Revueltas contagiosas
ONU impone sanciones al régimen de Muamar Gadafi
Gobierno libio dio armas a seguidores para disparar contra los manifestantes
EL UNIVERSAL
domingo 27 de febrero de 2011 12:00 AM
Naciones Unidas.- El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas impuso de manera unánime, sanciones al régimen libio que incluyen prohibiciones de viaje y congelamiento de activos al líder Muamar Gadafi, miembros de su familia y su círculo más cercano del gobierno.
El Consejo exigió que se ponga fin de inmediato a los ataques contra civiles "incitados desde el más alto nivel del gobierno libio".
La ONU estima que más de 1.000 personas han muerto en los disturbios, destacó Reuters.
Según la resolución, adoptada por los 15 países que negociaron durante casi nueve horas, Gadafi y los responsables de los ataques generalizados contra la población tendrán que responder ante el Tribunal Penal Internacional (TPI), con sede en La Haya, señaló Efe.
La prohibición de viajar y el congelamiento de activos recae sobre el líder libio de 68 años, y siete de sus hijos, así como sobre otros miembros de la familia y funcionarios de defensa e inteligencia supuestamente implicados en el baño de sangre en el país. 16 nombres están en la lista de sanciones.
Terror en Trípoli
El régimen libio entregó armas a simpatizantes civiles, instaló el sábado retenes y ordenó patrullajes de grupos armados en la capital, sembrando el temor entre los habitantes, en busca de conservar el control del bastión del líder Gadafi y de acallar a los disidentes, señaló AP.
Residentes del distrito oriental de Tajura improvisaron barricadas con trozos de concreto, rocas e incluso palmeras arrancadas, para impedir que las camionetas repletas de jóvenes con fusiles automáticos entraran a su vecindario, uno de los focos principales de las protestas anteriores.
Zonas pobres de la capital libia, Trípoli, desafiaban abiertamente a Muamar Gadafi, quien veía cada vez más debilitado su control sobre el país tras 42 años de Gobierno.
Lo que pasó en Tajura se contradijo con las declaraciones del hijo de Gadafi, Saif al-Islam, quien dijo a la prensa que la paz estaba regresando a Libia. Las amenazas de Gadafi obligan a los vecinos de la capital a prepararse para una batalla sangrienta.
Éxodo bajo amenaza
Desde hace una semana los trabajadores extranjeros que se encontraban en Libia empezaron a huir por carretera, vía aérea o marítima, de la violencia generada por el régimen.
La contabilidad no es completa, se tiene cifras como 38.000 egipcios y tunecinos que salieron por la frontera de Ras Jedir hacia Túnez, citó AFP.
Hasta ayer se contaba con la salida de 16.000 chinos y 10.000 turcos vía marítima y aérea. Mientras que un avión británico rescató a 150 personas del desierto libio y 100 canadienses esperaban que los sacaran para cualquier parte de Europa.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama afirmó que Gadafi debe dejar el poder y "marcharse ahora", ya que perdió la legitimidad para gobernar, indicó un comunicado de la Casa Blanca.
El Consejo exigió que se ponga fin de inmediato a los ataques contra civiles "incitados desde el más alto nivel del gobierno libio".
La ONU estima que más de 1.000 personas han muerto en los disturbios, destacó Reuters.
Según la resolución, adoptada por los 15 países que negociaron durante casi nueve horas, Gadafi y los responsables de los ataques generalizados contra la población tendrán que responder ante el Tribunal Penal Internacional (TPI), con sede en La Haya, señaló Efe.
La prohibición de viajar y el congelamiento de activos recae sobre el líder libio de 68 años, y siete de sus hijos, así como sobre otros miembros de la familia y funcionarios de defensa e inteligencia supuestamente implicados en el baño de sangre en el país. 16 nombres están en la lista de sanciones.
Terror en Trípoli
El régimen libio entregó armas a simpatizantes civiles, instaló el sábado retenes y ordenó patrullajes de grupos armados en la capital, sembrando el temor entre los habitantes, en busca de conservar el control del bastión del líder Gadafi y de acallar a los disidentes, señaló AP.
Residentes del distrito oriental de Tajura improvisaron barricadas con trozos de concreto, rocas e incluso palmeras arrancadas, para impedir que las camionetas repletas de jóvenes con fusiles automáticos entraran a su vecindario, uno de los focos principales de las protestas anteriores.
Zonas pobres de la capital libia, Trípoli, desafiaban abiertamente a Muamar Gadafi, quien veía cada vez más debilitado su control sobre el país tras 42 años de Gobierno.
Lo que pasó en Tajura se contradijo con las declaraciones del hijo de Gadafi, Saif al-Islam, quien dijo a la prensa que la paz estaba regresando a Libia. Las amenazas de Gadafi obligan a los vecinos de la capital a prepararse para una batalla sangrienta.
Éxodo bajo amenaza
Desde hace una semana los trabajadores extranjeros que se encontraban en Libia empezaron a huir por carretera, vía aérea o marítima, de la violencia generada por el régimen.
La contabilidad no es completa, se tiene cifras como 38.000 egipcios y tunecinos que salieron por la frontera de Ras Jedir hacia Túnez, citó AFP.
Hasta ayer se contaba con la salida de 16.000 chinos y 10.000 turcos vía marítima y aérea. Mientras que un avión británico rescató a 150 personas del desierto libio y 100 canadienses esperaban que los sacaran para cualquier parte de Europa.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama afirmó que Gadafi debe dejar el poder y "marcharse ahora", ya que perdió la legitimidad para gobernar, indicó un comunicado de la Casa Blanca.
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