MIGUEL BAHACHILLE M. | EL UNIVERSAL
lunes 17 de octubre de 2011 08:50 AM
Chávez llega a la presidencia no como lo había codiciado, a través de un golpe de Estado, sino por el voto ciudadano. Se hizo del poder usando los avíos de la democracia aunque no la entienda ni la ejerza. Se vale de ella para instaurar su arcano plan megalómano. La campaña electoral de 1998, acorde con su naturaleza, estuvo guiada por la violencia. Freimiento de cabezas, cárcel, destierros, desagravios, fue el léxico vengador emprendido por el candidato castrense. Con ese discurso sedujo a una parte del electorado que se encandiló con el ímpetu de la nueva figura política.
Inexplicablemente los regentes de la vilipendiada y mal llamada cuarta república se replegaron y por ende negados a defender la extraordinaria obra erigida en 40 años de democracia (1958-1998). Período en que se combatió el analfabetismo; se vigorizó el urbanismo moderno; se masificó la educación gratuita en todas sus instancias; se crean las orquestas juveniles e infantiles. Se instauró el programa Gran Mariscal de Ayacucho mediante el cual más de 300.000 jóvenes se cultivaron en las mejores universidades del mundo. Surge el emporio metalúrgico de Guayana aprovechando las riquezas minerales y acuíferas de la zona. Se trazó buena parte de la red vial comunitaria y autopistas del país.
Pero el examen también aplica a otros servicios sensibles como por ejemplo la dotación de electricidad y agua. La maravillosa obra de ingeniería, Represa de Guri, provee de electricidad no sólo a las siderúrgicas locales sino a los hogares de casi todo el país. Hay más. La Represa Camatagua, con capacidad de 1.573 millones de M3, abastece de agua a gran parte del área metropolitana. Hidrocentro e Hidropáez, a las poblaciones de El Sombrero, Camatagua, San Casimiro, San Sebastián y San Juan de los Morros, entre otras. Embalse Pao Cachinche, en Carabobo, con suficiente reserva para 280 días aunque no llueva. El Pao-La Balsa, en Cojedes. El Dique Matícora, Hueque III y Barrancas en Falcón; solo por citar algunos. ¿Y el actual régimen ante la escasez de agua? ¡Ni un tanque de bloques!
Lo mismo puede decirse de los planes habitacionales. El promedio de casas construidas en 40 años de democracia real era de 73.000 al año. Hoy, con el petróleo sobre los $100 por barril, la media apenas llega a 23.000. El régimen activa planes en sitios visibles a efectos de disfrazar su crasa ineficiencia. Ciudad Caribia, en un cerro con cortes del 75%, pero eso sí, en una autopista muy transitada (Caracas-La Guaira). Parque Vargas, defenestrando árboles centenarios y acabando con una de las pocas áreas verdes de Caracas, pero eso sí, en pleno centro de la ciudad.
Los cotejos no son ociosos si con ellos se descorren las mentiras de un maliciado que se esmera más por adoctrinar a nuestros jóvenes con pamplinas y falsedades que por construir. Esos jóvenes deben saber que cuando toman el Metro para concurrir a eventos en El Poliedro o el Teresa Carreño, lo hacen en tres obras construidos en la cuarta. Y que son bachilleres o profesionales gracias a una ordenación educativa erigida durante años a elevadísimos costos para el Estado.
El Gobierno busca desarrollar técnicas de adaptación pasando por encima de las preguntas decisivas para que perdamos buena parte de los instintos innatos. La apócrifa revolución está al tanto de su declive y siente que su tesis según la cual los conflictos se solucionan por mera autorregulación está perdiendo eficacia. No obstante ello Chávez sigue denigrando de las ideologías liberales mientras promueve la más perversa: el marxismo. El pueblo ya no tolera más fullerías según lo reflejan las encuestas más serias. Ello, obviamente, desata la ferocidad del jefe contra todo lo que molesta como por ejemplo la elección directa de gobernadores y la descentralización administrativa lograda en la cuarta.
