Gustavo Coronel le envía una carta a Alí Rodríguez Araque
Durante su interpelación del pasado jueves en la Asamblea Nacional, el ministro Rodriguez Araque retó a los presentes que dijeran si no estaban de acuerdo con la política petrolera del presidente Chávez.
En la siguiente carta pública, Gustavo Coronel acepta el reto y dice (17 veces) por qué no está de acuerdo.
“Mientras usted andaba en la década de los 60 disfrazado de guerrillero, tratando de dinamitar instalaciones petroleras, yo estaba activamente contribuyendo a construír esas instalaciones, para el bien de la nación. En mi vida he producido petróleo mientras que usted ha vivido del petróleo,” le dice.
En su carta, Coronel incluye un argumento que no ha sido utilizado con mucha frecuencia en los debates sobre la política petrolera: En los acuerdos firmados en el pasado con empresas extranjeras, el crudo producido era propiedad de PVDSA (ella era quien pagaba las regalías). En la actualidad, según denuncia Coronel y también Horacio Medina, las empresas extranjeras son dueñas del petroleo que extraen en una proporción equivalente a su participación en el negocio (tipicamente 40% o menos). Para Coronel, han “desnacionalizado la industria petrolera.”
A continuación la carta de Gustavo Coronel:
La política petrolera del régimenCarta a Alí Rodríguez Araque.
cc. Rafaél Ramírez
Gustavo Coronel
Sr. Rodríguez Araque:
Acaba usted de tener una intervención en la Asamblea Nacional en la cual usted reta a quien esté en desacuerdo con la política petrolera del régimen a que así lo manifieste.
Aprovecharé este pedido suyo para analizar lo que ustedes han estado haciendo en este sector y para retarlo a usted a debatir publicamente sobre este tema.
Tengo suficientes credenciales para ese debate. Mientras usted andaba en la década de los 60 disfrazado de guerrillero, tratando de dinamitar instalaciones petroleras, yo estaba activamente contribuyendo a construír esas instalaciones, para el bien de la nación. En mi vida he producido petróleo mientras que usted ha vivido del petróleo.
Hablemos, entonces, de política petrolera:
Lo que ustedes han hecho en esta materia constituye un verdadero crimen contra la nación. Haré un resumen pero puedo ofrecer a los venezolanos los detalles que se requieran para sustentar cada uno de mis enunciados:
1. La esencia de la política petrolera chavista ha sido negativa, consistente en la destrucción de lo que existía en 1999. Ustedes han ido contra la internacionalización, contra la meritocracia gerencial, los centros de entrenamiento y de investigación, contra la búsqueda de la rentabilidad, la gerencia profesional no politizada y la relación con empresas privadas internacionales, prefiriendo arrimarse a empresas del estado de países ideologicamente “amigos”.
2. En su etapa inicial esta política se dirigió a obtener el control de PDVSA. Desde 1999 hasta 2004 PDVSA tuvo siete presidentes: Giusti, Mandini, Ciavaldini, Lameda, Parra, Rodríguez y Ramírez. Estos cambios incesantes influyeron de manera catastrófica en la capacidad de la empresa de planificar, operar eficientemente, mantener sus redes de comercialización internacional, cuidar debidamente sus plantas y equipos y atender a la necesaria expansión de la producción petrolera. Todos estos componentes comenzaron a deteriorarse.
3. En su segunda etapa, desde 2004 hasta el dia de hoy, la presidencia ha sido desempeñada por una misma persona quien es, también, ministro del sector. De este modo ha desaparecido la necesaria dualidad entre supervisor y supervisado, entre agente operacional y agente generador de políticas. El mismo personaje toca las campanas y anda en la procesión, eliminándose así la capacidad de la nación para evaluar correctamente la actividad de la empresa. Peor aún, el ministro-presidente se ha convertido en un simple mandadero del presidente y ha estado utilizando los dineros del petróleo para propósitos no-petroleros carentes de transparencia. Ello ha dado origen a una hiper-corrupción gubernamental que ha hecho posible el derroche de casi mil millones de millones de dólares en los pasados 12 años;
4. La eliminación de la gerencia profesional y de miles de técnicos competentes de PDVSA hecha por el régimen debido a las protestas de 2002 y 2003 y su reemplazo por más de cien mil empleados y trabajadores poco calificados ha convertido a PDVSA en una empresa típica del tercer mundo, carente de buenas prácticas de mantenimiento de instalaciones y de equipos. Esto ha obedecido a una estrategia premeditada por Chávez, admitida hasta con grotesco orgullo en discurso pronunciado ante la Asamblea Nacional. La mediocrización de la gerencia técnica ha causado una verdadera epidemia de derrames petroleros, además de frecuentes incendios, paralizaciones de las refinerías y accidentes que probablemente han costado más vidas durante la etapa chavista que en toda la historia previa de la empresa;
5. La subordinación de la empresa a los planes políticos-ideológicos del régimen ha hecho posible la conversión de la empresa petrolera en una empresa “socialista”, la cual ya no se dedica a hacer su trabajo específico, a llevar a cabo sus negocios medulares de encontrar, producir, refinar, transportar y comercializar petróleo, sino que se ha convertido en una empresa que importa y distribuye comida, que trata de hacer viviendas, a la cual se le asigna el entrenamiento de atletas y se le extrae el dinero que debería ser usado en el mantenimiento de la actividad petrolera para satisfacer las necesidades de un estado anárquico que depende hasta de la coyuntura gastrointestinal del comandante-presidente;
