Hernán Castillo
La Academia Nacional de la
Historia ANH en 1979 creó la conferencia José Gil Fortoul con motivo de
conmemorar la fundación de la Corporación por el presidente Juan Pablo Rojas
Paúl, el 28 de octubre de 1888. Todos los años se escoge un tema y un
conferencista, este año 2014 el tema escogido fue el tema militar y tuve el
honor de ser el conferencista. La conferencia se tituló "Las Fuerzas
Armadas Venezolanas y la tentación pretoriana", la cual se puede ver
completa por YouTube.
Básicamente planteo que los
militares venezolanos han estado históricamente fuera de control civil. En
Venezuela no ha existido nunca la subordinación militar al sector civil de la
sociedad.
Una de las raíces más profundas
de la tragedia histórica y la frustración republicana venezolana ha estado,
entre otras causas importantes, en la abusiva intervención de los militares en
política: el pretorianismo militar. Y con el gobierno del teniente coronel Hugo
Chávez, el esfuerzo de las Fuerzas Armadas por militarizar toda la vida social,
cultural, económica y política, etc., venezolana alcanzó el paroxismo.
La élite política civil
dirigente, en el pasado AD y COPEI entre otros, y en estos últimos años el
PSUV, y un sectorcito de la izquierda, también entre otros civiles, han
mantenido en igualdad de plano la relación entre civiles y militares; incluso,
han propiciado la supremacía militar sobre la sociedad civil democrática,
cuando debe ser al contrario.
Los militares, en una sociedad
moderna civilizada, deben estar subordinados al sector civil. De tal manera que
en materia de las relaciones civiles y militares, históricamente lo que hemos
tenido en Venezuela es una "conchupancia", donde los militares por su
condición armada llevan la supremacía.
Son excesivos los abusos,
privilegios, prebendas, autonomías, independencias, discrecionalidades, y
beneficios que los militares tienen por encima de los ciudadanos y las
violaciones que a diario cometen contra los derechos humanos de la sociedad
civil opositora.
Pero aún en condiciones muy
difíciles seguimos dando la pelea, resistiendo y defendiendo los valores
libertarios y democráticos. En algún momento los militares deberán regresar a
cumplir con sus limitadas funciones de seguridad y defensa del Estado y
desocupar el espacio que le han usurpado a la sociedad civil.
El artículo 328 de la
Constitución debe ser revisado: los militares son para defender militarmente a
la sociedad y al Estado, no más.
Lo cual no excluye la posibilidad
de que uno que otro militar prominente en alguna actividad técnica pueda ser
incorporado a la vida civil. En definitiva, la tentación pretoriana debe
ser eliminada de la cultura militar venezolana.
Pero la situación es tan delicada
que recientemente el TSJ resolvió autorizar la intervención de los militares
venezolanos en actividades partidistas, en abierta y clara violación de la
Constitución.
Vía Tal Cual / Que pasa Margarita
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