Tuesday, June 23, 2015

Reservas se agotan aceleradamente

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Expertos coinciden en que el régimen de Maduro vende activos de Venezuela a precios de “gallina flaca”. Destacan el ejemplo de la venta de la participación de PDVSA en la Refinería de Chalmette



El Gobierno Nacional ha vendido importantes activos del país, “a precio de gallina flaca” para poder echar mano de dólares, a fin de “incorporarlos a esa maquinaria de tragar divisas que es el control de cambio”. El juicio es del economista José Guerra, candidato a diputado de la Mesa de la Unidad Democrática, quien cuestionó este lunes la reciente venta de la participación que tenía PDVSA en la refinería de Chalmette, ubicada en el estado de Luisiana, EEUU, donde se refinaba petróleo venezolano.

Para Guerra, esta venta se hizo “a precio de regalo”, según lo refirió en una columna de su autoría, difundida por el medio web finanzasdigital.com. “Si estos bienes fuesen propiedad personal del presidente Maduro, uno podría aceptar que él los vendiera a cualquier precio o inclusive que los regalara. Sucede que esos bienes son de todos los venezolanos y por lo menos alguna consulta habría que hacer acerca de la liquidación de esas propiedades. Nadie ha autorizado a Maduro a vender los bienes nacionales, menos aún a precios irrisorios”, destacó el economista.

La participación de PDVSA en la citada refinería fue vendida en 322 millones de dólares.

“Nos encontramos con un Gobierno que se dice revolucionario y socialista que vende a precios de saldo los bienes nacionales, sin ni siquiera informar al país de esas transacciones, las cuales se han conocido por las diferentes agencias noticiosas a nivel internacional, porque tampoco los agentes propagandistas del Gobierno ni su prensa estipendiada han dado cuenta del remate de esos activos que hasta hace poco pertenecían a los venezolanos”, denunció Guerra en su columna.

La venta de la participación venezolana de Chalmette: sacrificio de negocio perfecto

Para comprender lo que el Estado perdió con la venta de su participación accionaria de 50% en la Refinería de Chalmette, se requiere entender lo que significaba como oportunidad de negocio para el procesamiento del crudo venezolano.

El experto petrolero José Toro Hardy era miembro del directorio de PDVSA en los años en que nació la Refinería de Chalmette, destacó que, en los años 90 la petrolera estatal acudió a la Corte Suprema de Justicia, para que el ente estableciera los mecanismos y las bases para la inversión privada del holding estatal.

Indicó Toro Hardy que entendiendo que la dimensión de PDVSA como inversora tenía también carácter político, el directorio de la petrolera también acudió al Congreso, para que, sobre la base de lo establecido por la Corte Suprema, se blindaran las decisiones de inversión con preceptos que hubiese dispuesto el ente legislativo.

“Una vez que tuvimos esos dos mecanismos en la mano, empezamos el proceso de negociación. Entre los primeros pasos que se dio estuvieron las asociaciones estratégicas sobre la faja del Orinoco, para poder transformar aquellos crudos extra pesados, y llevarlos a un tipo de crudo que pudiera venderse en el mercado. Se firmaron cuatro asociaciones estratégicas en la Faja del Orinoco. Una de ellas fue la de Cerro Negro, en asociación con Exxon Mobil”.

“El compromiso era que se iba a construir una gran planta mejoradora de crudo, para transformar esos crudos extra pesados en crudos sintético y esos crudos se terminarían de procesar en una gran refinería, también en los Estados Unidos, que iba a pertenecer 50% por ciento a PDVSA y 50% a Exxon Mobil. Esa fue la Refinería de Chalmette”, destacó el ex miembro del directorio de la petrolera estatal.

Era una refinería capaz de refinar 190 mil barriles diarios de petróleo, una enorme refinería, muy flexible, que era capaz de procesar desde crudos pesados a crudos livianos. También contaba con poliductos que eran capaces de conectar con el oleoducto colonial, que era también copropiedad de PDVSA y por allí se le iba a dar salida a esos productos, a través de la inmensa red de estaciones de servicio que tenía Citgo, más de 15 mil estaciones de servicio.

Y Citgo pertenecía 100% a PDVSA, de manera que era una integración perfecta. Íbamos a sacar el crudo extra pesado de la Faja del Orinoco y lo íbamos a procesar en Jose (el Complejo Industrial José Antonio Anzoátegui), y de allí lo íbamos a procesar en la Refinería de Chalmette y de ésta, lo distribuiríamos en forma de productos en las estaciones de servicio. Íbamos a llevar el crudo extra pesado desde nuestros yacimientos en la Faja, hasta los tanques de gasolina de los automovilistas americanos. Y eso funcionó muy bien”, señaló Toro Hardy.

Pero, con la llegada al poder de Hugo Chávez, tal prospectiva de negocio cayó en un juego trancado, donde lo ideológico se impuso a lo económico. “Chávez le pide al Tribunal Supremo de Justicia anular todas las actuaciones y anular todos los contratos. Dos años después de que él ya era presidente, la Corte Suprema decide lo contrario, que todo lo actuado era jurídicamente impecable y en consecuencia no se podían anular los contratos. Las inversiones adelantaban aceleradamente, pero ante la negativa de anular los contratos, el presidente Chávez tomó otra vía, decidió modificar la Ley de Hidrocarburos por vía de Ley Habilitante y al hacerlo modificó todas las condiciones de los contratos firmados”.

El extinto mandatario actuó conforme a sus intereses socialistas, sin importar lo que estaba en juego para el patrimonio del país. “Le dijo a las empresas petroleras ‘o ustedes se adaptan a las nuevas condiciones o bien se van del país’. Muchas aceptaron, pero otras no. Entre las que no aceptaron, estuvo Exxon Mobil, que acude al arbitraje mundial a través del CIADI del Banco Mundial, arbitraje que Pdvsa pierde”.

PDVSA se ve ahora forzada a pagarle a Exxon Mobil. Tratando de resolver el problema, PDVSA decide vender varios de sus activos en Estados Unidos, entre otros, la Refinería de Chalmette, lo cual le hace un inmenso daño estratégico a la industria petrolera venezolana. Ya no vamos a poder colocar allí parte de nuestros crudos mejorados en Jose y no vamos a disponer de aquellas enormes instalaciones de refinería que están a las afueras de la ciudad de New Orleans”, destacó Toro Hardy.

El Gobierno estaría buscando financiamiento con China y Rusia

El economista José Guerra destaca que en el presente, el Ejecutivo, “urgido de caja”, no sólo hipotecó parte de las reservas de oro del Banco Central de Venezuela, negoció con el Fondo Monetario Internacional una porción de los haberes del país en esa institución y “ahora anda desesperadamente buscando dos préstamos con China y Rusia para alimentar las arcas deficitarias de PDVSA”.

Indicó el candidato a diputado por la MUD que ni con un barril petrolero a 200 dólares, la petrolera estatal tendría para cuadrar sus cuentas.

Vía Tal Cual
Que pasa Margarita

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