THAYS PEÑALVER | EL UNIVERSAL
jueves 9 de febrero de 2012 03:01 PM
La Revolución DC (Después del Cáncer) ha obligado claramente al Presidente a revaluar su entorno. Con el traicionero cáncer todo puede pasar, puede haber una remisión en unos años como puede colapsar todo en unos meses. Lo que sí queda claro es que aun cuando buena parte de los analistas opositores sostienen que se trata de un complot, el Presidente les ha dicho a los suyos good bye y eso se les nota en las caras. Quienes habían sido incluso señalados de ser los "ungidos por Fidel" salieron del entorno presidencial para no volver. 2011 quedará para la historia como un año de sorpresas, la noticia del cáncer presidencial generó sin lugar a dudas la destrucción del tejido revolucionario, como ocurrió en Cuba con la noticia de la enfermedad de Castro.
¿Quién hubiera sospechado que a la semana de estar Fidel Castro al borde de la muerte, sus más íntimos colaboradores descorcharían las botellas para celebrar, apareciendo algunos completamente borrachos, disfrazados de "El Comandante"? ¿Quién hubiera sospechado que se fraguaba un golpe de salón, claro y conciso de los jóvenes ungidos?, la enfermedad de Fidel demostró que el gigante sangra y esto a su vez rompió para siempre el tejido revolucionario cubano. Se acabó ese mito. No es solo la inmensa Yoani, las Damas de Blanco o furibundos artistas como Milanés, sino grupos musicales que en la radio cantan "El pasado es un bote sin remos, el futuro una nave espacial. El futuro es un niño que aprende y un abuelo que no sabe olvidar, adiós" y hasta humoristas con monólogos contrarios al régimen en los mismos lugares que otrora Fidel incendiaba con sus discursos. Por eso voy a ser de las primeras en darles esta primicia, está ocurriendo una auténtica revolución pacífica en Cuba, en cada calle, en cada casa y es indetenible.
Como la que está ocurriendo en Venezuela, con una oposición que comenzó siendo de 3 millones de almas y que poco a poco ha ido creciendo organizada y democrática, demostrándonos que esta sí es una gesta mucho más significativa y noble, que deja muy mal parada a la atrocidad descompuesta del régimen, porque lo que ofrece es la inclusión de todos los venezolanos en ella. Este esfuerzo de la oposición venezolana está concebido sin los recursos económicos del Estado (como debe ser) y aún así hoy tienen una inmensa ventaja sobre Chávez, porque los candidatos están pateando pueblos y barrios, lugares estos a donde los carros de lujo de los revolucionarios no llegan. El gigante en Venezuela sangra, mientras la oposición no distrae sus objetivos y se prepara para darle al país una opción verdaderamente democrática, entre tanto la torta revolucionaria es despedazada por los herederos que se pelean los intereses partidistas, al mejor estilo del pasado.
El asunto de la sucesión de Chávez no se encuentra en las filas del PSUV, porque durante años hemos visto a un presidente que más bien parece un trapiche con los suyos. Su sucesor ya está en la oposición independientemente del 7-O, él mismo les ha ayudado a crear esa imagen de organizados, unidos y feroces, cada vez que se refiere a ellos. A los chavistas les muestran los discursos de los candidatos, analizan las líneas del plan de gobierno de la UNIDAD, mientras de forma patética sus posibles sucesores son humillados públicamente cadena tras cadena. Aniquiló pues a su entorno y los dejó como meros muchachos de mandado, incapaces ya de ganarse el respeto del tejido chavista, por eso es por lo que si el gigante sangra, muchos celebran, pero no precisamente en la oposición.
La revolución se hunde con rapidez, el Presidente escogerá un nuevo entorno, pero la expulsión del anterior que lo arriesgó todo por él demuestra que la revolución muere para dar paso a una nueva república, que no solo nace de la mano de 5 valientes que contra la adversidad y los obstáculos han llegado aquí para construir un futuro prometedor, si no de millones que iremos este domingo sin miedo a votar, en reconocimiento a ese gran esfuerzo y por nuestra Venezuela.
¿Quién hubiera sospechado que a la semana de estar Fidel Castro al borde de la muerte, sus más íntimos colaboradores descorcharían las botellas para celebrar, apareciendo algunos completamente borrachos, disfrazados de "El Comandante"? ¿Quién hubiera sospechado que se fraguaba un golpe de salón, claro y conciso de los jóvenes ungidos?, la enfermedad de Fidel demostró que el gigante sangra y esto a su vez rompió para siempre el tejido revolucionario cubano. Se acabó ese mito. No es solo la inmensa Yoani, las Damas de Blanco o furibundos artistas como Milanés, sino grupos musicales que en la radio cantan "El pasado es un bote sin remos, el futuro una nave espacial. El futuro es un niño que aprende y un abuelo que no sabe olvidar, adiós" y hasta humoristas con monólogos contrarios al régimen en los mismos lugares que otrora Fidel incendiaba con sus discursos. Por eso voy a ser de las primeras en darles esta primicia, está ocurriendo una auténtica revolución pacífica en Cuba, en cada calle, en cada casa y es indetenible.
Como la que está ocurriendo en Venezuela, con una oposición que comenzó siendo de 3 millones de almas y que poco a poco ha ido creciendo organizada y democrática, demostrándonos que esta sí es una gesta mucho más significativa y noble, que deja muy mal parada a la atrocidad descompuesta del régimen, porque lo que ofrece es la inclusión de todos los venezolanos en ella. Este esfuerzo de la oposición venezolana está concebido sin los recursos económicos del Estado (como debe ser) y aún así hoy tienen una inmensa ventaja sobre Chávez, porque los candidatos están pateando pueblos y barrios, lugares estos a donde los carros de lujo de los revolucionarios no llegan. El gigante en Venezuela sangra, mientras la oposición no distrae sus objetivos y se prepara para darle al país una opción verdaderamente democrática, entre tanto la torta revolucionaria es despedazada por los herederos que se pelean los intereses partidistas, al mejor estilo del pasado.
El asunto de la sucesión de Chávez no se encuentra en las filas del PSUV, porque durante años hemos visto a un presidente que más bien parece un trapiche con los suyos. Su sucesor ya está en la oposición independientemente del 7-O, él mismo les ha ayudado a crear esa imagen de organizados, unidos y feroces, cada vez que se refiere a ellos. A los chavistas les muestran los discursos de los candidatos, analizan las líneas del plan de gobierno de la UNIDAD, mientras de forma patética sus posibles sucesores son humillados públicamente cadena tras cadena. Aniquiló pues a su entorno y los dejó como meros muchachos de mandado, incapaces ya de ganarse el respeto del tejido chavista, por eso es por lo que si el gigante sangra, muchos celebran, pero no precisamente en la oposición.
La revolución se hunde con rapidez, el Presidente escogerá un nuevo entorno, pero la expulsión del anterior que lo arriesgó todo por él demuestra que la revolución muere para dar paso a una nueva república, que no solo nace de la mano de 5 valientes que contra la adversidad y los obstáculos han llegado aquí para construir un futuro prometedor, si no de millones que iremos este domingo sin miedo a votar, en reconocimiento a ese gran esfuerzo y por nuestra Venezuela.
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