6. Esa transformación de PDVSA en una empresa “socialista” ha sido el resultado de la manera abusiva con la cual hugo Chávez y su mandadero Ramírez han manejado la industria. Todavía recordamos el infame discurso de Ramírez al personal gerencial de la empresa, en el cual les dice que PDVSA es “roja rojita”, que existe para respaldar a la “revolución” y que quienes no estén de acuerdo con esta “política” serán sacados de la empresa “a carajazos”. Ese acto criminal terminó de destruír lo poco que quedaba de la naturaleza institucional de la empresa, convirtiéndola en un simple apéndice del poder ejecutivo;
7. La deformación de la naturaleza profesional y gerencial de PDVSA ha causado grandes desastres perfectamente cuantificables en la industria petrolera nacional y en la nación venezolana. Una de las múltiples agencias de la empresa, PDVAL, ha dejado pudrir hasta unos 180 millones de kilogramos de comida, a un costo de más de dos mil millones de dólares, solo para permitir que un grupo de malandros enquistados en la empresa y sus contratistas amigos se enriquecieran de manera obscena con los dineros de la nación. Este crimen permanence impune, ante las narices de los gerentes de la empresa y de las instituciones de justicia venezolanas, ya adictas al hedor de la corrupción;
8. Ese proceso de prostitución de Petróleos de Venezuela ha incidido, inevitablemente, en la producción y rendimiento de la empresa. Hoy en día la producción ha bajado en unos 700.000 barriles diarios, al compararla con la existente antes de la llegada de Chávez al poder. Los bienes de la empresa en el exterior están en progresiva liquidación, a fin de generar dinero efectivo con el cual mantener a Chávez en el poder. Cinco refinerías y terminales en el extranjero se han vendido. Los niveles de exportación a USA, casi el único país donde los clientes aún le pagan a Venezuela en efectivo, han bajado en unos 300.000 barriles diarios en los últimos cinco años;
9. El impacto de la declinación de la producción y de los niveles de exportación se ha agravado debido a que hay unos 500.000 barriles diarios que no se están cobrando en efectivo o en términos comerciales normales. Esos volumenes van a Cuba, a los países del Caribe, a Bolivia, Argentina o a China (en este último país se envia para pagar por dinero ya entregado y probablemente gastado en otras cosas). En la región el petróleo es pagado parcialmente en servicios y alimentos, en términos no-comerciales. Ello representa un subisidio no menor a los $3-4.000 millones al año, el cual se hace a costa del dinero de los venezolanos, dinero que que ustedes están regalando;
10. Esa entrega de petróleo a Cuba y a otros países en términos no comerciales, por razones estrictamente ideológicas y de estrategia política, constituye un grave crimen contra la nación venezolana, un crimen tipificado en nuestras leyes como traición, sobretodo porque nunca fue consultado debidamente con todos los venezolanos;
11. La carencia de transparencia en las actividades petroleras ha generado un alto nivel de corrupción en el sector. El desvío de dinero del sistema petrolero para otros usos y el mál uso y manejo de divisas provenientes del petróleo es la fuente principal de corrupción. Las contrataciones sin licitación son la norma y ello ha hecho posible la comisión de delitos en la contratación de equipos de perforación a empresas fantasmas con dos o tres empleados (como lo admitió el ex-Director de PDVSA, Luis Vierma), en la contratación de tanqueros con compinches del régimen, en la venta de petróleo a través de intermediarios, en el alquiler de gabarras de perforación costa afuera a través de empresas fantasmas como PetroMarine o con empresas de escasa experencia petrolera como PetroSaudí, sin que se conozcan los términos de esas contrataciones. Algunas empresas del sistema petrolero se han visto involucradas en actividades con narcotraficantes, como es el caso de la industria petroquímica. Ninguna de estas actividades criminales ha sido debidamente investigadas o sancionadas;
12. Al supeditar la actividad petrolera a la actividad políica e ideológica la industria petrolera nacional ha abandonado los sistemas internacionales de medición, lo cual hace imposible conocer la realidad de la empresa. Sus gerentes mienten con desparpajo sobre reservas, taladros activos, producción, entregas de petróleo, niveles de exportación y otros parámetros de la industria. La llamada “certificación” de reservas probadas de petróleo en el país es un acto fraudulento por el cual ustedes serán responsables ante el país. Las llamadas reservas de gas “certificadas” en el Golfo de Venezuela no han sido hechas de manera científica y son apenas groseras aproximaciones a la realidad. Los 233 taladros activos, según ramírez, se convierten ensolo 83 en estadísticas independientes, como las de la empresa Baker-Hughes. Wikileaks se ha encargado de revelar como PDVSA contabiliza las mismas “exportaciones’ petroleras dos veces, lo cual constituye un fraude. Ya nadie le cree a la Venezuela petrolera en el mundo civilizado.