El régimen investiga a la fuerza y a medias solo cuando algunos aspectos malignos e inocultables como la delincuencia e inseguridad turban su plan político. Lo demás poco le importa. ¿Cuál es el miedo de identificarse con la cuarta si la quinta nada tiene para mostrar más que destrucción?
Inexplicablemente los regentes de la vilipendiada y mal llamada cuarta república se replegaron y por ende negados a defender la extraordinaria obra erigida en 40 años de democracia (1958-1998). Período en que se combatió el analfabetismo; se vigorizó el urbanismo moderno; se masificó la educación gratuita en todas sus instancias; se crean las orquestas juveniles e infantiles. Se instauró el programa Gran Mariscal de Ayacucho mediante el cual más de 300.000 jóvenes se cultivaron en las mejores universidades del mundo. Surge el emporio metalúrgico de Guayana aprovechando las riquezas minerales y acuíferas de la zona. Se trazó buena parte de la red vial comunitaria y autopistas del país.
Pero el examen también aplica a otros servicios sensibles como por ejemplo la dotación de electricidad y agua. La maravillosa obra de ingeniería, Represa de Guri, provee de electricidad no sólo a las siderúrgicas locales sino a los hogares de casi todo el país. Hay más. La Represa Camatagua, con capacidad de 1.573 millones de M3, abastece de agua a gran parte del área metropolitana. Hidrocentro e Hidropáez, a las poblaciones de El Sombrero, Camatagua, San Casimiro, San Sebastián y San Juan de los Morros, entre otras. Embalse Pao Cachinche, en Carabobo, con suficiente reserva para 280 días aunque no llueva. El Pao-La Balsa, en Cojedes. El Dique Matícora, Hueque III y Barrancas en Falcón; solo por citar algunos. ¿Y el actual régimen ante la escasez de agua? ¡Ni un tanque de bloques!
Lo mismo puede decirse de los planes habitacionales. El promedio de casas construidas en 40 años de democracia real era de 73.000 al año. Hoy, con el petróleo sobre los $100 por barril, la media apenas llega a 23.000. El régimen activa planes en sitios visibles a efectos de disfrazar su crasa ineficiencia. Ciudad Caribia, en un cerro con cortes del 75%, pero eso sí, en una autopista muy transitada (Caracas-La Guaira). Parque Vargas, defenestrando árboles centenarios y acabando con una de las pocas áreas verdes de Caracas, pero eso sí, en pleno centro de la ciudad.
Los cotejos no son ociosos si con ellos se descorren las mentiras de un maliciado que se esmera más por adoctrinar a nuestros jóvenes con pamplinas y falsedades que por construir. Esos jóvenes deben saber que cuando toman el Metro para concurrir a eventos en El Poliedro o el Teresa Carreño, lo hacen en tres obras construidos en la cuarta. Y que son bachilleres o profesionales gracias a una ordenación educativa erigida durante años a elevadísimos costos para el Estado.
El Gobierno busca desarrollar técnicas de adaptación pasando por encima de las preguntas decisivas para que perdamos buena parte de los instintos innatos. La apócrifa revolución está al tanto de su declive y siente que su tesis según la cual los conflictos se solucionan por mera autorregulación está perdiendo eficacia. No obstante ello Chávez sigue denigrando de las ideologías liberales mientras promueve la más perversa: el marxismo. El pueblo ya no tolera más fullerías según lo reflejan las encuestas más serias. Ello, obviamente, desata la ferocidad del jefe contra todo lo que molesta como por ejemplo la elección directa de gobernadores y la descentralización administrativa lograda en la cuarta.
El régimen investiga a la fuerza y a medias solo cuando algunos aspectos malignos e inocultables como la delincuencia e inseguridad turban su plan político. Lo demás poco le importa. ¿Cuál es el miedo de identificarse con la cuarta si la quinta nada tiene para mostrar más que destrucción?
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