Thursday, November 27, 2014

Ayudan las nuevas leyes a reducir el déficit fiscal?

En: http://prodavinci.com/2014/11/26/economia-y-negocios/ayudan-las-nuevas-leyes-a-reducir-el-deficit-fiscal-por-asdrubal-oliveros-jessica-grisanti-y-daniel-cardenas/

Por A. Oliveros, J Grisanti y D. Cardenas

Estamos trabajando lo que se llama en el argot tributario como una reforma fiscal… una reforma fiscal igualitaria, justa, necesaria para Venezuela y estamos en el momento de hacerla. Con estas palabras el presidente Nicolás Maduro volvió a colocar en la palestra pública un tema que había perdido fuerza durante los últimos meses de 2013, una reforma fiscal. Un sector público deficitario, un flujo de caja comprometido y el incremento de un gasto fiscal que no se corresponde con el aumento de la popularidad del Gobierno habrían llevado a acelerar la decisión de reestructurar el sistema fiscal venezolano, pero ¿será suficiente?

Ayuda la reforma fiscal a reducir el déficit del sector público 640A

¿Qué es lo que se propuso? El Presidente anunció horas antes de que culminara su período habilitante un conjunto de reformas tributarias que conducirían a que “paguen más los que más tienen”. Bajo esta filosofía, se comunicó la reforma del Impuesto al Valor Agregado (IVA), que mantendría las alícuotas para todos los bienes, salvo los bienes de lujo, que pasarían a tener una alícuota mayor.

Sobre el Impuesto Sobre la Renta (ISLR), se anunció la suspensión de los ajustes inflacionarios en el sector financiero y la eliminación de las exenciones sobre las cooperativas, fundaciones y asociaciones. Adicionalmente se incrementarían las multas a los contribuyentes especiales en 200,0% y se abre la posibilidad de confiscar bienes a las empresas declaradas en quiebra que tengan deudas con el Seniat.

Finalmente, se modificó la ley de Impuestos sobre Cigarrillos y manufactura de tabaco, que comenzara a pechar a los derivados del tabaco y a la producción artesanal, y se decidió incrementar los impuestos al consumo y venta de bebidas alcohólicas.

¿Son estas reformas un alivio para el fisco? El superintendente del Servicio Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat) afirmó que las reformas planteadas permitirán tener un ingreso superior a VEB 150.000 millones, lo que equivale en términos nominales a cinco meses de recaudación de 2014.

Si bien lo que se planteó fue un incremento de la alícuota, es importante reconocer que estamos en presencia de un período de contracción económica y de reducción de las importaciones, lo que ha disminuido de manera importante la base imponible de los ISLR, IVA y los aranceles. Dada esta coyuntura, estimamos que esta reforma representará para el fisco ingresos que se ubiquen alrededor de 1,0% del PIB, que frente a un déficit del Gobierno Central superior a 16,0 puntos del PIB resulta más que insuficiente.

A mediados del año se habían planeado otros posibles impuestos, que a pesar de no solucionar el problema fiscal, tendrían impactos incluso superiores a los que tendrán los impuestos planteados. En lo referente a los impuestos tradicionales, en estimamos que un incremento de la alícuota del IVA de alrededor de 2,0 puntos porcentuales, que eleve la tasas impositiva de 12,0% a 14,0%, y un incremento de la UT que ayude a incrementar las recaudaciones por concepto de Impuesto sobre la Renta (ISLR) a principios del próximo año, podrían elevar la contribución de estos impuestos de 3,5% y 8,5% del PIB respectivamente hasta 5,5% a 10,0% del PIB.

Precios justos, ¿Impuestos justos? Además de la contracción económica existen otros factores que reducen la base impositiva. La estructura de regulaciones que ha mantenido el Gobierno nacional también reduce las recaudaciones que se pudieran generar a raíz de la aplicación de la Reforma Tributaria. Particularmente, la Ley de Costos y Precios Justos que coloca a las empresas un margen de ganancia de 30,0% limita los ingresos que pueda recibir el Estado por concepto de ISLR. De igual forma, la regulación de precios reduce la base imponible del IVA, lo que disminuye las posibles recaudaciones y la efectividad de cualquier incremento en las alícuotas impositivas.

El mercado secundario de bienes, en el que se tranzan productos escasos (en buena parte como consecuencia de las regulaciones) a un precio mayor que el establecido por los órganos que regulan los precios de venta, no solo impone precios exacerbados a los productos (lo que afecta a la población), sino que deja de pagar impuestos por la reventa de los mismos. Consideramos que bajo las condiciones normativas actuales del mercado venezolano, una reforma tributaria no traerá todos los beneficios que podría si se eliminaran todos los desequilibrios.

Devaluación y eliminación de subsidios: Tabú. Si sumamos los ingresos que podría percibir el Gobierno con los incrementos del IVA y el ISLR anteriormente planteados, el impacto de una reforma sería de entre 2,5 y 3,5 puntos del PIB. Sin embargo, como ya mencionamos, esta medida no es suficiente para solucionar la situación deficitaria del gobierno, y existen otras soluciones que beneficiarían más al Gobierno nacional en términos de incremento de ingresos.

En primer lugar, la devaluación del bolívar es una medida que no solo es necesaria para fomentar el resurgimiento de la desaparecida producción nacional y para ayudar al abastecimiento de divisas, sino que es una fuente adicional de ingresos para una Pdvsa que acumula una deuda financiera de US$43.384 millones. Además el impacto de la devaluación no solo sería fiscal, sino que reduciría los auxilios monetarios que el Banco Central de Venezuela (BCV) otorga a Pdvsa para aliviar las presiones inflacionarias.

Por otro lado, los subsidios significan para el Gobierno nacional un gasto de alrededor de US$49.462 millones. El controversial subsidio a la gasolina y derivados representa para el Gobierno alrededor de 6,2% del PIB, siendo además un subsidio regresivo. Además de éste, existen otros subsidios menos “mediáticos” pero que representan también grandes costos para el Gobierno. El subsidio al consumo de energía eléctrica, por ejemplo, representa 3,0% del PIB.

De igual forma, la eliminación de subsidios y la devaluación significarían para el Gobierno alrededor de 29,4% del PIB, es decir 740,0% más de lo recaudado a través de la reforma fiscal y suficiente para sanear el déficit del sector público.

Ayuda la reforma fiscal a reducir el déficit del sector público 640B

La reforma tributaria propuesta no busca solucionar el problema fiscal, sino evidencia la necesidad en el corto plazo de mantener el gasto, en un período electoral. Además, al igual que en el 2009, cuando la economía se encontraba en recesión, se incrementan las alícuotas, lo que si bien permitirá al gobierno incrementar el gasto, tiene efectos pro cíclicos que agravarán la caída del PIB.

Un problema de dos aristas. Si bien el déficit fiscal puede verse reducido por los cambios en la estructura tributaria que el Gobierno propone, la realidad es que el problema fiscal venezolano tiene dos aristas: la caída del ingreso y el incremento del gasto público. De acuerdo con el Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat), los ingresos tributarios han venido cayendo como porcentaje del PIB, pero el gasto del Gobierno ha incrementado incluso en mayor proporción. Sin importar qué medidas se tomen (devaluación, reducción de subsidios o reforma del sistema tributario), un Gobierno que incremente sus ingresos fiscales para aumentar así el gasto corriente no solucionará la situación fiscal del país.

Ayuda la reforma fiscal a reducir el déficit del sector público 640C

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