Wednesday, October 5, 2011

Dejen el misterio

En: http://www.lapatilla.com/site/2011/10/04/orlando-viera-blanco-dejen-el-misterio/

Orlando Viera-Blanco

El país merece anticipar sus destinos, tanto como lo custodian quienes están en el poder
No hay escenario de poder más sensible, que la eventual dificultad del presidente Chávez de ser candidato presidencial. Su estado de salud se ha convertido en un festival de rumores y especulaciones, que no sólo huelgan en contra de su salud, sino de la salud del país. Su ausencia temporal a riesgo de ser absoluta, es un asunto de Estado, que debe ser abordado con el rigor y responsabilidad que demanda tanto la sensatez y el gentilicio del cargo, como la misma CBV.
Los actores políticos, lucen sin contingencia ni determinación para despejar (aceptar), la vacante de un jugador que ha despachado todos los partidos, en todos los innings, contra todos los contendores, en todos los terrenos. Ni “visitadores” ni home clubs, tienen otra respuesta al país, que primarias o Chávez porque sí /sic-… No basta denunciar la falta temporal o absoluta. No basta increpar la incorporación de Jaua o Maduro, como si todo se reduce a contar con otro taponero. Agendizar la enfermedad como guión del “debate político”, también es chocante. Lo que toca es crear un mínimo de circunspección que produzca el consenso político y la nitidez, para dilucidar con seriedad, el titubeo que gira alrededor del principal actor de poder del país.
El Gobierno debe explicarles a los venezolanos la realidad de la dolencia del presidente Chávez. Y debe ser él, el primer funcionario obligado e interesado en explicar con certeza, la gravedad o no de su padecimiento. Tal actitud no es un gesto. Es un mandato de responsabilidad y transparencia, previsto -entre otros- en los artículos 6, 141 y 232 de la CBV. Tales dispositivos consagran los principios del “Estado responsable” (art. 6to.); del carácter ciudadano, transparente, honesto y ajustado al pleno sometimiento a la ley y al derecho de la administración pública (art. 141); y el deber de proteger la integridad y la soberanía nacional (art. 232).
Chávez se ha colocado como expresión genuina del pueblo y de la soberanía, conceptos desde los cuales se acatan o no tratados, se fijan posiciones a tiro de conflicto o se garantiza la gobernabilidad, integridad y paz territorial. Entonces, ¿no es la salud del presidente Chávez, un asunto de gobernabilidad, integridad y paz ciudadana, que merece un máximo de transparencia y rendición de cuentas? ¿No está de por medio la calma y la serenidad de un Estado revolucionario y socialista, donde Chávez representa el origen, peso y razón de toda circunstancia? ¿No es el comportamiento del buen revolucionario, decir la verdad, vivir con la verdad e incluso mandar, nada más que con la verdad?
Dejen el misterio, que trae zozobra. Presenten el parte médico. El país merece anticipar sus destinos, tanto como lo custodian quienes están en el poder.

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