Expertos coinciden en que el
régimen de Maduro vende activos de Venezuela a precios de “gallina flaca”.
Destacan el ejemplo de la venta de la participación de PDVSA en la Refinería de
Chalmette
El
Gobierno Nacional ha vendido importantes activos del país, “a precio de gallina
flaca” para poder echar mano de dólares, a fin de “incorporarlos a esa
maquinaria de tragar divisas que es el control de cambio”. El juicio es del
economista José Guerra, candidato a diputado de la Mesa de la Unidad
Democrática, quien cuestionó este lunes la reciente venta de la participación
que tenía PDVSA en la refinería de Chalmette, ubicada en el estado de Luisiana,
EEUU, donde se refinaba petróleo venezolano.
Para Guerra, esta venta se hizo
“a precio de regalo”, según lo refirió en una columna de su autoría, difundida
por el medio web finanzasdigital.com. “Si estos bienes fuesen propiedad
personal del presidente Maduro, uno podría aceptar que él los vendiera a
cualquier precio o inclusive que los regalara. Sucede que esos bienes son de
todos los venezolanos y por lo menos alguna consulta habría que hacer acerca de
la liquidación de esas propiedades. Nadie ha autorizado a Maduro a vender los
bienes nacionales, menos aún a precios irrisorios”, destacó el economista.
La participación de PDVSA en la
citada refinería fue vendida en 322 millones de dólares.
“Nos encontramos con un Gobierno
que se dice revolucionario y socialista que vende a precios de saldo los bienes
nacionales, sin ni siquiera informar al país de esas transacciones, las cuales
se han conocido por las diferentes agencias noticiosas a nivel internacional,
porque tampoco los agentes propagandistas del Gobierno ni su prensa
estipendiada han dado cuenta del remate de esos activos que hasta hace poco
pertenecían a los venezolanos”, denunció Guerra en su columna.
La venta de la
participación venezolana de Chalmette: sacrificio de negocio perfecto
Para comprender lo que el Estado
perdió con la venta de su participación accionaria de 50% en la Refinería de
Chalmette, se requiere entender lo que significaba como oportunidad de negocio
para el procesamiento del crudo venezolano.
El experto petrolero José Toro
Hardy era miembro del directorio de PDVSA en los años en que nació la Refinería
de Chalmette, destacó que, en los años 90 la petrolera estatal acudió a la
Corte Suprema de Justicia, para que el ente estableciera los mecanismos y las
bases para la inversión privada del holding estatal.
Indicó Toro Hardy que entendiendo
que la dimensión de PDVSA como inversora tenía también carácter político, el
directorio de la petrolera también acudió al Congreso, para que, sobre la base
de lo establecido por la Corte Suprema, se blindaran las decisiones de
inversión con preceptos que hubiese dispuesto el ente legislativo.
“Una vez que tuvimos esos dos
mecanismos en la mano, empezamos el proceso de negociación. Entre los primeros
pasos que se dio estuvieron las asociaciones estratégicas sobre la faja del
Orinoco, para poder transformar aquellos crudos extra pesados, y llevarlos a un
tipo de crudo que pudiera venderse en el mercado. Se firmaron cuatro
asociaciones estratégicas en la Faja del Orinoco. Una de ellas fue la de Cerro
Negro, en asociación con Exxon Mobil”.
“El compromiso era que se iba a
construir una gran planta mejoradora de crudo, para transformar esos crudos
extra pesados en crudos sintético y esos crudos se terminarían de procesar en
una gran refinería, también en los Estados Unidos, que iba a pertenecer 50% por
ciento a PDVSA y 50% a Exxon Mobil. Esa fue la Refinería de Chalmette”, destacó
el ex miembro del directorio de la petrolera estatal.
Era una refinería capaz de
refinar 190 mil barriles diarios de petróleo, una enorme refinería, muy
flexible, que era capaz de procesar desde crudos pesados a crudos livianos.
También contaba con poliductos que eran capaces de conectar con el oleoducto
colonial, que era también copropiedad de PDVSA y por allí se le iba a dar
salida a esos productos, a través de la inmensa red de estaciones de servicio
que tenía Citgo, más de 15 mil estaciones de servicio.
Y Citgo pertenecía 100% a PDVSA,
de manera que era una integración perfecta. Íbamos a sacar el crudo extra
pesado de la Faja del Orinoco y lo íbamos a procesar en Jose (el Complejo
Industrial José Antonio Anzoátegui), y de allí lo íbamos a procesar en la
Refinería de Chalmette y de ésta, lo distribuiríamos en forma de productos en
las estaciones de servicio. Íbamos a llevar el crudo extra pesado desde
nuestros yacimientos en la Faja, hasta los tanques de gasolina de los
automovilistas americanos. Y eso funcionó muy bien”, señaló Toro Hardy.
Pero, con la llegada al poder de
Hugo Chávez, tal prospectiva de negocio cayó en un juego trancado, donde lo
ideológico se impuso a lo económico. “Chávez le pide al Tribunal Supremo de
Justicia anular todas las actuaciones y anular todos los contratos. Dos años
después de que él ya era presidente, la Corte Suprema decide lo contrario, que
todo lo actuado era jurídicamente impecable y en consecuencia no se podían
anular los contratos. Las inversiones adelantaban aceleradamente, pero ante la
negativa de anular los contratos, el presidente Chávez tomó otra vía, decidió
modificar la Ley de Hidrocarburos por vía de Ley Habilitante y al hacerlo
modificó todas las condiciones de los contratos firmados”.
El extinto mandatario actuó
conforme a sus intereses socialistas, sin importar lo que estaba en juego para
el patrimonio del país. “Le dijo a las empresas petroleras ‘o ustedes se
adaptan a las nuevas condiciones o bien se van del país’. Muchas aceptaron,
pero otras no. Entre las que no aceptaron, estuvo Exxon Mobil, que acude al
arbitraje mundial a través del CIADI del Banco Mundial, arbitraje que Pdvsa
pierde”.
PDVSA se ve ahora forzada a
pagarle a Exxon Mobil. Tratando de resolver el problema, PDVSA decide vender
varios de sus activos en Estados Unidos, entre otros, la Refinería de
Chalmette, lo cual le hace un inmenso daño estratégico a la industria petrolera
venezolana. Ya no vamos a poder colocar allí parte de nuestros crudos mejorados
en Jose y no vamos a disponer de aquellas enormes instalaciones de refinería
que están a las afueras de la ciudad de New Orleans”, destacó Toro Hardy.
El Gobierno estaría
buscando financiamiento con China y Rusia
El economista José Guerra destaca
que en el presente, el Ejecutivo, “urgido de caja”, no sólo hipotecó parte de
las reservas de oro del Banco Central de Venezuela, negoció con el Fondo
Monetario Internacional una porción de los haberes del país en esa institución
y “ahora anda desesperadamente buscando dos préstamos con China y Rusia para
alimentar las arcas deficitarias de PDVSA”.
Indicó el candidato a diputado
por la MUD que ni con un barril petrolero a 200 dólares, la petrolera estatal
tendría para cuadrar sus cuentas.
Vía Tal Cual
Que pasa Margarita
No comments:
Post a Comment