Pablo Aure
“Bienaventurado el que no cambia el sueño de su vida por el pan de cada día”. Facundo Cabral
Como abogado y como profesor de Derecho me veo obligado a comenzar el ¡Hasta cuándo! de esta semana citando el artículo 328 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, para luego hacer algunas consideraciones: “La Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política, organizada por el Estado para garantizar la independencia y soberanía de la Nación y asegurar la integridad del espacio geográfico, mediante la defensa militar, la cooperación en el mantenimiento del orden interno y la participación activa en el desarrollo nacional, de acuerdo con esta Constitución y con la Ley. En el cumplimiento de sus funciones, está al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna…” (subrayado mío).
Desde hace tiempo hemos venido denunciando violaciones constantes al texto constitucional. No tenemos por qué asombrarnos de lo que vimos y escuchamos el sábado pasado cuando un general montado sobre un tanque saludaba al Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional y al momento de pedir permiso para iniciar el desfile, dijo lo siguiente: “Le informo que asisten al presente desfile cívico militar del 4 de febrero 12.400 compatriotas, socialistas, revolucionarios, antiimperialistas, chavistas, entrenados y equipados con material de guerra de alta tecnología…”.
Esa arenga del general Clíver Alcalá no es compatible con un sistema democrático por provenir de un militar activo y, peor aún, para celebrar 20 años de un golpe militar fallido.
Si tuviéramos un Tribunal Supremo de Justicia compuesto por magistrados en los cuales confiar y si en la Fiscalía General de la República se encontrara un fiscal que velara por la Constitución, sería imposible que no prosperara una acusación contra Clíver Alcalá.
¿Fuerza Armada chavista?
Las constituciones del mundo civilizado apartan a los militares de la contienda política, justamente porque ellos están para la represión del enemigo de todos los nacionales en común. Obedecen a una razón finalista: estudian, trabajan y se preparan para la defensa del territorio y de la soberanía en general, mediante el empleo de la fuerza de combate. Su misión es someter y destruir al contrario, lo cual es, precisamente, diametralmente opuesto a lo que impera en la contienda política, que es el entendimiento y los acuerdos con el contrario, así como su reconocimiento incontestable.
Nadie se imagina a un Rubalcaba, secretario general del PSOE, diciendo que la Fuerza Armada española es socialista; o a un Mariano Rajoy que son Populares. Sería motivo de una catástrofe.
Chávez juega con la ignorancia y tolerancia de los venezolanos. Pobre opinión la de nuestro país. ¿Qué pensará el padre de un cadete que desde que ingresa a la Academia Militar lo condenan a decir que es chavista para no perder la carrera? ¡Por Dios general Clíver usted pone de bulto lo que es bien sabido!: que la adulancia es patente de corso en las dictaduras.
Dinamitando la FAN
Pensemos por un momento en la manera como dilucidarán en el seno de la FAN una controversia entre ser chavista o no serlo. ¿Qué pasaría si a un grupo de militares -en claro acatamiento a la Constitución- se le ocurriera decir que ellos no son chavistas? Esa discusión pudiera terminar con el empleo de las armas. Por lo tanto, es irresponsable poner este asunto sobre la mesa, porque mañana pudiéramos estar arrepentidos.
Probablemente hoy seguirán callados, pero quizás en algún momento se den cuenta del camino por donde están transitando. Los militares son seres humanos que pueden cambiar de opinión. Espero que cuando cambien (si es que son chavistas) la sangre no llegue al río, y no utilicen esos equipos y esos entrenamientos que hoy se ufanan de tener para dirimir sus diferencias.
Lo que el sábado dijo el general Clíver Alcalá debería ser un motivo de indignación para un militar serio. Si no se indignan, pobres militares con los que cuenta Venezuela.
Por lo pronto: Silencio de leones en el interior de los cuarteles. Calma y cordura que ya viene octubre.
Al mejor postor
Uno de los invitados de honor para celebrar los 20 años del intento del golpe de Estado fue Raúl Castro, sucesor a dedo del dictador Fidel.
La inmoralidad de los Castro es tan descarada que hoy están celebrando lo que 20 años atrás condenaban. En efecto el día del golpe Fidel Castro le envió una carta a Carlos Andrés Pérez condenando el golpe y entre otras cosas le decía: “…Confío en que las dificultades sean superadas totalmente y se preserve el orden constitucional, así como tu liderazgo al frente de los destinos de la hermana República de Venezuela”.
Primarias democráticas
Faltan seis días para las primarias. No duden en votar, porque es un ejercicio democrático para quienes creemos en la democracia.
La semana pasada lo escribí: “participar es ganar”; hoy lo vuelvo a repetir: voten por el que ustedes quieran, pero es necesario votar. Las primarias sirven para organizarnos, para movilizarnos, para pronunciarnos. Convenzámonos que sin la participación será imposible derrotar una dictadura cuyos militares se disfrazan para adularle al dictador. Amigos: veamos las primarias como una calistenia para las grandes batallas que nos esperan.
El mito de la polarización
Creo que hay un intento por tratar de hacer ver que las primarias estarán polarizadas. Esta semana será crucial para derrotar ese mito. Si entendemos que tenemos que votar, que no debemos tener miedo de hacerlo por quien creamos representa nuestra posición frente al régimen, y que el voto será secreto, con toda seguridad se romperá esa polarización aparente.
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