¿Cómo interpretar el anuncio de que se mantendrá el gasto militar? Maduro traza la línea gruesa de la política y el sostén del gobierno, manteniendo los privilegios de la Fuerza Armada.
Por Juan Carlos Zapata.-
"Así como vamos mantener la profundidad y el ritmo de la inversión social, así vamos a mantener la profundidad y el ritmo de la inversión para la defensa de la soberanía nacional y el fortalecimiento de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana”. ¿Cómo puede entenderse esta frase? En el contexto de precios bajos del petróleo, no hay otra interpretación que valga. El presidente Nicolás Maduro le envía un mensaje claro, nítido, pleno como la luz llena a la Fuerza Armada, de que el gasto militar no será tocado.
Esta es una manera de persistir en la política de privilegios hacia la Fuerza Armada, lo cual no es nuevo, tampoco. Pues en la caída anterior de precios de hace un lustro, el entonces ministro de Finanzas, Alí Rodríguez, anunció recortes al gasto militar, lo cual nunca se ejecutó. La diferencia es que esta crisis no es nada comparable con la anterior. El horizonte del mercado petrolero que se avizora es complicado para Venezuela, por la caída pronunciada de la cotización del petróleo, y por el tiempo que se pronostica durará el escenario. Además, esta crisis ha llegado en un momento en que el país se encuentra sin ahorros, que no fue la época de Chávez y Alí Rodríguez. De modo que mantener el gasto militar no es sino una señal “política” hacia la Fuerza Armada.
¿De dónde sacarán los recursos para la compra de más armamento? Como se sabe, el país es, por ejemplo, el principal cliente de América Latina de armamento ruso, y como señalan las fuentes especializadas, Rusia no financia la venta de armas: cobra de contado. Por otro lado, en la reciente feria de su industria aeronáutica, China comenzó a coquetear con la Fuerza Aérea Venezolana, y por ello no resulta casual que la frase Maduro haya sido pronunciada ayer, en el marco del desfile militar con motivo del 94 aniversario de la Aviación Militar Bolivariana y los 22 años de la rebelión cívico-militar del 27 de noviembre de 1992. Y qué oportuno que luego anunció que seguirán llegando más aviones “con la tecnología de punta para defender los cielos de la patria venezolana”.
Maduro marca así la línea gruesa de la estrategia del sostén de su gobierno. Apela aún a la inversión social –cada vez menos en términos de dólares- y apela a mantener los privilegios de la Fuerza Armada. Ya se anticipó con los aumentos decretados hace poco. Y ahora apunta hacia el corto y mediano plazo, ratificando la “profundidad” del gasto militar. En lo concreto, es la primera medida que toma una vez que se ha conocido la decisión de la Opep de no recortar la producción, lo cual prevé un derrumbe de los precios del petróleo. De hecho, ya para Venezuela, la caída de 100 dólares a menos de 70, significa, un verdadero derrumbe. No es una caída cualquiera. En este sentido, Maduro hace un esfuerzo y se adelanta a cualquier evento que pueda generar rumores o ruidos en la Fuerza Armada. Tanto que, señaló, está dispuesto a que funcionarios, ministros y él mismo se recorten los sueldos, pero no dijo nada parecido respecto a los sueldos de los militares.
"Así como vamos mantener la profundidad y el ritmo de la inversión social, así vamos a mantener la profundidad y el ritmo de la inversión para la defensa de la soberanía nacional y el fortalecimiento de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana”. ¿Cómo puede entenderse esta frase? En el contexto de precios bajos del petróleo, no hay otra interpretación que valga. El presidente Nicolás Maduro le envía un mensaje claro, nítido, pleno como la luz llena a la Fuerza Armada, de que el gasto militar no será tocado.
Además, esta crisis ha llegado en un momento en que el país se encuentra sin ahorros, que no fue la época de Chávez y Alí Rodríguez.
Esta es una manera de persistir en la política de privilegios hacia la Fuerza Armada, lo cual no es nuevo, tampoco. Pues en la caída anterior de precios de hace un lustro, el entonces ministro de Finanzas, Alí Rodríguez, anunció recortes al gasto militar, lo cual nunca se ejecutó. La diferencia es que esta crisis no es nada comparable con la anterior. El horizonte del mercado petrolero que se avizora es complicado para Venezuela, por la caída pronunciada de la cotización del petróleo, y por el tiempo que se pronostica durará el escenario. Además, esta crisis ha llegado en un momento en que el país se encuentra sin ahorros, que no fue la época de Chávez y Alí Rodríguez. De modo que mantener el gasto militar no es sino una señal “política” hacia la Fuerza Armada.
¿De dónde sacarán los recursos para la compra de más armamento? Como se sabe, el país es, por ejemplo, el principal cliente de América Latina de armamento ruso, y como señalan las fuentes especializadas, Rusia no financia la venta de armas: cobra de contado. Por otro lado, en la reciente feria de su industria aeronáutica, China comenzó a coquetear con la Fuerza Aérea Venezolana, y por ello no resulta casual que la frase Maduro haya sido pronunciada ayer, en el marco del desfile militar con motivo del 94 aniversario de la Aviación Militar Bolivariana y los 22 años de la rebelión cívico-militar del 27 de noviembre de 1992. Y qué oportuno que luego anunció que seguirán llegando más aviones “con la tecnología de punta para defender los cielos de la patria venezolana”.
¿De dónde sacarán los recursos para la compra de más armamento?
Maduro marca así la línea gruesa de la estrategia del sostén de su gobierno. Apela aún a la inversión social –cada vez menos en términos de dólares- y apela a mantener los privilegios de la Fuerza Armada. Ya se anticipó con los aumentos decretados hace poco. Y ahora apunta hacia el corto y mediano plazo, ratificando la “profundidad” del gasto militar. En lo concreto, es la primera medida que toma una vez que se ha conocido la decisión de la Opep de no recortar la producción, lo cual prevé un derrumbe de los precios del petróleo. De hecho, ya para Venezuela, la caída de 100 dólares a menos de 70, significa, un verdadero derrumbe. No es una caída cualquiera. En este sentido, Maduro hace un esfuerzo y se adelanta a cualquier evento que pueda generar rumores o ruidos en la Fuerza Armada. Tanto que, señaló, está dispuesto a que funcionarios, ministros y él mismo se recorten los sueldos, pero no dijo nada parecido respecto a los sueldos de los militares.
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