la música. Entra a tocar con un grupito en le cervecería ¨La Distinción¨, que quedaba en la Avenida Venezuela de El Rosal; hay transcurre un tiempo y una noche falta el cantante, había que suplirlo, si no tocaban, no cobraban y no había centavos para la casa; El Negro de Antimano se decidió, les dijo muchachos vamos pa lante… conozco el repertorio y me se todas las canciones; es así, como Oscar debuta como cantante.  El dueño de la cervecería le dice un día a Oscar, que dentro de su proyecto está la ampliación del local, que el grupo ya no tocaría más porque necesitaba una orquesta; con la chispa y la astucia del hombre de la calle le responde, bueno conmigo es, yo tengo la orquesta cuando empezamos, en tres días le dice el dueño.

El cumplimiento le fue fácil porque el tenía un proyecto de Orquesta, el cual venía montando con su compadre: Enrique "Culebra" Iriarte, Cesar "Albóndiga" Monge, José Rojas ("Rojita"), José "Cheo" Rodríguez y Elio Pacheco. Se encierran a ensayar en un apartamento propiedad de "Culebra" en La Guaira, montaron el repertorio y ya estaban listos para tocar... pero, faltaba algo, ¿qué nombre ponerle a esta incipiente agrupación? ... el nombre lo sugirió el Saxofonista y Jazzista Venezolano Víctor Cuica ... y dijo Cuica: "pónganle Dimensión Latina" ... el nombre les gustó, y así se lanzaron, sin saberlo, a la conquista del gusto del soberano, y el 15 de marzo del año 1972, se produce en "La Distinción", el debut y el nacimiento de "La Dimensión Latina". El músico y empresario musical Víctor Mendoza, le sugiere el nombre artístico de Oscar De León. Aprendió a tocar el Bajo y los instrumentos sin escuela, es un autodidacta.

A mediados del mes de noviembre de 1975, hace 39 años, donde hoy queda la plaza del rectorado de la UCV, frente a la FCU, estaba colocada la tarima que sería el centro del espectáculo donde se esperaba la presencia de Oscar De León y la Dimensión Latina; ante un público en su mayoría conformado por estudiantes y profesores que esa tarde noche habían abandonado las clases y se había concentrado en los alrededores del rectorado esperando inquietos y animados la presencia de los mejores intérpretes venezolanos de la música del Caribe. El motivo de la fiesta universitaria era la toma de posesión de la Presidencia de la  Federación de Centros Universitarios (FCU), ya que el Br. Pastor Heydra, había ganado las elecciones estudiantiles. Cuando irrumpe en el escenario un hombre alto, de lentes, piel morena, de bigotes chorreados, con melena de afro, con  corbata y una chaqueta blanca que sobresalía al resto de los músicos que iban con chaquetas anaranjada; con su Bajo en la mano que lo convirtió en su sello de distinción mundial, ese era Oscar de León. La universidad estalló en aplausos y gritos ensordecedores cuando por los parlantes se escuchó el saludo afectuoso, alegre, jocoso y dijo me siento orgullosos de estar esta noche en esta gloriosa universidad, lo hubiera dado todo por estudiar en ella, pero aquí estoy me siento un universitario más. Le dio tres toques al Bajo y arranco la música, todos a bailar y cantar:  Llorarás y llorarás sin nadie que te consuele y así te darás de cuenta que si te engañan duele. Al terminar la primera canción, se dio cuenta que su público, sus espectadores eran como él guapachosos y salseros, rompiendo el formalismo se quitó la corbata y la chaqueta, dando a entender que su calidad artística y su elegancia no dependen de la ropa que lleva puesta. Entre los organizadores de la toma de posesión estaba yo; ese día conocí y compartí por primera vez con quien al poco tiempo se convirtió en El Diablo de la Salsa.

El Sonero del Mundo, es miembro ad honoren del Club Campestre Los Cortijos y está presente  en casi todas las fiesta aniversario del Club, la última fue el sábado 25 de octubre pasado, fue apoteósico ver ese monstruo de la música, un vivo ejemplo de que todos los sueños son alcanzables y que perder la humildad del ser humano solo lleva el aburrimiento del espíritu. En la fiesta del año pasado, lo felicite por las obras sociales que hace, por el éxito de la misión sonrisa y su fundación que hacen útiles y felices a los niños cuando le reconstruyen los labios y dejan de ser chingos; nos habló de su infancia, que sus padres a veces no tenían para comprarle los libros exigidos en la escuela, nunca se daba un lujo; porque cuando naces pobre tienes una sensibilidad especial hacia los demás y cuando se te presenta la oportunidad de ayudar a otras personas como es mi caso, no puedes dudarlo, tienes que hacerlo, eso te levanta el ánimo. Ese día sentimos de cerca la piel y la humanidad de Oscar De León; por eso y mucho más es que  Rubén Blades (Papá e Goro), ha dicho: “Gracias a Dios la calidad no tiene fecha de expiración. Oscar De León, de Venezuela, hoy le pertenece al mundo.”

Vía Las verdades de Miguel / Que pasa Margarita 

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