POMPEYO
MÁRQUEZ
Pareciera
que estuviéramos a principios del siglo XX, cuando Cipriano Castro se peleó con
varias potencias del mundo. En aquella oportunidad, el Cabito llamó a la unidad
nacional; por ejemplo, “el Mocho” Hernández, quien estaba detenido porque
cuando le robaron las elecciones se había alzado en armas contra el gobierno y
fue derrotado en el intento, salió para un ministerio del nuevo gabinete que
intentaba unificar el país ante el bloqueo de que era objeto y el comienzo de
una guerra.
Pues
bien, ahora estamos en situación similar en cuanto a los pleitos que con
Estados Unidos, España, Inglaterra y con el decreto que trata de enmendar la
negligencia con que se trató el tema del Esequibo, decreto que abarca hasta el
límite con Suriname, poniéndonos en beligerancia con Holanda. Pero esta vez,
independientemente de las razones que se esgriman, no hay llamamiento a la
unidad nacional ni liberación de presos políticos.
Estos
pleitos están encubriendo el retardo en determinar la fecha para las elecciones
parlamentarias y lo están usando como pretexto para suspenderlas, creando una
situación en el país de nuevas tensiones, pues la oposición democrática no va a
cruzarse de brazos ante las maniobras y manipulaciones del régimen.
Hemos
dicho en distintas ocasiones que esta es una oportunidad -la de las elecciones
parlamentarias- para realizar cambios por la vía electoral, constitucional,
democrática y pacífica. Si dejamos pasar esta oportunidad, se abren abismos
insalvables que nadie puede predecir a dónde nos van a conducir.
El país,
más de 80%, reclama cambios, pero no quiere la violencia, en lo cual lo
acompañamos; lo peor que le pudiera suceder al país es caer en la violencia,
por lo que es importante conformar la más amplia unidad, que vaya más allá de
la MUD para conjurar los peligros que amenazan la paz en Venezuela.
Se están
creando las condiciones para conformar esa unidad nacional, que se está
tejiendo al sumarse cada vez nuevos sectores a la oposición contra Maduro,
quien se hace el sordo y el ciego; no podemos decir el mudo porque -ejerciendo
la hegemonía comunicacional- se la pasa hablando, amenazando, ofreciendo, aun
cuando no cumpla con ninguna de sus promesas, apareciendo ante el país como un
mentiroso que trata de engañar a la opinión pública.
La
realidad es una y ante ella se levanta la verdad y basada en esa verdad, la
alternativa democrática insiste en la salida electoral demostrando así que no
quiere violencia.
@fundapompeyo
Vía Ultima’s Noticias
Que pasa Margarita
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