Saturday, November 29, 2014

Maduro da como lástima y ya muele a olvido

En: http://konzapata.com/2014/11/maduro-da-como-lastima-y-ya-huele-a-olvido/

¿Cómo irá a terminar la carrera política de este hombre que perdió el foco de la mirada, no hilvana una idea medianamente clara y ya está demasiado viejo para empezar a aprender? Aunque todavía no tiña canas – a pesar de que a las malas lenguas les parezca sospechoso el negro de su cabello-, el Presidente de la República ya huele a olvido, a un mal recuerdo, así entregue el poder por allá en el 2019.


Por Elizabeth Fuentes @fuenteseliz.-  

Muchas eran las anécdotas asombrosas de cuando a  Nicolás Maduro lo nombraron Canciller. Que invitó a una cena oficial en la Casa Amarilla, con invitados de lujo, y llegó tarde. Y mientras llegaba, no servían ni un tequeño. Y cuando finalmente llegó, los meseros largaban los platos en la mesa, ya fríos y servidos desde temprano, como si el asunto se desarrollara en un cuartel.
Calder.Hubo también el episodio público y notorio de su paso por Miami, cuando personalmente compró   varios boletos con dólares en efectivo y luego su negativa a quitarse el cinturón antes de abordar un avión  comercial, lo que hizo que las autoridades de emigración sospecharan de sus andanzas y lo detuvieran sin contemplaciones a su investidura, mientras en Venezuela Hugo Chávez armaba otro de sus embustes, señalando la agresión del Imperio norteamericano contra un revolucionario, y mandándolo  a buscar en una “colita” de un avión oficial.
Interminable y aburrido, como todo Maduro, debe ser  el anecdotario que más de uno le debe  estar armando a este gris personaje de nuestra historia contemporánea.
Calder.La broma es que mientras ésta se desarrolla, Maduro sigue amargándole la vida a la mayoría de los venezolanos, seguro  de que las carísimas gigantografías que le fabrican en el MinCi  producidas en la imprenta de  quien sabe cuál buen amigo del proceso y donde las fotografías lo tratan de vender como todo un líder, enorme y decidido – , tarde o temprano cobrarán vida propia y Maduro, el de carne y hueso, terminará pareciéndose al hombre de la foto, al líder que no es, al “Maduro Pueblo” donde  le maquillan  el insomnio, las metidas de pata, las lagunas en el entendimiento, las equivocaciones. Sobre todo las equivocaciones, porque si algo define a Nicolás Maduro es precisamente eso: él es una gran equivocación. Si lo fue de Fidel, Raúl o de Hugo,  ya es lo de menos.   Pero el simple hecho de que no se haya negado a  asumir esa  responsabilidad que le embalaron sus hoy sepultureros políticos, el haber aceptado un cargo para el cual, como debe  saber en el fondo de su alma, no estaba medianamente preparado,  la sumisión absoluta con la que permitió que le jugaran esta mala pasada frente a sus narices, ya lo perfilaba como un descolocado en la vida, como dicen ahora los jóvenes.
Es así como este gran error que no ha tocado sufrir a todos – ya en algún momento escucharemos las anécdotas provenientes de su entorno íntimo-, en lugar de comportarse como un Diógenes Escalante de mentira y comenzar a reconocer que no tiene camisas suficientes para ocupar un cargo que le está costando la vida y la paz a millones de seres humanos, se comporta como un elefante en una cristalería, dando tumbos  y sin fijarse en la reguera de vidrios y sangre que va dejando a su paso.
Ayer nada más, con el bombazo esperado desde la OPEP, cuando el organismo decidió acatar los deseos de Arabia Saudita y no recortar la producción,  el presidente de la República responde que “que la bajada del precio del petróleo no afectará las inversiones ni detendrá la Revolución Bolivariana…” Y como si semejante barbaridad le pareciera chiquita, agrega una reflexión ( por llamarla de un modo elegante), donde nuevamente devela toda su ignorancia y se queda desnudo frente a los miles de venezolanos que, a trompicones, se han tenido que meter un puñal en economía debido a los tiempos que corren.
Porque apenas Maduro asegura que con un barril a 60 no se detendrá la revolución, agrega inmediatamente después  que “los enemigos de nuestra Patria se frotan las manos creyendo que eso va a detener la Revolución Bolivariana o va afectar las inversiones pero lo puedo decir hoy aquí, no lo logramos por ahora pero lo seguiremos intentando hasta que los precios petroleros lleguen donde tienen que estar, alrededor de 100 dólares el barril”.
Más enredo imposible: La revolución no se va a detener con 60 dólares por barril, pero el gobierno seguirá intentando que llegue a 100… es decir, que lo seguirán intentando ( lo que implica que el precio actual  no les sirve) y , dos, si lo siguen intentando y, como ayer, no llega a 100 dólares el barril, qué hará Maduro?
Por supuesto, el caletre revolucionario le funciona todavía como para decir que “el Gobierno Nacional garantiza al pueblo todas las inversiones económicas y sociales para el desarrollo de Venezuela…”, más el chiste de que “Si hubiese que recortar algo del presupuesto recortaríamos los gastos suntuarios, nuestros propios sueldos como altos funcionarios,  pero jamás vamos a disminuir  los recursos que van para la educación de nuestro pueblo”.
Obviamente, tampoco sabe sacar cuentas. Porque ni su sueldo ni el de todos los ministros y viceministros, más  los sueldos del bojote de familiares que han enchufado en la administración pública, alcanzarían, todos juntos, para equipararse a lo perdido ayer en la OPEP. Sin contar con el terror que debe haber cundido entre los funcionarios  la propuesta alterna del presidente de rebajar gastos suntuarios o sueldos, para “la educación del pueblo”.
Pregúntele, señor presidente,  a uno de los “humoristas de la revolución”, quien andaba solicitando en privado que la oposición “hiciera algo” contra lo que entonces llamó “la locura de Hugo Chàvez”, cuando años atrás  intentó bajarle los sueldos a diputados y afines.
Eso ni siquiera Hugo Chávez lo logró. Lo que ratifica que Maduro no tiene idea de dónde está parao.Ni sentado.

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