Tuesday, March 24, 2015

De invasiones y derechos humanos

En: Recibido por email

Alfredo Michelena

 

Un excelente trabajo de mi amigo el embajador Gerson Revanales deja muy claro la base legal de la Orden Ejecutiva de Obama, causante de tanto revuelo. Ya habíamos advertido que eso de la “amenaza…”, es la necesaria forma que ha debido tomar la Orden para cumplir con lo impuesto por la ley, que sobre Venezuela aprobó, el Congreso en diciembre de 2014. Pero “fondo es forma y forma es fondo” dice un axioma de la diplomacia.

 

El castrismo no iba a dejar pasar esta oportunidad y usó la forma para encubrir el fondo. Pusieron a todos a discutir la forma, es decir, la supuesta intervención del imperio, olvidando el fondo, la violación de los DD.HH. y la corrupción. Y esto excita el antiimperialismo, la “enfermedad infantil del izquierdismo” (parafraseando a Lenin) , que en la región es antinorteamericanismo – “los eternos culpables”. Sin duda “el imperio es maluco”, como dice Rafael Poleo. Es un gigante que está en pos de satisfacer sus intereses, como debe hacerlo cada país. Muchos criticamos que actúan como bully -palabra de moda- aunque ellos insisten que ya no lo son. Quizás no sean tan bully como los rusos ni tan “light” como los Chinos. Pero al final cada uno está en la búsqueda de realizar los intereses de su país.

 

Para controlar estos gigantes son vitales las normativas internacionales y las organizaciones multilaterales con ellos presentes, como la OEA, NN.UU., o la OMC -y no la CELAC o Unasur. Allí tienen que reunirse con la “plebe” a pactar acuerdos, e incluso pueden ser confrontados en tribunales. Eso no les gusta. Recordemos que el primer caso que perdió EE.UU. en la OMC fue contra la Venezuela democrática.

La novel Canciller venezolana, medio comprendió la importancia de la OEA y se lanzó a acusar al imperialismo gringo de preparar invasiones para apoderarse del petróleo venezolano. Quizás no entendió, que justamente EE.UU. está tratando de zafarse de nuestro petróleo. O que el mundo va hacia otras fuentes de energía y que de seguir así nos quedaremos con unas reservas que serán poco envidiadas. 

 

Hizo su catarsis sola. Pocos se aliaron – los de siempre- en eso de la invasión. Los que hablaron pidieron diálogo, olvidando el fondo del problema. EE.UU. fue el único que hablo sobre el fondo y les recordó la complicidad del silencio. Los caribeños, que esperan la visita de Obama, prefirieron callar, a pesar del humillante guiño que les hizo con el ojo para “recordarles” que el régimen les manda petróleo subsidiado (¿bully?) . No salió una resolución. Como dicen en criollo: “mucho camisón pa’Petra”.

 

Vía Bitácora Mundial

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