13. El fondo de pensiones de los trabajadores petroleros, en especial el de los jubilados, está en peligro de perderse totalmente, si es que no se ha perdido ya. En este momento, en los Estados Unidos, hay una demanda contra un ex-asesor de PDVSA en esa materia, quien ha utilizado de manera criminal los fondos de PDVSA para especular con empresas de alto riesgo, con el conocimiento de PDVSA. Ramírez acaba de mentir en la Asamblea Nacional, cuando dijo que el citado fondo está manejado por los trabajadores:
14. La manera como se gerencia la Faja del Orinoco es inepta y criminal. Hay hasta 26 empresas petroleras en la región, la mayoría de ellas provenientes de países sin tradición o experiencia petrolera, sobre todo la experiencia especializada que tiene que ver con petróleos pesados y extrapesados. Estas empresas no saben como operar estos crudos ni tienen la experticia, la gerencia o los recursos financieros para mejorar esos crudos a fin de comercializarlos. Hoy en dia la Faja del Orinoco está literalmente invadida por empresas petroleras de Cuba, Vietnam, Uruguay, Irán, Bielorrusia, China, Rusia, Francia, España y otros países. Solo una pequeña parte de estas empresas están calificadas para actuar allí. El resto es una absurda torre de Babel. Después de doce años de régimen chavista se produce menos en la Faja que antes. Ni el país tiene las reservas probadas que ustedes dicen tener en la Faja del Orinoco ni se está haciendo nada en la faja para incrementar la producción. Al contrario, se está perdiendo por descuido y negligencia lo que ya existía;
15. Ustedes eliminaron un negocio totalmente lícito y conveniente, el de la Orimulsión, y le entregaron a China el conocimiento necesario, aparentemente sin contraprestración alguna, para que ellos desarrollaran la mezcla. Esa eliminación del negocio fue hecha por caprichos ideológicos y no como consecuencia de un análisis técnico y comercial objetivo;
16. El asalto que ustedes han llevado a cabo contra las empresas petroleras privadas que operaban en Venezuela y contra empresas contratistas de propiedad extranjera y venezolana ha inflado la empresa de trabajdores y ha llenado de nuevos problemas operacionales a PDVSA.. Ello ha destruído el buen nombre de PDVSA y de Venezuela en el exterior, nombres que ahora son sinónimos de abuso, fraude e irresponsabilidad. Ustedes han confiscado, expropiado, asaltado, docenas de empresas contratistas petroleras, sin pagarle sus indemnizaciones de manera oportuna y ya son vistos en el exterior como asaltantes de caminos.
17. Paradojicamente han desnacionalizado la industria petrolera, al convertir meras asociaciones con empresas contratistas, en las cuales la nación era la dueña del 100 por ciento del petróleo producido, en empresas mixtas, en las cuales ustedes han cedido el 40 por ciento de la propiedad del petróleo producido a empresas foráneas. Eso sería conceptualmente positivo, de responder a una verdadera política, pero lo han hecho solo porque necesitan que el socio foráneo les financie su parte del negocio, ya que ustedes no tienen dinero para hacerlo.
Creo que lo que he listado arriba representa un razonable ejemplo de las diferencias que tenemos los gerentes petroleros profesionales y los venezolanos decentes con lo que ustedes llaman “política petrolera”. Hemos perdido doce años y un mil millones de millones de dólares, un crimen gigantesco.
Uno de los errores más garrafales del chavismo ha sido confundir control operativo con propiedad total del negocio. Ustedes piensan que lo que llaman “soberanía nacional” en el uso del recurso solo puede adquirirse mediante la propiedad total de empresas y activos relacionados con la actividad. La evidencia muestra que las naciones más prósperas del planeta combinan la propiedad privada de los medios de producción con regulaciones gubernamentales que les permiten un desarrollo óptimo del sector. Eso de pretender controlar totalmente las operaciones petroleras por razones ideológicas, eso de llenarse de gente y de tareas operacionales improductivas en nombre de la “soberanía nacional”, es una insensatez que los ha hundido, a ustedes y a la nación.
Cuando quieran debatir me avisan,
Gustavo Coronel
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