THAYS PEÑALVER | EL UNIVERSAL
jueves 27 de octubre de 2011 12:00 AM
Mientras escribía "A Gadafi le esta lloviendo amor" (El Universal 24/03/11), el chavismo vociferaba que el pueblo no dejaría que cayera Gadafi y que Trípoli sería su bastión de honor. Aún así dije que Trípoli sería abatida en poco tiempo y que en el futuro Gadafi sería aniquilado por los suyos, pero nunca imaginé que Trípoli caería tan rápido ni el horror que le esperaba a Gadafi quien murió vejado según algunas fuentes y videos. Lo que sí ocurrió, es que el pueblo libio no salió a defender su revolución y todos lo dejaron solo, hasta la mayoría de la familia se pintó de colores, dejando al padre que no aceptó la propuesta de la ONU, de su cuenta.
Luego no me esperé tampoco lo que vendría cuando escribí "Los miserables de la revolución" (El Universal 25/08/11) donde expliqué, a través de las palabras de Víctor Hugo, que por más que Gadafi llamara a su pueblo, este no vendría jamás y que trataría finalmente de huir por las cloacas, sin darse cuenta que le esperarían en estas los traidores que le quitarían el oro que llevaba puesto. Quiso el destino que Gadafi muriera huyendo, sin que el pueblo siquiera se volteara a apoyarlo y que lo encontraran vivo, tratando de huir por una cloaca, y que le arrebataran en ella el oro que llevaba encima.
Gadafi juró que se inmolaría, que su martirio serviría para algo pero al final lo primero que imploró fue clemencia. A la hora de la chiquita no tuvo el coraje de cumplir con su promesa revolucionaria, gesto que lo hubiera convertido en un verdadero mártir, pero no pudo básicamente porque de eso careció toda su vida, de valentía. Lo mismo que Saddam tan bocón, tan militar y aguerrido pero siempre con tanques y militares a sus espaldas, pero cuando están solos y abandonados a su suerte, dicen que hasta hay que darles bofetones para que dejen de llorar. Es el mismo, el destino de los ¡miserables! Un final vergonzoso que no podrán negar gracias a los teléfonos móviles y es que la tecnología les impidió pasar a la historia como mártires. En los videos vimos a Gadafi implorar una clemencia que jamás tuvo con sus enemigos, pero también lo vimos injustamente vejado y asesinado contraviniendo la normativa humanitaria del mundo civilizado. Y es que, por más que Fidel trate de mentir sobre como Gadafi estaba mortalmente herido por un avión de la OTAN, la verdad será vendida por los buhoneros en videos quemados, mostrando como terminó asesinado en la boca de una cloaca por los "hijos de la revolución".
Ahora otras cloacas se destaparán y en los próximos meses saldrán a la luz documentos que dejarán al descubierto a los revolucionarios que faltan y se conocerá el destino de las miles de toneladas de armas que Gadafi le aportó al IRA en Irlanda, a la ETA, a los terroristas como Abu Nidal o a los Tigres Tamiles, a Ortega y a los sandinistas o a las FARC. En breve el mundo conocerá la podredumbre verde y de cómo los revolucionarios derribaron aviones uno tras otro, colocaron bombas y arrasaron con las vidas de decenas de miles de personas, siempre bajo el pretexto del "bien común".
Ya occidente conocerá dónde y como se invirtieron los fondos secretos de Gadafi, sus negocios con Fidel y roguémosle a Dios que el ofrecimiento de Gadafi a las FARC, no haya sido con nuestro dinero y que ni un dólar venezolano haya ido a parar a oscuros propósitos, como muchos analistas occidentales suponen. Y ahora no pueden salir los tropi-revolucionarios a decir que los quieren meter en una trampa por el apoyo a los grupos terroristas, porque como diría Luis Herrera: "tarde piaste pajarito".
Son tiempos de meditar y proponer salidas políticas coherentes para Venezuela, seriedad y cautela en las decisiones porque muchos de estos carrizos no pueden dejar el poder, ya están pensando que su destino es una cloaca o que les va a pasar lo mismo que a Gadafi. Sobre este asunto tan delicado para el país, tiene la palabra el liderazgo democrático.
Luego no me esperé tampoco lo que vendría cuando escribí "Los miserables de la revolución" (El Universal 25/08/11) donde expliqué, a través de las palabras de Víctor Hugo, que por más que Gadafi llamara a su pueblo, este no vendría jamás y que trataría finalmente de huir por las cloacas, sin darse cuenta que le esperarían en estas los traidores que le quitarían el oro que llevaba puesto. Quiso el destino que Gadafi muriera huyendo, sin que el pueblo siquiera se volteara a apoyarlo y que lo encontraran vivo, tratando de huir por una cloaca, y que le arrebataran en ella el oro que llevaba encima.
Gadafi juró que se inmolaría, que su martirio serviría para algo pero al final lo primero que imploró fue clemencia. A la hora de la chiquita no tuvo el coraje de cumplir con su promesa revolucionaria, gesto que lo hubiera convertido en un verdadero mártir, pero no pudo básicamente porque de eso careció toda su vida, de valentía. Lo mismo que Saddam tan bocón, tan militar y aguerrido pero siempre con tanques y militares a sus espaldas, pero cuando están solos y abandonados a su suerte, dicen que hasta hay que darles bofetones para que dejen de llorar. Es el mismo, el destino de los ¡miserables! Un final vergonzoso que no podrán negar gracias a los teléfonos móviles y es que la tecnología les impidió pasar a la historia como mártires. En los videos vimos a Gadafi implorar una clemencia que jamás tuvo con sus enemigos, pero también lo vimos injustamente vejado y asesinado contraviniendo la normativa humanitaria del mundo civilizado. Y es que, por más que Fidel trate de mentir sobre como Gadafi estaba mortalmente herido por un avión de la OTAN, la verdad será vendida por los buhoneros en videos quemados, mostrando como terminó asesinado en la boca de una cloaca por los "hijos de la revolución".
Ahora otras cloacas se destaparán y en los próximos meses saldrán a la luz documentos que dejarán al descubierto a los revolucionarios que faltan y se conocerá el destino de las miles de toneladas de armas que Gadafi le aportó al IRA en Irlanda, a la ETA, a los terroristas como Abu Nidal o a los Tigres Tamiles, a Ortega y a los sandinistas o a las FARC. En breve el mundo conocerá la podredumbre verde y de cómo los revolucionarios derribaron aviones uno tras otro, colocaron bombas y arrasaron con las vidas de decenas de miles de personas, siempre bajo el pretexto del "bien común".
Ya occidente conocerá dónde y como se invirtieron los fondos secretos de Gadafi, sus negocios con Fidel y roguémosle a Dios que el ofrecimiento de Gadafi a las FARC, no haya sido con nuestro dinero y que ni un dólar venezolano haya ido a parar a oscuros propósitos, como muchos analistas occidentales suponen. Y ahora no pueden salir los tropi-revolucionarios a decir que los quieren meter en una trampa por el apoyo a los grupos terroristas, porque como diría Luis Herrera: "tarde piaste pajarito".
Son tiempos de meditar y proponer salidas políticas coherentes para Venezuela, seriedad y cautela en las decisiones porque muchos de estos carrizos no pueden dejar el poder, ya están pensando que su destino es una cloaca o que les va a pasar lo mismo que a Gadafi. Sobre este asunto tan delicado para el país, tiene la palabra el liderazgo democrático.
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