WILFREDO FRANCO | EL UNIVERSAL
lunes 31 de octubre de 2011 12:00 AM
Corina Machado está proponiendo el modelo de Capitalismo Popular, lo que ha generado descalificaciones de voceros del PSUV. Lo lejos de los países asiáticos, a donde ha ido el Gobierno en múltiples ocasiones en giras presidenciales con centenares de participantes a todo trapo, pagadas con recursos del pueblo, no obsta para disculpar la ignorancia que se convierte en fatal cuando es gobierno. Corea del Sur, Hong Kong, Taiwán y Singapur, los tigres asiáticos, copiaron el exitoso modelo económico japonés desde los años 80, pero lo hicieron sobre una base popular sin precedentes. Lograron crear centenares de miles de microempresas familiares integradas a manera de consorcios, con la dimensión necesaria para competir en el mercado internacional. Pero además, se les dotó del avance continuo en ciencia y tecnología a través de universidades e institutos de desarrollo tecnológico. El Estado invirtió en todo ello y en la creación de parques industriales y grandes facilidades portuarias. Hasta las trading companies pululan por doquier en esos países, llevando millones de toneladas de productos manufacturados de alto valor agregado al resto del mundo.
Y todo ese tinglado de capitalismo de alta eficiencia y competitividad conformado por una gran base popular capacitada y organizada continuamente para producir ha logrado alcanzar altos estándares de calidad de vida con su propio esfuerzo. Y todo ello es, simplemente, Capitalismo Popular. El líder chino Deng Xiaoping, que depuso a Mao y su camarilla después de 40 años de hambre y pobreza comunista, copió a los japoneses y a los tigres asiáticos, y abrió sus puertas de par en par a las empresas del capitalismo Occidental para que trajeran a China masiva inversión en capital y tecnología, logrando con ello cambiar la historia económica de China y el mundo. Ahora, los otrora pobres chinos, están amasando el capital mundial y se están mudando por centenares de miles anualmente a otros países, incluyendo los latinoamericanos, donde actúan como agentes para los productos hechos en China por empresas capitalistas de todo el mundo y de la propia China.
Para el grupo gobernante en Venezuela pareciera que capitalismo es sinónimo de Estados Unidos, donde hace cien años optaron por un capitalismo basado en grandes corporaciones. Y tratan de ocultar el terrible fracaso de su política económica voceando sin parar las dificultades actuales de la economía de Estados Unidos y de algunos países europeos. Creo firme y tristemente que las fallas de Grecia las estamos cometiendo nosotros mil veces peor, pero el colchón petrolero nos tiene amortiguados, ¡por ahora! Creo que el Gobierno nos conduce a un altísimo riesgo de no poder pagar la deuda interna y externa en poco tiempo, aun con precios petroleros rondando los cien dólares por barril. Podría estar cerca el día en que el Gobierno no disponga de recursos para aumentar cada 1° de Mayo los salarios ni en la mitad de la inflación, que nos seguirá castigando a todos mientras continuemos con este modelo dispendioso, que además persigue al que produce, culpándolo de las consecuencias del mal gobierno, y castiga al que consume, con la desvalorización galopante de la moneda y el incremento mensual (¡por ahora!) del costo de la vida (¡el aumento puede llegar a ser semanal o diario!). Pudiera ser difícil seguir manteniendo el subsidio a los alimentos importados. A eso se suma el desestímulo a la inversión privada, y su hijo mayor, el desempleo y su nieto inmediato, la delincuencia. El modelo rentista que desde hace 80 años nos ha puesto a todos a depender del petróleo, y del gobierno que distribuye los ingresos, con grandes pérdidas en corruptelas e ineficiencia, está ahora en su apogeo. Dependemos más que nunca de un solo hilo: el precio petrolero. Los políticos con responsabilidad de gobierno deberían esforzarse por estudiar más sobre Economía, en lugar de menospreciar la propuesta de Corina Machado de Capitalismo Popular.
Y todo ese tinglado de capitalismo de alta eficiencia y competitividad conformado por una gran base popular capacitada y organizada continuamente para producir ha logrado alcanzar altos estándares de calidad de vida con su propio esfuerzo. Y todo ello es, simplemente, Capitalismo Popular. El líder chino Deng Xiaoping, que depuso a Mao y su camarilla después de 40 años de hambre y pobreza comunista, copió a los japoneses y a los tigres asiáticos, y abrió sus puertas de par en par a las empresas del capitalismo Occidental para que trajeran a China masiva inversión en capital y tecnología, logrando con ello cambiar la historia económica de China y el mundo. Ahora, los otrora pobres chinos, están amasando el capital mundial y se están mudando por centenares de miles anualmente a otros países, incluyendo los latinoamericanos, donde actúan como agentes para los productos hechos en China por empresas capitalistas de todo el mundo y de la propia China.
Para el grupo gobernante en Venezuela pareciera que capitalismo es sinónimo de Estados Unidos, donde hace cien años optaron por un capitalismo basado en grandes corporaciones. Y tratan de ocultar el terrible fracaso de su política económica voceando sin parar las dificultades actuales de la economía de Estados Unidos y de algunos países europeos. Creo firme y tristemente que las fallas de Grecia las estamos cometiendo nosotros mil veces peor, pero el colchón petrolero nos tiene amortiguados, ¡por ahora! Creo que el Gobierno nos conduce a un altísimo riesgo de no poder pagar la deuda interna y externa en poco tiempo, aun con precios petroleros rondando los cien dólares por barril. Podría estar cerca el día en que el Gobierno no disponga de recursos para aumentar cada 1° de Mayo los salarios ni en la mitad de la inflación, que nos seguirá castigando a todos mientras continuemos con este modelo dispendioso, que además persigue al que produce, culpándolo de las consecuencias del mal gobierno, y castiga al que consume, con la desvalorización galopante de la moneda y el incremento mensual (¡por ahora!) del costo de la vida (¡el aumento puede llegar a ser semanal o diario!). Pudiera ser difícil seguir manteniendo el subsidio a los alimentos importados. A eso se suma el desestímulo a la inversión privada, y su hijo mayor, el desempleo y su nieto inmediato, la delincuencia. El modelo rentista que desde hace 80 años nos ha puesto a todos a depender del petróleo, y del gobierno que distribuye los ingresos, con grandes pérdidas en corruptelas e ineficiencia, está ahora en su apogeo. Dependemos más que nunca de un solo hilo: el precio petrolero. Los políticos con responsabilidad de gobierno deberían esforzarse por estudiar más sobre Economía, en lugar de menospreciar la propuesta de Corina Machado de Capitalismo Popular.
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