EDITORIAL EL NACIONAL
Con gran
acierto la agencia de noticias francesa AFP inicia su despacho informativo
sobre lo ocurrido el domingo en los comicios rojitos interrogando a los
dirigentes opositores, que calificaron de gran farsa “las primarias efectuadas
por el Partido Socialista Unido de Venezuela para elegir a sus candidatos para
las elecciones legislativas del próximo 6 de diciembre”.
Es lógico
que las agencias busquen la verdad no solo en los voceros oficiales (que son
unos redomados embusteros) sino también en la oposición que, por primera vez,
montó una operación de vigilancia para corroborar sobre el terreno lo que en
verdad estaba ocurriendo en los principales centros de votación. Sin lugar a
dudas este tipo de información es de máxima importancia para conocer in situ
las flaquezas de la maquinaria electoral de los populistas rojitos.
Lo que
vieron y comprobaron sobre el terreno los dejó no solo asombrados, sino también
absolutamente perplejos por la extrema debilidad de la maquinaria rojita y su
total incapacidad para motivar la asistencia a los sitios de votación. Si bien
las primarias en casi todas las democracias son una pequeña muestra de la masa
real de votantes, también es cierto que constituyen una base significativa para
determinar sus futuros comportamientos cuando se llegue a los comicios
legislativos.
Lo que se
pudo ver en los centros de votación producía un efecto combinado de lástima y
soledad. Los ofrecimientos materiales y monetarios para que los reticentes
acudieran a votar no funcionaron esta vez, seguramente porque un gran sector
del chavismo y en especial los de las zonas populares han venido creando
anticuerpos que rechazan las megamentiras del gobierno de Maduro. Se ha
llegado a un punto decisivo en el que los hechos derrotan cualquier paquete de
promesas porque el pueblo ya sabe que no van a ser cumplidas jamás.
Esta
traición a los principios que guiaron la primera etapa de la revolución no va a
ser perdonada y menos si quien las formula no llega a alcanzar el esbozo de una
caricatura de Hugo Chávez. Un hombre gris, sin carisma, de inteligencia ausente
y extremadamente sumiso ante los poderes del exterior. Con él se derrumba un
edificio construido con medias verdades y exceso de mentiras.
Su incapacidad para darle la
necesaria continuidad a las aspiraciones socialistas de su predecesor ha tenido
un efecto contrario y agudamente negativo, al punto de que se quebró la unidad
interna, proliferan los jefes y jefecillos de grupos, los caciques locales y
los oportunistas.
No es extraño entonces que
Henrique Capriles se haya burlado de las declaraciones de Nicolás porque este
dijo que habían duplicado cualquier votación histórica. “Hasta para mentir son
malos, una farsa”, escribió en Twitter.
Henry Ramos Allup también
escribió: “La observación directa que hicimos en todo el país reportó una
asistencia escasa, pese a las presiones, la utilización de recursos oficiales y
las prórrogas infinitas para el cierre de las mesas electorales”.
Vía El Nacional
Que pasa Margarita
Que pasa Margarita
No comments:
Post a Comment