ERNESTO ALVARENGA | EL UNIVERSAL
miércoles 12 de octubre de 2011 12:00 AM
La existencia está llena de matices, una paleta de colores que va del blanco al negro, a saber, desde el nacimiento hasta la muerte. Todos los seres humanos luchamos por posponer el fin de nuestra vida, el instinto de conservación no conoce de raza, religión, sexo o ideología. Frecuentemente observamos cómo en la sociopolítica el instinto de conservación no existe, es decir, la facilidad con la que se juega con los extremos, con el blanco y el negro, conduce a cometer graves errores que impiden una compresión justa de la realidad. De este fenómeno conocen los artistas plásticos, quienes combinando una gama de colores generan hermosas obras de arte. Cuando se juega a los extremos, independientemente de la ideología, se termina siendo excluyente.
El jefe del Estado, Hugo Chávez, es experto en exclusión, comenzó con "escuálidos" en el 2001, actualmente cuenta con la palabra "majunches" para enfrentar a sus adversarios. Este método de hacer política no conduce más que al fracaso de la nación, pues causa heridas muy graves al país en general, heridas que difícilmente sanarán. Solo la madurez e inteligencia de los distintos sectores políticos pueden evitar profundas fracturas que dividen al pueblo por la vía del odio, el resentimiento y la persecución.
Es pertinente recordar algo de historia universal, la guerra civil española. Luego de la muerte del general Francisco Franco en 1975, llega a la presidencia Adolfo Suárez (1976-1981), quien no aparece por mera casualidad en la primera magistratura, pues prevaleció el sentido común y la inteligencia política del hoy rey de España, Juan Carlos de Borbón, quien tuvo un papel decisivo en cuanto a mantener el equilibrio entre fuerzas políticas antagónicas. Suárez, quien venía del franquismo; Santiago Carrillo, comunista de renombre internacional y Felipe González, socialdemócrata conocido como "Isidoro"; sentaron las bases de lo que más adelante se definió como el "Pacto de la Moncloa", a saber, la base del sistema democrático español, factor indispensable en la construcción de la España de hoy.
En el ejemplo anterior, los matices prevalecieron, el "blanco y negro" fue derrotado, evitando así más exclusión y derramamiento de sangre.
Dedicado al expresidente Pérez, un demócrata.
El jefe del Estado, Hugo Chávez, es experto en exclusión, comenzó con "escuálidos" en el 2001, actualmente cuenta con la palabra "majunches" para enfrentar a sus adversarios. Este método de hacer política no conduce más que al fracaso de la nación, pues causa heridas muy graves al país en general, heridas que difícilmente sanarán. Solo la madurez e inteligencia de los distintos sectores políticos pueden evitar profundas fracturas que dividen al pueblo por la vía del odio, el resentimiento y la persecución.
Es pertinente recordar algo de historia universal, la guerra civil española. Luego de la muerte del general Francisco Franco en 1975, llega a la presidencia Adolfo Suárez (1976-1981), quien no aparece por mera casualidad en la primera magistratura, pues prevaleció el sentido común y la inteligencia política del hoy rey de España, Juan Carlos de Borbón, quien tuvo un papel decisivo en cuanto a mantener el equilibrio entre fuerzas políticas antagónicas. Suárez, quien venía del franquismo; Santiago Carrillo, comunista de renombre internacional y Felipe González, socialdemócrata conocido como "Isidoro"; sentaron las bases de lo que más adelante se definió como el "Pacto de la Moncloa", a saber, la base del sistema democrático español, factor indispensable en la construcción de la España de hoy.
En el ejemplo anterior, los matices prevalecieron, el "blanco y negro" fue derrotado, evitando así más exclusión y derramamiento de sangre.
Dedicado al expresidente Pérez, un demócrata.
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